En el pasaje de La Ilíada, del gran Homero, en asamblea convocada por el pelida Aquiles para deliberar sobre el motivo del enojo del Dios Apolo, que con sus venablos llevaba nueve días matando a sus huestes, Calcante, de los agoreros el mejor, preocupado por lo que le podía pasar al decir la verdad, dijo: "Aquiles, me mandas, caro a Zeus, declarar la cólera de Apolo, el soberano flechador.Pues bien, te lo diré.Más tú comprometete conmigo, y júrame que con resolución me defenderas de palabra y de obra, pues creo que voy a irritar a quien gran poder sobre todos los argivos ejerce y a quien obedecen los aqueos.Poderoso es un rey cuando se enoja con un hombre inferior: incluso si en el mismo día digiere la ira, mantiene el rencor aún más tarde, hasta satisfacerlo".
En respuesta le dijo Aquiles, "mientras yo viva y tenga los ojos abiertos sobre la tierra, nadie en las cóncavas naves pondrá sobre tí sus manos pesadas de entre todos los aqueos, ni aunque menciones a Agamenón, que ahora se jacta de ser con mucho el mejor de los aqueos".A casi 30 siglos de la composición de este extraorinario poema épico, cuánta falta hace un Aquiles que de palabra y de obra defienda a quienes con justificado temor a un grupo de desequilibrados, prefiren callar por su peligrosidad y el poder que ejercen con su aparente campaña anticorrupción, gracias al desencanto de la gente hacia los políticos y los partidos, dejando en el desamparo a México en la económía, empleo, seguridad pública y combate a la delincuencia, programas sociales y educación, entre muchos otros temas.
En este último aspecto, de la educación, derecho humano reconocido en el artículo tercero de la Constitución Política de México y por diversas organismos internacionales como una obligación del estado hacerlo efectivo y garantizar el acceso a la educación de calidad, el gobierno federal que encabeza López Obrador, no está cumpliendo.Elementos que demostran la infinidad de violaciones a la ley, autoritarismo y desinterés gubernamental sobran, pero por razones de espacio sólo trataré dos cuestiones importantes.
Más allá de si las medidas de la Reforma Educativa aprobada en 2013 eran correctas o no, a escasos cinco meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en franca violación a la Constitución, a través de un memorándum, irresponsablemente solicitó a los titulares de las secretarías de Educación Pública, Gobernación y Hacienda y Crédito Público "que buscaran la manera de que quedara sin efecto la Reforma Educativa, en tanto se llegaba a un acuerdo con los maestros, con los padres de familia, con la sociedad en su conjunto y se presentaba una Reforma Constitucional aceptada por todos".
Con mucha razón, la Comisión Nacional de Derechos Humanos señaló que nada debilita más al Estado de Derecho y a las instituciones que el que se promueva y ordene desde las instancias de poder que la ley se desconozca, se incumpla y se deje de aplicar, que los derechos humanos solo pueden ser vigentes en un entorno de legalidad, y recomendó a López Obrador que en cumplimiento a la protesta que hizo al asumir el cargo, rectificara las instrucciones giradas y considerado el interés de niñas, niños y adolescentes se sometiera al marco de la ley, sin embargo, le valió un soberano cacahuate y por sus pistolas de manera autoritaria y tramposa impuso en la CNDH a Rosario Piedra Ibarra.
Finalmente, AMLO dio por cumplido su compromiso de campaña de crear 100 universidades públicas, gratuitas y sin obstáculos de admisión, entre ellas la de Ezequiel Montes, Querétaro, sin embargo no se conoce la ubicación exacta de los planteles ni cuántos alumnos hay inscritos, pues tanto la SEP como la Dirección General de Educación Superior Universitaria desconocen esa información y ambas dependencias señalan al Organismo Coordinador de las Universidades del Bienestar, Benito Juárez García como el encargado de responder, pero esta figura no aparece en la Plataforma Nacional de Transparencia y no hay forma de obtener información.
También la educación en manos de la 4T es un desastre, y en estos tiempos casi nadie defiende al pueblo de palabra y menos de obra por temor a irritar al poderoso que ordene carpetas de investigación judicial en su contra o los encarcele, pero el poder no es para siempre y, más temprano que tarde llegará Aquiles el de los pies ligeros personificado en el pueblo organizado para poner las cosas en su lugar.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario