Fue en el año 2007 cuando un grupo de aproximadamente 500 familias organizadas en el Movimiento Antorchista buscamos dar solución a nuestra necesidad de una vivienda, mediante la unión de nuestras fuerzas y la lucha diaria ante las autoridades correspondientes. A pesar de que sabíamos que no iba a ser fácil y que iniciábamos un interminable vía crucis, nunca nos imaginamos que conoceríamos mediante ésta lucha la mentira, la traición, la represión y la cárcel ordenado por el gobierno cuando no quiere atender las carencias de sus gobernados.
Nunca se nos va a olvidar que después de más de un año de gestiones y movilizaciones logramos que funcionarios estatales nos autorizaran la ocupación del predio conocido como El Salado ubicado al oriente-norte de la capital del estado; pero jamás se nos borrará de nuestra memoria que más tardaron en hacernos la donación del mencionado predio que en arrepentirse y traicionar la palabra empeñada, acusándonos de invasores y ordenando el desalojo bajo cualquier pretexto.
Fue ese fatídico 2 de agosto de 2008 por la mañana cuando fuimos violentamente desalojados sin que nada ni nadie lo pudiera evitar. Solo la unidad de nuestros compañeros Antorchistas del estado de Chiapas, la solidaridad de toda la organización a nivel nacional que se dejó sentir a través de los pronunciamientos de nuestro querido maestro, el ingeniero Aquiles Córdova Morán a favor de nuestra lucha, lo que nos pudo salvar.
Gracias a ese apoyo solidario logramos hacernos respetar. Gracias a esta organización del pueblo pobre al que pertenecemos es que liberaron a nuestros presos, y nos entregaron los terrenos que hoy ocupamos y que ahora llevan por obvias razones el nombre Unidad Antorchista de Chiapas.
A 15 años de distancia, ahora contamos con agua potable, drenaje, calles pavimentadas, canchas deportivas, luz eléctrica, un domo digno para reunirnos y hacer nuestras asambleas; tenemos escuelas en los diferentes niveles, pero también contamos con una grandiosa casa de la cultura para que ahí se eduquen nuestros hijos y se inician en las bellas artes para el cultivo de la sensibilidad; en una palabra, somos el botón de muestra de lo que Antorcha quiere hacer en este estado de Chiapas y en el país entero. Esta es la transformación que Antorcha practica a lo largo y ancho de todo México. Porque Antorcha no anda experimentando ni inventando terceras ni cuartas ni quintas transformaciones. Antorcha solo predica una transformación que consiste en mejorarle la vida a los trabajadores de nuestra patria cuando el gobernante lo entiende y mo permite; pero cuando el gobernante nos obstaculiza, entonces Antorcha predica la toma del poder por la via democrática para hacer ese sueño realidad y que todos tengamos acceso a una vida digna, justa y alejada de las carencias y las enfermedades. Donde todos puedan ser realmente felices gracias a una vida plena conquistada con el trabajo de todos.
Por eso en este décimo quinto aniversario los invito a que no escuchemos los cantos de sirena que pretenden alejarnos de nuestra organización. Lejos de ello, que refrendemos nuestro compromiso con la organización y la lucha que fue la que hizo posible que hoy tengamos un lugar digno donde descansar.
Muchas gracias.
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