“Los pobres son la fuerza, no porque son pobres, sino porque son el mayor número. Cuando los pueblos tengan la conciencia de que son más fuertes que sus dominadores, no habrá más tiranos”.
RF Magón
Tal y como sucedió en el 2019 con el Caudillo del Sur, este año la 4T quiere volver a hacer uso del simbolismo para intentar legitimarse, ahora con Ricardo Flores Magón, uno de los precursores de la Revolución Mexicana, quien este año se cumple el centenario de su deceso.
Pero la realidad se viene imponiendo. Desde su arribo hasta nuestros días, López Obrador ha dejado claro que cada vez está más lejos de los ideales revolucionarios que impulsaron ambos revolucionarios. Al contrario, analistas serios han calificado a la 4T como el neoporfirismo. “Un nuevo Díaz pisa hoy el Palacio Nacional; nuevamente el pueblo está desorientado y cae gradualmente en una dictadura de la que le costará recuperarse si no reacciona a tiempo”, concluye el historiador marxista Abentofail Pérez Orona en la tercera parte de su artículo “La Revolución pendiente”.
Ante este uso a modo de los personajes históricos que quiere hacer el presidente, es importante recordar la labor revolucionaria que ellos hicieron para ubicarlos en su justa dimensión.
Junto a sus hermanos Jesús y Enrique, Ricardo nació en Oaxaca, epicentro de la vida política nacional de aquella época. Al trasladarse a la Ciudad de México los hermanos Magón se inscribieron en la Escuela Nacional Preparatoria, espacio que tenía como objetivo formar cuadros dirigentes para el régimen. Sin embargo, los Magón pondrían en la silla de los acusados a la máxima positivista de “amor, orden y progreso”, alzando la voz en 1892 contra una nueva reelección de Díaz. ¡Muera el presidente tirano!, se escuchaba en los patios del viejo edificio de San Ildefonso. Ante estos reclamos estudiantiles, la mano dura del régimen no se hizo esperar tildando a los estudiantes de “revoltosos”, metiendo a la cárcel, entre otros, al propio Ricardo.
Desde ese momento, los Flores Magón asumieron como postura política la disidencia y como medio de combate la prensa. Las primeras críticas hacia el gobierno salieron precisamente de su pluma en el periódico El Demócrata, donde Jesús cuestionaba el actuar del gobierno y denunciaba sus abusos, motivo por el cual también fue apresado. Sin embargo, esta acción en lugar de acallarlos, sólo les dio más fuerza e hizo reafirmar su convicción, pues el 7 de agosto de 1900, Ricardo y Jesús, junto con Antonio Horcasitas, fundaron “Regeneración, periódico jurídico independiente”, el periódico que serviría como tribuna para denunciar a Díaz y para defender las causas populares, ampliando sus críticas a prácticamente todos los ámbitos de la administración pública y radicalizando cada vez más su postura, lo que ocasionó que el último día de 1900 el periódico pasara a llamarse “Regeneración, periódico independiente de combate”.
La lealtad a sus ideales llevó a Ricardo a pasar amargas situaciones que terminaron exiliándolo en los Estados Unidos (Para adentrarse en las vicisitudes que tuvo que pasar, les recomiendo el libro “El regreso del camarada Ricardo Flores Magón”, del historiador Claudio Lomnitz). El 16 de marzo de 1918 fue encarcelado en una prisión de Washington debido a un manifiesto dirigido a los anarquistas del mundo, lo que hizo que el gobierno norteamericano lo considerara contrario a su política bélica en plena Primera Guerra Mundial. No fue hasta el 21 de noviembre de 1922 cuando se encontró el cuerpo sin vida de Ricardo Flores Magón en una celda del Fuerte de Leavenworth, Kansas.
A estas alturas, es más que evidente que los resultados de la 4T son más catastróficos de lo que muchos se esperaban, pues la pandemia sólo vino a poner de manifiesto su ineptitud. Hemos alcanzado el número más alto de contagios en dos años, más de 40 mil mexicanos. El sufrimiento de millones de mexicanos en esta larga crisis no parece tener fin. Lo peor de todo es que el "gobierno del pueblo", "el presidente del pueblo", no sólo nos ha dejado solos (su omisión hace mucho que pasó la raya del genocidio) sino que lo hace siempre echándole la culpa a todo mundo. ¡Qué diría Ricardo si supiera el uso que están haciendo de su imagen!
A pesar de todo esto, lo cierto es que hay señales que indican que cada vez son más los mexicanos que están abriendo los ojos, lamentablemente a través de la desgracia en carne propia. Morena y López Obrador hoy más que nunca nos están dejando claro que llegaron al poder usando el discurso anticorrupción, antirégimen, para implantar su propio régimen de corrupción, y que así planean seguir.
Ricardo sostenía que el periodista tenía una noble misión, la de ilustrar al pueblo, luchar por la justicia y combatir la “maldad” donde quiera que ésta se encontrara; la tarea no era sencilla porque era muy probable que se sufrieran persecución. Así que se les abrió una disyuntiva: podían aceptar la paz “que el poder implacable sólo concede a los sometidos” o continuar en la lucha siendo congruentes con sus ideales. Ricardo decidió el camino más difícil.
Hoy el reto es el mismo que planteó el magonismo hace más de 100 años: o peleamos por lo nuestro o nos rendimos ante las limosnas del dictadorzuelo y falsos demócratas. Los mexicanos de bien no tenemos más opción que elegir el segundo camino. Uniendo fuerzas no sería tan difícil como en la época de Ricardo.
Quiero enfatizar que para este reto no cabe duda que los verdaderos periodistas (saludo afectuosamente a mis compañeros de la Casa Para Estudiantes de Periodismo, quien lleva el nombre de estos grandes periodistas), tienen una tarea fundamental, seguir denunciando las políticas neoporfiristas, pero con el sello magonista: siempre ligados al pueblo sufriente, dándoles voz y organizando, aunque en ello se nos vaya la vida. “El tiempo pondrá a cada quién en su lugar”. ¿Cuántos estarán dispuestos? No lo sé. Pero sólo así, comenzaremos una auténtica transformación en favor del pueblo de México, pero, ahora sí, garantizando el éxito.
Termino citando parte de un discurso que Ricardo dio el 16 de septiembre de 1910 y que tituló “La libertad económica es la base de todas las libertades”:
“Compañeros: han conquistado la Independencia nacional y por eso se llaman mexicanos: conquistaron, asimismo, su libertad política, y por eso se llaman ciudadanos; falta por conquistar la más preciosa de las libertades; aquella que hará de la especie humana el orgullo y la gloria de esta mustia Tierra, hasta hoy deshonrada por el orgullo de los de arriba y la humildad de los de abajo. La libertad económica es la base de todas las libertades. Ante el fracaso innegable de la libertad política en todos los pueblos cultos de la Tierra, como panacea para curar todos los dolores de la especie humana, el proletariado ha llegado a la conclusión de que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos, y este sencillo axioma es el cimiento de granito de toda obra verdaderamente revolucionaria”.
Que el magonismo haga caer los ya frágiles muros de la 4T. Que así sea.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario