* Además, la falta de medicamentos afecta al 80 % de los pacientes
Por segunda vez durante la administración de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, los trabajadores del sector salud se manifestaron en distintos puntos del Estado de México.
En el municipio de Nicolás Romero, decenas de ellos se congregaron frente al Town Center en la Vía Corta a Morelia y en el semáforo del supermercado Soriana en la colonia Manantiales para exigir al sistema de salud del Estado de México el abasto suficiente de medicamentos e insumos que les permitan trabajar y garantizar una atención eficiente al paciente, así como el respeto a sus derechos laborales.
La primera vez que alzaron la voz fue el 26 de abril del 2024 en las instalaciones de los centros de salud y hospitales del Estado de México. Este 17 de febrero del 2025 volvieron a manifestarse ante una grave crisis que afecta al 52.1 % de la población mexiquense, la cual carece de seguridad social, y al 44.2 % que no tiene servicios de salud, de acuerdo con el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social de 2024, elaborado por la propia Secretaría de Bienestar del gobierno federal.
Las manifestaciones de los trabajadores del sector salud se llevaron a cabo en las avenidas principales de los municipios del Estado de México con la finalidad de hacer visible su protesta ante la ciudadanía y el gobierno.
Y es que la situación se agrava dentro del sistema de salud del Estado de México, ya que, aun con un presupuesto de 46 mil 826 millones 129 mil 276 pesos en el 2024 y de 48 mil 451 millones 580 mil 664 pesos para este 2025, faltan insumos y medicamentos; va en retroceso la basificación del personal de contrato, y se violan los derechos laborales del personal de salud, en perjuicio de 7 millones 648 mil 800 personas que viven sin servicios de salud en la entidad, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Uno de los manifestantes denunció que la falta de medicamentos afecta al 80 % de los pacientes, pues en el centro de salud en el que labora solo puede surtir 20 recetas de cada 100, por lo que, si quiere sanar, la ciudadanía tiene que comprar sus medicamentos. Denunció que no hay material para curaciones de emergencia, pues solo pueden utilizar agua inyectable porque hacen falta gasas, vendas, soluciones antisépticas, cinta adhesiva y jabones antibacteriales, entre otros insumos.
En el caso del hospital materno-infantil Guadalupe Victoria, ubicado en Atizapán de Zaragoza, a los familiares de los pacientes se les pide “un kit de cirugía y las medicinas necesarias” para la intervención quirúrgica y recuperación de sus pacientes.
El manifestante, además, reveló que después de la primera manifestación, las autoridades se comprometieron a otorgar base al personal que labora bajo contrato, que a nivel estatal representa el 5 %, así como a incrementar el salario, pero que esos acuerdos no fueron cumplidos por la Secretaría de Salud.
A ello se agrega que, durante los últimos nueve meses, las autoridades les quitaron prestaciones económicas, como el bono de estímulo en diciembre, el cual redujeron al 50 %, y el bono de desempeño que les dan en este mes de febrero.
El trabajador de la salud, ante la situación que prevalece en el Estado de México y todo el país, calificó al gobierno de “ejercer un populismo que, al final de cuentas, es obtener votos a costa de la salud de todos los mexicanos, lo cual es un derecho que Morena está haciendo de lado”.
En este contexto, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los cambios sucesivos en las instituciones de salud (Seguro Popular, Insabi y ahora IMSS-Bienestar) han resultado en una disminución en la disponibilidad de este servicio, pues los datos de la ENIGH 2022 indican que actualmente hay 50.4 millones de personas que no cuentan con acceso a instituciones de salud, lo que representa un aumento de 16.2 % a 39.1 % entre los años 2018 y 2022.
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