Comienza el año y quiero dirigirme a todos los antorchistas del estado, a todos mis compañeros de lucha que durante todos estos años se han mantenido en la lucha por una vida más justa y equitativa; estamos en una de las etapas más difíciles de nuestro país, en una etapa en que la pobreza ha ido en aumento y de una manera más radical, como nunca antes vista.
Hoy el acceso a la salud es todavía más difícil, la educación va en deterioro, el derecho a la vivienda es todavía más complicado de hacer válido. Estamos parados en el peor desarrollo económico de México, donde ya no es posible ahorrar y el trabajo es cada vez menos accesible.
Pareciera que todo lo que prometió la actual administración fue una mentira, porque ni salud, ni educación, ni calidad de vida tenemos todos los mexicanos. Hoy por hoy, vivimos en la desesperanza, porque conseguir un buen salario es más complicado que en otros tiempos y porque acceder a obras y servicios para nuestras colonias es cada vez más difícil.
En estos tiempos difíciles, la única esperanza para todos los mexicanos, la única salida, es la organización y la lucha, el brazo compartido, la mano solidaria de nuestros hermanos de clase que sufren las mismas necesidades que nosotros. Esa es la única salida: la organización en una fuerza social que garantice luchar por los intereses del pueblo y para el pueblo: en Antorcha.
Esa es la única salida: la organización en una fuerza social que garantice luchar por los intereses del pueblo y para el pueblo: en Antorcha.
En esta realidad en la que nos encontramos, Antorcha alza más alto la bandera de lucha. Antorcha sigue llamando al pueblo a organizarse y luchar por lo que planteamos hace 50 años: por un nuevo modelo económico para nuestro país; un modelo que garantice que todos los mexicanos tengamos un trabajo digno, donde todos los mexicanos gocemos de un salario remunerador, donde los que ganan más paguen más impuestos y donde todos tengamos garantizados los derechos que en nuestra Carta Magna están planteados, nada más y nada menos, lo que por derecho nos corresponde.
Estamos en tiempos difíciles y es en estos tiempos cuando se requiere de más unidad, de más fuerza y conciencia: que nadie se deje engañar, porque así como está el pueblo de golpeado, vulnerado, atropellado, vendrán a engañarnos con más promesas; vendrán a decirnos “que ahora sí las cosas van a cambiar”; serán los mismos personajes, los mismos cambiados de color, tratando de envolvernos en sus rollos baratos y no debemos de creer ciegamente en ellos.
Compañeros antorchistas, nuestra unidad y nuestra fuerza nos han mantenido durante 50 años como la única organización que lucha por los intereses del pueblo trabajador y debemos seguir unidos; debemos mantenernos como esa fuerza, como esa esperanza de que sí hay otra salida y que está en nuestra clase.
Este año se avizora como de lucha y trabajo; que nadie se raje, que en cada rincón de Tijuana, Tecate, San Quintín, Ensenada, Mexicali; que en cada rincón de Baja California se mantenga más viva la llama de Antorcha para alumbrar el camino del progreso. Que este 2024 sea de lucha y progreso.
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