Hay realidades que espantan a pesar de que los Gobiernos, representantes y muchas veces parte de los dueños del capital explotador en México, hacen todo lo posible por disfrazar y ocultar. Esto, porque en los últimos días se ha dado a conocer a través de los medios informativos, los resultados del análisis realizado por el Observatorio Económico, “México Cómo Vamos”, con datos proporcionados por el Inegi, y “la novedad”, con todo y que de antemano sabemos que las cifras dadas por el Gobierno están maquilladas, que en Querétaro, uno de los estados del país que más riqueza produce.
Según esta información, la pobreza laboral del primer trimestre del año, en el estado, se ubicó en 37.2 % con un incremento del 1.3 % respecto al 35.9 %, que se tuvo en el mismo trimestre de 2023, a pesar de que disminuyó respecto al primer trimestre de este 2024, que alcanzó hasta un 39 %.
Miles de queretanos se ven obligados a migrar a Estados Unidos para que sus familias sobrevivan de las remesas, o se resignan a vivir de apoyos que les llegan a través de programas sociales del Gobierno, como las tarjetitas del “Bienestar”.
Las consecuencias son las que todos los días sufrimos en carne propia los más de 100 millones de mexicanos y los cientos de miles de queretanos, por más que nos mentalizamos para aceptar que somos felices, aún y cuando no contamos con los ingresos suficientes para alimentarnos, menos aún para costear los gastos de impuestos y servicios públicos como predial, agua potable, electricidad y transporte.
Para los hombres la pobreza laboral se ubica en el 35.8 %, 1.8 % más respecto al 34 % del mismo periodo de hace un año, mientras que como siempre ha ocurrido, para el caso de las mujeres la pobreza laboral fue mayor al promedio estatal, debido a que de 37.55 % pasaron al 38.4 % en esas condiciones. Lo anterior, a pesar de estar demostrado que son las que más trabajan, lo que nos ha valido estar ubicados en el lugar 12 por nivel de pobreza laboral, por arriba de la media del resto de los estados a nivel nacional.
Las consecuencias inevitables, el que miles de familias queretanas se vean obligadas a enviar a algunos miembros de sus familias a los Estados Unidos para sobrevivir de las remesas, o resignarse a vivir de los apoyos que les llegan a través de los programas sociales del Gobierno, como las tarjetitas del “Bienestar” o las tarjetas “Contigo”, de la Secretaría de Desarrollo Social en el Estado (Sedesoq) a cambio de sus votos.
La pobreza laboral es, como reconocen varios organismos nacionales e internacionales como el Banco de México (BM), el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), etcétera, aunque de manera enredosa y maniobrera para confundirnos, y como lo hace el propio Coneval (probablemente para no “bronquearse” con quienes tienen el poder), la pobreza laboral es la situación en que el salario de los integrantes de un hogar no es suficiente para adquirir los productos de la canasta básica para alimentar a todos sus miembros.
Y siendo así, todos los rollos y discursos desde las mañaneras y eventos del presidente, gobernadores y demás políticos para presumir el incremento salarial y repartición de despensas y tinacos disque “para disminuir la pobreza” de la gente, es una vil mentira, pues en caso de que los datos que dan sean verdad, alrededor de 50 millones de mexicanos y casi 800 mil queretanos siguen tan pobres como antes, al grado de no tener para alimentarse y alimentar a sus familias.
De pasada diré que esto de ninguna manera es casual, pues, como mencioné arriba, mientras los dueños de los grandes capitales obtienen grandes ganancias al pagar bajos salarios, los políticos ganan por partida doble. Ganan impuestos y ganan al utilizar a la población pobre para utilizarlos con fines electorales a cambio de incluirlos en los programas sociales. Lo dicho, mantener a los pobres con caridad pública es también un gran negocio.
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