La actual administración de Trancoso, Zacatecas se ha enfocado en calumniarme a través de los medios de comunicación; he sido prudente al emitir comentarios, pero, tomando en cuenta el principio de que el que calla otorga, considero necesario hacer algunas aclaraciones.
Siempre he respetado al presidente Antonio Rocha y también a la ciudadanía que en 2018 me dio su confianza al frente del Gobierno municipal, sé que en este momento está la romántica luna de miel, situación que el edil aprovecha para acusar; sin embargo, hablar de corrupción de mi periodo de gobierno es la conocida estrategia López Obrador, esto es una cortina de humo ante la falta de resultados.
La nueva administración se convirtió en un mes de lamentos por desconocimiento del tema gubernamental, esto a pesar de dar continuidad a los trabajos que iniciaron en el último tramo de mi periodo en cuanto a obra pública se refiere, además de acciones de embellecimiento de espacios públicos, de atención a sectores vulnerables con apoyos asistenciales y con lo que se demuestra el empeño que pusimos hasta el último día.
Por eso desconcierta escuchar declaraciones en los medios, espacio donde no corresponde acusar las supuestas irregularidades y presunta corrupción, si existen elementos de prueba deben ser las autoridades quienes realicen la correspondiente investigación y en consecuencia la aplicación de las sanciones que de ello deriven. Por mi parte activé mi capacidad de gestión para hacer frente a los gigantescos problemas administrativos que recibí, es sabido que no fueron creados en mi Gobierno, sino que son producto de administraciones municipales anteriores al 2018, que están documentadas y son del dominio público.
Considero que ante tantas dificultades Rocha acude a culparme como una forma de justificar el que no pueda cumplirle a sus votantes e incluso admitió que tuvo que contratar a un despacho jurídico contable para conocer el estado financiero del municipio que no es nada barato así que Trancoso pagará por algo innecesario.
También se refiere que tenía 25 aviadores y que los recursos destinados a ellos los cobraba yo personalmente para completar mi sueldo, declaración sin sentido de la que después responsabilizó a la ex contralora. Quiero decir que rechazo ese comentario, pues jamás cobré un sólo centavo que no fuera el salario que me correspondía.
Se habla que la administración de César Ortiz saqueó al municipio, que lo dejaron sin sillas, ni escritorios, pero con eso trabajamos nosotros, lo entregado es lo que teníamos, pero si hay algún faltante de acuerdo al inventario pido que se documente para que sea recuperado.
Menciona que fue irresponsable no haber liquidado al personal de confianza; sin embargo, como consta a los empleados municipales, logramos regularizar su pago, se dio prioridad al asunto porque son familias que dependen del ingreso; enfrenté una deuda adquirida por anteriores administraciones y lo resolví, esto era algo que sabía desde que era candidato, asumí el reto y tras la gestión extraordinaria se liquidaron a los de confianza y a otros trabajadores, algunos decidieron demandar, pero siempre imperó el diálogo
En cambio, hoy domina la visceralidad, corrieron a más de 100 trabajadores de golpe y porrazo, es importante decir que estos trabajadores despedidos al cabo de 1 o 2 años volverán con la ley en la mano y generarán una erogación al erario público de grandes magnitudes y si ahora no había para pagar nómina cuando el municipio pierda los casos será mayor el problema. Esta responsabilidad caerá en el presidente, en el cabildo que lo aprobó y en el asesor jurídico por poner en riesgo el futuro de los recursos de Trancoso olvidando los alcances de la Ley Federal del Trabajo.
En radio pasillo se comenta que me robé millones, que estoy huyendo, pero es falso. César Ortiz siempre ha dado la cara, soy una persona íntegra y estaré atento de las observaciones que me haga llegar la Auditoría Superior del Estado para hacer las aclaraciones pertinentes, no tengo porqué esconderme, al contrario, estoy con la frente en alto.
Entiendo que los medios de comunicación hacen su trabajo de informar bajo convenios preestablecidos, a ellos pediría el derecho a réplica, que den espacio a mi palabra, por lo que quedo a sus órdenes.
Me parece que ya es tiempo de que el presidente se ponga a trabajar, que deje ya de quejarse pues basar su gobierno en acusaciones y excusas no resuelve los problemas de la gente que le dio su apoyo. Es claro que puede señalar lo que crea conveniente ante la Auditoría, la Fiscalía o la Función Pública, de acuerdo a las leyes vigentes en el estado de Zacatecas estas son las encargadas de impartir justicia y no él, esto por aquello que sostiene que “dejará caer todo el peso de su ley” en los culpables.
Como ciudadano me sumo a la exigencia de resultados y que no se siga desviando la atención ante la incapacidad o dificultades manifiestas. Sigo deseando le vaya muy bien a la actual administración y al presidente Antonio Rocha, les reitero la mejor de las suertes, en lo demás dejen que sean los órganos de fiscalización quienes determinen la situación.
Reitero, un servidor dio rumbo a la presidencia municipal que estaba totalmente extraviada, logré formar un gran equipo y salimos adelante, estoy satisfecho de haber logrado la estabilidad del municipio dejando las bases para el desarrollo futuro.
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