MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Alternancia en el poder de Michoacán

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Diecinueve años son los que el poder en Michoacán se lo han disputado entre dos partidos: PRI y PRD. Después de décadas de haber sido gobernado por el PRI, fue en el año 2002 cuando el gobierno de Michoacán se tiñó de amarillo con el triunfo de Lázaro Cárdenas Batel, un cambio de partido que respondió en gran medida al declive del PRI nacional en el año 2000. Pero una década después volvió a gobernar el PRI con Fausto Vallejo Figueroa en la elección de 2012. Y en tan sólo tres años volvió el PRD con Silvano Aureoles Conejo. La llegada del PRD al poder en 2002 obedeció también a la difícil situación económica, ante tanta pobreza que aquejaba al pueblo michoacano en ese entonces: 61.6% de michoacanos con pobreza de patrimonio, 31.6% en pobreza alimentaria, 73.3% de la población sin acceso a servicios de salud, 31% con rezago educativo, 21.1% con carencia en vivienda por hacinamiento, 17.3% de la población sin agua entubada, 35.6% sin drenaje. (Datos del Coneval, 2000). 

No obstante, durante los gobiernos de Cárdenas Batel y Leonel Godoy, se dejó ver el verdadero rostro e intereses del entonces recién formado PRD (del que, por cierto, también fue fundador Andrés Manuel López Obrador como una escisión del PRI en 1989). Miles de trabajadores, campesinos, obreros, estudiantes y comerciantes protestaban constantemente en las calles de la capital para exigir mejores condiciones de vida, de trabajo y de estudio, protestas a las que, no sólo se ignoró, sino hasta con represión se respondió. Está documentado el descontento social que se agravó ante el aumento de la delincuencia, el desempleo, el comercio ambulante, el hambre, la corrupción, la falta de salud y de educación. Cárdenas Batel es hoy el jefe de asesores del presidente Andrés Manuel y Leonel Godoy es hoy Diputado Federal por Morena en el distrito de Lázaro Cárdenas.

Ahora, desde el 1º de octubre del presente año, se agrega un partido más a la alternancia política de Michoacán: Morena, o al menos en otro color, pues resulta que, dentro del gabinete legal del nuevo gobierno de Morena, en su mayoría se encuentran personajes con reciente trayectoria política dentro de los partidos del PRI y PRD que fungieron diversos cargos en los gobiernos anteriores. Y nuevamente, la llegada de Morena al poder responde a motivos parecidos a lo ocurrido en el año 2002. Por una parte, el declive ahora tanto del PRI como del PRD, por su desprestigio mediático como partidos corruptos, por su discurso demagógico, por sus promesas incumplidas de bienestar social y por su errada forma de gobernar. Por otra parte, la grave situación de pobreza en la que se debaten actualmente miles de michoacanos: 44.5% de la población en pobreza, 49.8% con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, 38.7% sin acceso a servicios de salud, 29.4% con rezago educativo, 23.3% sin acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, 16.9% sin acceso a los servicios básicos en la vivienda (Coneval, 2020).     

Pero Morena ya ha gobernado en la capital michoacana, y ya podemos corroborar sus “frutos" a la vista de todos. Escaso apoyo para obras y servicios en colonias y comunidades pobres, aumento del desempleo y la inseguridad, represión hacia el comercio informal, y negativas de apoyo para el campo, la educación, cultura y deporte. Además del uso electorero de los principales programas del bienestar de la 4T que tan sólo beneficiaron a 122 mil morelianos (apenas el 14% de la población), lo que estuvo a punto de cumplir con su objetivo con los 79 mil votos que obtuvo Morena en junio pasado, contra los 94 mil votos para Alfonso Martínez. Los morelianos ya hablaron en las urnas de las recientes elecciones: Morena no supo gobernar Morelia, no gobernó para los trabajadores, sino para los ricos, lo que le ha costado que el pueblo Moreliano opte por volver a Alfonso Martínez. ¿Será, tal vez, el fenómeno electoral del pasado 6 de junio en Morelia, una pequeña muestra de lo que le espera a la 4T de Michoacán en la contienda electoral del 2027 si finalmente demuestra ser más de lo mismo?

La solución a los problemas que afligen al pueblo pobre sólo pueden ser obra del pueblo mismo, pregona Antorcha. Porque el remedio no está en cambiar de personaje o de color, sino de clase en el poder, poder que debe tomar en sus manos la clase trabajadora de Michoacán, organizada y consciente de que es ella la que podrá cambiar su situación, proclama Antorcha. 

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