El primero de julio pasado se cumplió dos años del triunfo del ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que, por cierto, logró llegar al poder hasta el tercer intento. Aquel primero de julio del 2018, López Obrador prometió "un cambio de régimen" y llevar a cabo una "Cuarta Transformación" en el país; las anteriores transformaciones según él fueron: la Independencia, las Leyes de Reforma y la Revolución Mexicana. Sin embargo, hasta el momento no se observa ningún cambio de régimen en el país, aunque el 17 de marzo de 2019 López Obrador, decretó abolido, de una vez y para siempre el neoliberalismo en México, cuando dijo "para nosotros ya se terminó esa pesadilla, que fue la política neoliberal; declaramos formalmente desde Palacio Nacional, el fin de la política neoliberal". Lamentablemente, la realidad no se elimina por decreto. Ninguna de las políticas económicas de AMLO, hasta ahora, parece que vayan encaminadas en serio a erradicar el neoliberalismo o la economía de mercado, como también se le conoce, sobre todo porque se requieren ciertas condiciones nacionales e internacionales.
Tenemos que aceptar que el capitalismo es el régimen aún predominante en el mundo, aunque muchos economistas aseguran que está en su última fase, ya que a medida que han pasado los años, cada vez se observa con más claridad cómo no ha mejorado las condiciones de vida de la humanidad, como lo había prometido, sino todo lo contrario. Cada vez en el mundo hay más hambre, más desigualdad, más guerras, más enfermedades, etc. Y su país prototipo desde hace varias décadas, como lo es Estados Unidos de Norteamérica, es el reflejo más fiel de la crisis del capitalismo moderno, como lo asegura Joseph E. Stiglitz, economista estadounidense y Premio Nobel de Economía en 2001, "A pesar de que registramos las cifras de desempleo más bajas desde finales de la década de los setenta, la economía estadounidense les está fallando a sus ciudadanos. El salario de alrededor del 90% de la población se ha estancado o reducido en los últimos treinta años. Quizá esto no nos sorprenda, ya que en Estados Unidos impera el mayor nivel de desigualdad del mundo desarrollado y uno de los niveles más bajos de oportunidad". (The New York Times, 30 de abril de 2019).
Si bien es cierto, que el capitalismo está en su peor crisis mundial, eso no quiere decir que este aniquilado y menos que este abolido por decreto como sostiene López Obrador. Tan es así que el capitalismo estadounidense se pretende relanzar con el T-MEC, que es el nuevo acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, que sustituye al TLCAN después de 25 años de vida, por cierto, ya entro en vigor este primero de julio. Y que precisamente AMLO ira a ratificar la próxima semana con su polémica visita a Donald Trump. Nuevamente López Obrador se contradice, porque ahora deposita sus esperanzas en el T-MEC(un tratado de libre comercio netamente neoliberal), "esto para México va a significar inversión.(...) Estamos por salir de la pandemia y necesitamos reactivar la economía, salir de la recesión económica, de la caída que produjo el coronavirus", añadió en su conferencia del lunes 29 de junio. Cabe aclarar que la recesión empezó en el 2019, ya que el PIB nacional se contrajo al 0.1% y ahora, la pandemia sólo la vino a empeorar la situación.
Todos sabemos que este nuevo tratado comercial, no es más que la continuación para que Estados Unidos siga exprimiendo nuestras riquezas naturales y nuestra mano de obra; como, por ejemplo, el petróleo, a donde les exportamos a los gringos el 48 por ciento de la producción nacional; el cobre, donde somos el 7° país exportador a nivel mundial; el oro, donde ocupamos el 9° sitio mundial; así como también el aguacate, la cerveza, etc. En resumen, según cifras de la Secretaría de Economía, el 80 por ciento de nuestras exportaciones totales de nuestro país se hacen con Estados Unidos. Es un tratado injusto para México por donde quiera que se analice. Con todo lo anterior, ningún mexicano desprejuiciado debe creer que el gobierno de la Cuarta Transformación acabó por decreto con el neoliberalismo. Al contrario, lo está impulsando. Por lo tanto, no hay ningún cambio de régimen. Es una mentira más de López Obrador.
En relación a la Cuarta Transformación que pretende hacer el gobierno federal, a lo que se comprometió López Obrador hace dos años; pues hasta el momento no se ve que sea positiva dicha transformación, que sea para mejorar el nivel de vida de la mayoría de los mexicanos, sino todo lo contrario.
En relación a la economía, que debiera ser su principal prioridad, López Obrador se comprometió a crecer en una tasa promedio del 4 por ciento anual durante su mandato. Sin embargo, la actividad económica en México registró una contracción de 0.14 por ciento en todo el 2019, según cifras que divulgó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía(Inegi). Es la primera vez que la economía mexicana termina el año en números rojos desde el 2009, año marcado por la crisis financiera internacional. Para este 2020, la situación se agudizará. El Banco de México estima que la economía mexicana se puede contraer entre un 4.6 por ciento hasta un 8.8 por ciento, mientras que la Secretaría de Hacienda prevé una caída de hasta el 3.9 por ciento. Esto implica más millones de mexicanos sin trabajo, sólo en lo que llevamos del periodo del confinamiento se han perdido un millón de empleos formales, pero son mucho más los que no tienen empleo y por lo tanto ingresos, según datos oficiales eran 12 millones hasta abril pasado. Algunos economistas como Isaac Katz, del ITAM, sostiene que actualmente existen 70 millones de mexicanos en una situación de pobreza alimentaria, 23 millones más que hace dos meses. La ignorancia de López Obrador en el terreno económico, le ha traído caer en contradicciones hasta llegar al absurdo, "como tengo otros datos puedo decirles que hay bienestar en México. Puede ser que no se tenga crecimiento(económico) pero si hay desarrollo", dijo en la conferencia mañanera del 30 de enero pasado. No puede haber desarrollo de un país sino hay crecimiento económico, es una máxima elemental de la economía.
AMLO está cometiendo un error de análisis gravísimo, al nunca poner en primer orden la cuestión del crecimiento económico del país, como una de las causas principales que nos mantiene empantanados; confunde el efecto con la causa, como buen metafísico; por eso sostiene que el principal problema del país es la corrupción, y según él acabando con la corrupción se acaban todos los males del país. Nada más alejado de la realidad. Ese error de enfoque de los fenómenos lo comete en los demás terrenos de la vida nacional, como la seguridad, gracias a eso el año 2019 fue el año más violento de las últimas dos décadas, con una cifra récord de 34,582 homicidios dolosos. O en el terreno de la Salud y concretamente de esta pandemia de covid-19, que hasta el día 3 de julio contamos con 245,251 casos positivos, superamos los casos de Italia y ya ocupamos el nada honroso 9° mundial, en muertes son 29,843 y ya también somos la séptima nación con mayores decesos por coronavirus. López Obrador y su gobierno al no aplicar el conocimiento científico en la toma de decisiones, están acabando con el país. Podemos continuar analizando lo que pasa en el terreno de la educación, del campo, del deporte, de la cultura, etc., y veremos que no hay ninguna transformación progresista que eleve el nivel de vida de los mexicanos. Y así como pintan las cosas parece que en este gobierno no habrá una Cuarta Transformación. Todo se quedará en un buen slogan. Al tiempo.
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