Según la encuesta de seguimiento de los efectos de covid-19 en el bienestar de los hogares mexicanos, realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide), sugieren que las afectaciones en empleo, ingresos y seguridad alimentaria de los hogares podrían llevar a la pobreza a 76.2 por ciento de la población, es decir, unos 95.2 millones de personas; además de que entre el 17 de marzo y el 31 de mayo, lapso en que las autoridades sanitarias implementaron medidas de distanciamiento, se registró una pérdida de más de un millón de empleos (El Heraldo de México, 22 junio). Estos datos evidencian, que la crisis sanitaria y económica que vivimos ahonda la terrible desigualdad que prevalece en nuestro país. Situación que se agrava porque el Gobierno federal se ha conducido con total indiferencia para prevenir y combatir el problema sanitario y ha desoído los llamados de millones de mexicanos que claman por ayuda alimentaria y empleo para poder guardar el distanciamiento social y evitar el contagio y la muerte.
Al presidente de la República le preocupa más vivir la "nueva normalidad", retomar sus giras para hacer proselitismo político para las elecciones que se avecinan, tomar el control de los órganos autónomos como el INE y ha dejado a propósito en manos de los gobiernos estatales la problemática tan aguda que representa lidiar con los males que trae consigo esta nueva etapa de movilidad ciudadana que ha ocasionado un incremento en el número de contagios y de muertos. En Yucatán la pandemia de covid-19 llevará a situación de pobreza a más de la mitad de la población del estado. Según datos recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), unos 163 mil yucatecos se sumarán a las filas de pobres a causa de la epidemia y si ya antes de la crisis sanitaria la Secretaría Técnica de Planeación y Evaluación del gobierno del Estado, reconocía la existencia de 1 millón 21 mil de pobres, la población total en pobreza ascenderá a 1 millón 180 mil personas, es decir, 52.2 por ciento. Además, el panorama de la pobreza se agrava con la pérdida de hasta 80 mil empleos.
El Coneval ubica a 16 municipios yucatecos en situación de vulnerabilidad por su nivel de pobreza asociado a casos de coronavirus: Chikindzonot, con 93.2 por ciento; Tixcacalcupul, con 93; Tekom, con 92; Chacsinkín, con 90.1; Chichimilá, con 88.8; Calotmul, con 88.7; Chankom, 87.3; Dzitás, 86.8; Chumayel, 85.5; Huhí, 84.5; Kantunil y Cenotillo, ambos con 82.1; Kaua, 81.1; Teabo, 80.5; Tixméhuac, 80.4, y Santa Elena, 80.1por ciento. Sin embargo, la mayoría de los casos de Covid-19 se concentran Mérida, Umán y Valladolid, municipios con índices de pobreza menores a 60 por ciento de su población y menos de 20 por ciento en condición de pobreza extrema, pero donde se concentra y registra la mayor cantidad de movilidad de la población. El número de contagios y defunciones siguen en ascenso.
Pero esto no es todo, el informe, no toma en cuenta el paso de la tormenta tropical "Cristóbal" que ha recrudecido la condición de pobreza entre los yucatecos, debido a que dejó pérdidas por más de cinco mil 422 millones de pesos en 75 de los 106 municipios de la entidad, afectando más de 95 mil hectáreas de cultivos, más de 15 mil viviendas y una parte importante de infraestructura carretera.
El pueblo yucateco se debate en una crisis de salud y económica aguda. Urge que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador considere en lo inmediato liberar los recursos necesarios para salir de este bache que amenaza con brotes importantes de inconformidad social por falta de comida y empleo. Se debe priorizar la atención de familias que se han quedado sin la posibilidad de obtener comida. El Gobierno federal debe implementar políticas de entrega de alimentos, empleo temporal, ayuda a la reconstrucción de la vivienda, de lo contrario aumentarán la pobreza y el descontento social.
De no actuar en consecuencia, la falta de atención y la tragedia que vivimos los mexicanos, incluidos los yucatecos, demostrará nuevamente que, al gobierno de la 4T lo único que le interesa es continuar con su proselitismo perverso y no combatir en serio a la pobreza, madre de todos los males que agobian a los menesterosos de esta patria.
Los yucatecos debemos de aprender la lección, no basta el discurso, las "buenas" intenciones, para acabar de raíz con la pobreza lacerante que nos agobia, el pueblo necesita organizarse, educarse, luchar y gobernar este país. Martha Harnecker, socióloga e intelectual chilena afirmó que: "Las revoluciones sociales no las hacen los individuos, las "personalidades", por muy brillantes o heroicas que ellas sean. Las revoluciones sociales, las hacen las masas populares. Sin la participación de las grandes masas no hay revolución". Juntémonos con nuestros iguales, hagamos una fuerza importante y por la vía democrática y en las urnas, derrotemos a los impostores que llegaron a los puestos principales del país con la promesa de realizar grandes cambios pero que únicamente los han utilizado para beneficio propio.
Ni López Obrador ni Morena fueron ni son "la esperanza de México", sus acciones cada vez más antipopulares y dictatoriales así lo demuestran; la verdadera esperanza y solución para detener y acabar con la pobreza que ahora repunta es un gobierno emanado e identificado con los verdaderos intereses del pueblo trabajador. Un gigante contra otro gigante. Dispongámonos, como un solo hombre a defender nuestros derechos y hagam...
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