¿Te imaginas a Chimalhuacán hace 30 o 40 años atrás? Probablemente las personas más grandes de edad sí que lo conocieron. Pero los más jóvenes, por su edad, su llegada al municipio después del año 2000 o por propio desinterés, ignoren el estado en el que se encontraba el lugar donde vivimos y crecimos.
Incluso por esa razón algunos jóvenes podrían pensar que el Chimal de hoy siempre fue así, pero quiero que sepan que no era así. Que las cosas como están hoy: con agua y drenaje en las casas, con calles pavimentadas, las escuelas, los deportivos y teatros, por mencionar unos cuantos servicios que disfrutamos, son el fruto de muchos esfuerzo de sus padres, abuelos y de gente de buen corazón de todas las comunidades que se organizaron en Antorcha y el Proyecto Nuevo Chimalhuacán para alzar la voz durante varias décadas, exigiendo, a los gobiernos estatal y federal, servicios de calidad para su casa, colonia o barrio y para todo el municipio.
Entre tierra, polvaredas, basura, canales pestilentes a cielo abierto y lodazales, es como se recuerda el viejo Chimal. Así me lo compartieron algunos vecinos de Vidrieros, Alfareros, Ebanistas, Mineros, Fundidores, Hojalateros y Artesanos, con quienes platiqué hace pocos días en diversas reuniones y a quienes agradezco su sinceridad: “joven, el ayer se recuerda con tristeza, no me lo va a creer -me dijo doña Mari Olivera- se inundaban los chimecos en la avenida del Peñón; ahí en avenida Altamirano, en los años 90, se fue un autobús con todo y pasajeros, fue una tragedia. Se quedó en silencio y retomó el relato: lo mismo pasaba en avenida Berriozábal o en la Riva Palacio con los canales de aguas negras, hasta que Antorcha llegó eso se acabó”. Y es cierto: hoy no se ven las tuberías enterradas, pero fue en 2003, durante el primer gobierno Antorchista, cuando se introdujo el sistema de la ´Planta de Bombeo Vialidad K´ que consiste en captación, tratamiento y suministro de agua; posteriormente, durante los 21 años de gobiernos antorchistas se introdujo infraestructura compuesta por cárcamos, pozos de visita y absorción, brocales, etc., lo que ha evitado inundaciones, por dos décadas, en la parte baja, pues por naturaleza el agua que desciende de los cerros busca su cauce y este sistema ha prevenido desastres naturales.
“Muchos de los “nativos”, nos llamaban locos por vivir en la parte baja de Chimalhuacán”, recordó doña Mari Felix. Decían: “allá abajo está la colonia de los locos”, se refería a que solo un loco se atrevía a vivir en un lugar tan feo y abandonado; entre salitre y montañas de tierra”. Había algo de razón, no había nada y los gobiernos de caciques conocidos como los lobos, jamás se preocuparon por dotar de servicios a la población, pero sí de fraccionar ilegalmente a diestra y siniestra.
La corrupción de distintas esferas del poder mexicano permitió el fraccionamiento masivo de gran parte de la zona metropolita. De hecho, son unos 27 municipios aledaños a la capital del país, conocidos como conurbados, donde se han establecido más de 30 millones de familias. Chimalhuacán no fue la excepción: por su cercanía a la Ciudad de México y con el municipio de Nezahualcóyotl, muchas familias que buscaron suerte en las décadas de los 70 y 80, decidieron migrar a nuestro municipio para tener un cachito de tierra y un techo para vivir.
Leí con atención un comentario de un muchacho universitario, el cual se refería a que dejáramos de vivir de recuerdos, “pasen a la acción, para que puedan regresar”. En cierto punto tiene razón, pero considero necesario e importante hacer esta remembranza histórica que ojalá ayude a conocer lo que se hizo bien y también lo que se hizo mal. Por eso aprovecho estas líneas para tratar de hacer conciencia a jóvenes y adultos de que la clave para resolver muchos problemas de la sociedad es luchar y organizarse.
El presente tiene un por qué. Durante años, Antorcha y el Proyecto Nuevo Chimalhuacán logramos transformar radicalmente el municipio para el beneficio popular, eso también lo podríamos hacer para la entidad y el país entero. Por esto la consigna #TeCumplimosChimal, hoy cobra mucha relevancia.
Celebro que el actual gobierno antorchista, fuera galardonado con la presea Zafiro, de la Universidad Nacional Policial A. C. por logros destacados en “Cooperación institucional de Labor en el Desarrollo de Programas de Capacitación y Profesionalización Policial 2021”, algo poco visto en el ámbito de seguridad nacional; que -de acuerdo a una encuesta realizada por Consulta Mitofsky-, la ciudadanía haya calificado en grado alto al actual presidente municipal, Jesús Tolentino Román Bojórquez, quien se colocó entre los 100 alcaldes mejor calificados del país. Además, el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), de la Secretaría de Gobernación del Gobierno morenista, reconoció a Chimalhuacán como el tercer municipio mejor evaluado a nivel estatal. No lo digo yo, lo dicen organismos externos, que reconocen los resultados de 21 años del trabajo de personas visionarias al frente del gobierno local.
A todos mis compañeros antorchistas les digo: nosotros seguiremos luchando como desde el nacimiento mismo del antorchismo nacional; nosotros somos congruentes con las palabras y con los hechos y por eso hemos dado resultados a la gente. Ya logramos transformar Chimalhuacán, somos miles y seremos millones que seguiremos luchando por el presente y futuro de nuestra nación. Al tiempo.
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