Dos semanas han pasado desde el anuncio de una próxima manifestación multitudinaria que podría concluir en un plantón frente a Palacio de Gobierno. En esta campaña, oaxaqueños de distintas regiones, han denunciado incumplimiento del gobernador Alejandro Murat Hinojosa, en la oficialización de escuelas, solución a problemas político-electorales, contratación de trabajadores de salud, recorridos de los cuerpos de seguridad en zonas en conflicto, construcción de obras y dotación de servicios.
Estamos enterados de que el Maestro Murat ha tenido muchas actividades fuera del estado y poco ha podido atender estos y otros asuntos domésticos. Además, la experiencia de 48 años de lucha nos ha enseñado que importa muy poco tener la razón, porque el interés de los gobernantes de atender las demandas de sus gobernados está siempre en dependencia de los tiempos de la administración y, como ahora estamos al final de la estatal, ya no hay nada hacia adelante que motive atender con la candidez y presteza con que se atiende cuando se busca el voto o cuando se desea apoyar e impulsar a sus correligionarios.
Por ello, no dirigimos de nueva cuenta a la opinión pública y a todos aquellos que, como nosotros, solo encuentran respuestas negativas a sus peticiones. Y lo hacemos, porque es un prejuicio tan común reprobar la manifestación casi de manera automática, sin detenerse a ver con espíritu crítico, cuáles son las razones que la provocaron. Por tanto, conscientes del enorme impacto de las campañas de lodo y de calumnias que se nos lanzan, advertimos con antelación las medidas que vamos a tomar cuando no se cumplen los compromisos. En esta ocasión, llevamos cuatro meses de manifestaciones y plantones, que hemos estado siempre dispuestos a suspender cuando se han puesto plazos concretos de solución. Pero ya ha quedado claro que todo ha sido una estrategia de contención para no cumplir.
Y, ¿entonces por qué este artículo y por qué la manifestación? Pues porque los verdaderos luchadores sociales deben mostrar esmero y tesón cuando hay soluciones para sus agremiados, pero deben luchar aún con más convicción, entrega y valentía, cuando no las hay, porque es entonces cuando se necesita probar, en primer lugar, que somos los verdaderos defensores de sus intereses y que si no hay respuestas positivas, no es porque los líderes no luchen, sino porque a los gobernantes no les interesan los problemas de los sectores relegados; en segundo lugar, porque es cuando podemos demostrar a quienes sufren lo mismo, que tenemos la fuerza y la experiencia para agruparlos en torno nuestro si deciden luchar por hacer efectivos sus derechos y; finalmente, decir a quienes por desconocimiento o por dejarse llevar por las calumnias, que después de tantas peticiones de solución, no se puede, en buena lid, culparnos de llegar a la manifestación.
De tal forma, que nos dirigimos con respeto pero con firmeza, a todos nuestros amigos de los sectores empresarial, de la construcción, del comercio establecido, de los medios de información, del Reciclaje, de Salud, del agrario y de las demás organizaciones, que no han sido atendidos en el cierre de esta administración, para reiterarles que es esta realidad la que exige que nos organicemos en torno a la formación de una nueva fuerza social que haga surgir otro tipo de políticos y gobernantes. Para lo cual solo existe un camino, la lucha práctica, en que la que se tendrá que probar quienes son dirigentes, no con discursos, compadrazgos o relaciones. Hay que pasar de la inconformidad y las quejas a participar activamente en la solución de nuestros problemas, porque eso exige la realidad.
Finalmente diremos a la opinión pública que, a pesar de lo que se diga por parte de nuestros gobernantes, en Oaxaca, el tercer estado más pobre del país, las cosas no van bien, es más, cada día se configuran escenarios que son ya intolerables y que, por tanto, requieren de atención y sobre todo, solución.
Por ejemplo, según datos del Coneval, el 2021 aumentaron en 5 mil los pobres en la entidad y, 280 mil ciudadanos se incorporaron al grupo de quienes padecen alguna carencia social; por otro lado, con el recorte de 1500 millones de pesos al presupuesto estatal en el mismo año, el sector Salud vio sus ingresos reducidos en 41.4%; datos recientes sostienen que pasan hambre 477 mil niños y 58 mil no van a la escuela en el estado; según la Encuesta Nacional de Precios al Consumidor, la inflación es del 9.8%, mientras en el resto del país es de 7.45%, de tal forma que en lo que va de mayo, productos de elemental importancia como los que a continuación menciono, encarecieron de manera alarmante: el kilo de aguacate pasó de 45 pesos a 100 pesos el kilo; el de huevo de 27 a 36; el de pollo de 55 a 85; de la naranja de 9 a 11; de la cebolla de 6 a 10; del limón de 20 a 25; además, la trata de personas aumentó en 500% en lo que va del año; en el mismo periodo, ha habido más de 40 feminicidios, de tal forma que somos el segundo lugar a nivel nacional.
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