Datos recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señalan que el porcentaje de la población, cuyo ingreso laboral es inferior al costo de la canasta alimentaria, aumentó frente a niveles prepandemia (segundo trimestre de 2019) en el segundo trimestre del presente año en 11 estados de las regiones Bajío, centro y sur del país.
Dichos datos muestran que el incremento más significativo se presentó en Guanajuato, que registró un aumento del 4.62 por ciento, seguido de Hidalgo, Quintana Roo, Querétaro, Puebla, Ciudad de México, Veracruz, Nuevo León, Durando, Aguascalientes y Guerrero
En contrario, las 21 entidades restantes redujeron el porcentaje de su población en pobreza laboral, entre éstas figura Yucatán, con una disminución de -2.13 puntos porcentuales (de 36.93 a 34.80 por ciento); sin embargo, aunque indudablemente este dato representa un avance, no debemos ignorar que las cifras de pobreza a nivel nacional y estatal en agosto del año pasado mostraron un incremento derivado de la afectación socioeconómica por la pandemia durante 2020.
Tampoco debemos dejar de lado que, en los últimos tres años, las cifras de pobreza y pobreza extrema en Yucatán crecieron un 16.6 por ciento, según reportó el Coneval en su evaluación 2018-2020, dónde se informó también que, 17 sus municipios se ubican en entre los índices de pobreza extrema, todos ellos indígenas y 25 más en pobreza moderada.
Mérida, la capital del estado, a pesar de que reporta un grado de marginación muy bajo, en tanto el del estado, es alto; el 25.7 por ciento, es decir, 241 mil 515 meridanos padecen pobreza, lo que les impide pagar los productos de la canasta básica, además de carecer de servicios médicos, vivienda digna y sufrir rezago educativo.
Ante el agravamiento de sus condiciones de vida, un importante grupo de yucatecos humildes se ha adherido a las filas del Movimiento Antorchista en la entidad y, organizadamente, ha planteado ante los distintos niveles de gobierno sus necesidades de carácter social, así como las de índole productivo, de tal manera que puedan aligerar los males que los agobian.
Desde el año 2000, hemos acudido puntualmente ante las dependencias oficiales encargadas de atender y resolver necesidades de vivienda, servicios básicos, educación, salud, deporte y cultura y, de forma respetuosa, hemos planteado las necesidades de colonos, campesinos, estudiantes y profesionistas que no han encontrado otra alternativa más que hacer uso de sus derechos de organización, petición y manifestación, estipulados en los artículos 8 y 9 de la constitución mexicana, para hacerse escuchar y ser considerados en sus peticiones.
Sin embargo, desde inicios de la presente administración estatal que encabeza el gobernador, Mauricio Vila Dosal, el trato que nos han dispensado sus funcionarios encargados de atender estas necesidades ha sido de indiferencia y menosprecio para incorporar a yucatecos humildes a los programas sociales a los que, como todos los demás ciudadanos, tienen derecho.
Nuestras elementales demandas son acciones de viviendas (cuartos adicionales, baños, cocinas, pisos y techos), regularizar la situación jurídica de las colonias Cecilio Chi II y Leona Vicario del municipio de Kanasín; apoyo para 230 familias meridanas que durante la pandemia ocuparon un lote al verse imposibilitados de pagar renta; oficialización como escuela pública de la preparatoria de nueva creación Felipe Carrillo Puerto ubicada en Kanasín; materiales para actividades culturales y deportivas; introducción de agua potable y electrificaciones en colonias populares de Mérida, Kanasín, Tizimín y Valladolid; pavimentaciones de calles en colonias y comunidades de distintos municipios; fertilizante, herbicidas, herramientas, azúcar, e implementos apícolas para campesinos y apicultores del interior del estado; paquetes de materiales para artesanos (bordado, urdido, tejido, labrado de madera) y despensas. Como podrá juzgarse, nada superfluo.
Por eso, los antorchistas yucatecos, seguiremos insistiendo en la solución de estas justas demandas; regresaremos nuevamente a insistir a las dependencias estatales, en particular a la sede del poder ejecutivo, para exigir solución. Al señor gobernador, le reiteramos que la solución o negativa de estas necesidades afectará cientos de familias humildes de la entidad que él gobierna y que por tanto es su deber incidir en el mejoramiento de sus condiciones de vida.
El próximo jueves 6 de octubre, una comisión de 150 antorchistas acudiremos de la Secretaría de Desarrollo Social del estado, en busca de respuestas positivas a nuestras demandas, por lo que desde hoy solicitamos a su titular, Roger José Torres Peniche, se sirva atender a dicha comisión puesto que, como titular de la dependencia, las soluciones a necesidades urgentes están en sus manos.
Insistimos en que la actividad de los antorchistas no busca desestabilizar a alguna autoridad, por el contrario, junto con nuestra búsqueda por mitigar los males que provoca la pobreza a miles de familiar yucatecas, queremos coadyuvar a la estabilidad social, pero para eso se requieren soluciones.
La pobreza en Yucatán está lejos de desaparecer y las carencias que sufre 1 millón 156 mil 900 yucatecos, indican que es urgente, que el compromiso hecho por el gobernador en su tercer informe de gobierno, en el sentido de acabar con la existencia de dos yucatanes, uno pobre y otro rico, se cumpla. De ocurrir, mostrará a un gobierno sensible y responsable con sus gobernados. Por nuestra parte, no cejaremos en nuestra exigencia de que se resuelvan nuestras necesidades.
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