La tasa de desocupación laboral en México ha sido un problema que hemos venido padeciendo desde sexenios anteriores, con el paso de los años el problema se ha ido agudizando y agravando más, trayendo como consecuencia empleos informales y aumento en el número de pobres, el problema toma un nuevo panorama con la llegada de la pandemia, se tornó como un comienzo de año gris, se perdieron millones de empleos y muchos quedaron a la deriva sobreviviendo con lo poco que tenían.Los mexicanos que no perdieron su empleo, en su gran mayoría tienen un salario muy raquítico, un salario que no les alcanza para siquiera darle una buena alimentación a su familia, mucho menos brindarle una excelente calidad de educación a sus hijos, muchos niños desde pequeños, debido a que la madre o el padre no cuentan con un empleo bien remunerado, se ven obligados desde temprana edad a ayudar a sus padres en pequeños empleos informales, trabajando de cerillitos, vendiendo dulces en semáforos, lavando vidrios de los coches en los mismos semáforos o hasta pidiendo limosna en las calles.
La pobreza laboral es un fenómeno muy contemporáneo que se desprende de la falta de empleos, pues, al no haber un buen empleo y para no ser parte de la gran mayoría de desempleados que México tiene, los que la sufren se conforman con los pocos empleos mal pagados que encuentran.Para ser más concretos, se entiende por pobreza laboral la situación en la que el ingreso laboral de un hogar, su salario, no es suficiente para alimentar a todos sus miembros; en efecto hay empleos mal pagados, y eso lo padecen más los campesinos y obreros en donde por lo general solo ganan 100 pesos en una jornada de seis a ocho horas y tienen una familia de aproximadamente seis integrantes, es más que notorio que un salario mínimo no le alcanza, a pesar de que en diciembre del año pasado el salario mínimo tuviera un aumento del 20 por ciento quedando en 123.22 pesos, en la realidad muchos ganan menos del salario aprobado.Hogares en pobreza laboral pueden lograr alimentarse a partir de ingresos no laborales como remesas, transferencias o acceso a programas sociales, aunque este último, ya no tiene el mismo resultado que se tenía en sexenios anteriores, pues han desaparecido muchos programas sociales que beneficiaban más que los actuales, que son muy pocos, implementados con la llegada de 4T.
En el primer trimestre del presente año el porcentaje de la población trabajadora que no le alcanzaba para comprar una canasta básica era del 35.7 por cineto equivalente a unos 45.2 millones de personas, con los efectos que la pandemia nos regaló a causa de la contingencia sanitaria del "Quédate en casa" el porcentaje se elevó en casi dos cuartas partes de lo que había en el primer trimestre, durante el mes de mayo de este año, es decir el segundo mes de la contingencia sanitaria por el covid-19, la población en pobreza laboral se ubicó en 54.9 por ciento de los habitantes.Con esto, la pandemia ocasionó que el número de mexicanos en situación de pobreza laboral se elevara en 24.4 millones que se suman a los 45.2 que se registraron durante el primer trimestre del año, el número total queda elevado hasta finales de mayo en un número oficial a 69.6 millones de personas, estos duros datos, porcentajes y números que se presentan, son cálculos aproximados que la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) y la ETOE ( Encuesta Telefónica De Ocupación y Empleo) proyectan, que a través de un reporte, y en un análisis que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer.
El futuro suele ser predecible en ocasiones, intelectuales y grandes economistas desde los inicios del confinamiento proyectaban lo que se veía venir, una crisis económica en la que la mayoría de los afectados serían los pobres del país, los más vulnerables y es lo que se ve en estos cuatro meses del confinamiento; estamos a finales de julio y este futuro hoy es presente que pudo ser evitado desde el comienzo de la contingencia sanitaria.No habríamos llegado a estos terribles números si el gobierno hubiese actuado con responsabilidad a los comienzos de la contingencia sanitaria, pero es lamentable que esa madurez política no llegará, solo bastaba con unos 15 días (o tres semanas, acaso) del "Quédate en casa" y un apoyo a la gente vulnerable para pasar esos escasos días, así como un combate decidido a los contagios para contener la pandemia y estar en condiciones para reactivar la vida, pero el presidente actual AMLO prefirió seguir dando consejos para que salieran, que "no pasa nada" según decía, hoy vemos los terribles resultados de esa mala actuación, los números se han elevado en la pobreza laboral y no solo en ese sector sino en muchos más, la pobreza en general y el colapso de la economía son los efectos más graves que se ha tenido en nuestro país.
Ante esta nueva normalidad nada ha cambiado, solo las muertes y los contagios que fueron en aumento, es algo tarde para la reacción del gobierno, pero aún puede hacerlo, ante la pérdida de los empleos y si se quiere bajar ese número en la pobreza laboral, hay que crear empleos de calidad.Hay que generar fuentes de trabajo en el que la gente que quiere y puede desempeñarse, lo haga.De otra forma el mismo gobierno será partícipe y estaría fomentando desigualdad y más pobreza de lo que había antes de su falta de actuación oportuna, al comienzo de la contingencia y antes del desastre que hoy tenemos.
No se trata, pues de que alguien quiera ganar más, pues, en efecto todos quisiéremos ganar más, sino de que TODOS tengan trabajo y que los salarios sean remuneradores, lo cual es posible aun existiendo la empresa privada, solo que menos rapaz que la de nuestros días, y un gobierno que cobre impuestos de manera progresiva, para que tenga los suficientes recursos para incentivar la producción y generar empleos.La exigencia debe ser parte de nuestra vida como sociedad, pero no por un deseo irracional de querer más de lo que merecemos, sino porque los salarios actuales son miserables y se pueden subir de manera trascendente sin generar inflación; por eso no se pueden considerar "empleos" las dádivas del Presidente en los programas sociales, esos no son trabajo, no generan riqueza y sí son inflacionarios.Debemos exigir una nueva política de estado, debemos y tenemos que exigir al gobierno, no por agradecimiento al pueblo que le dio el triunfo, siendo que en estos dos años de su falta de política han traído más pobreza y deterioro en varios sectores de nuestro país, y si no corrigen debemos quitarlos del gobierno y poner a otros.Vuelvo a repetir y de eso es difícil que los antorchistas nos cansemos, el pueblo debe y tiene que corregir el rumbo de México, que siendo una de las 15 economías más importantes del mundo no debería tener estos números, ahora depende de que el pueblo en verdad tome las riendas y no volvamos a otro efecto de endulzamiento de oídos como sucedió en las elecciones 2018.
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