En unas semanas el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, entregará su cargo y aunque se habla de posibles cargos a nivel federal, en el estado aún faltan muchas cosas por hacer. Si bien es cierto, 2 años fueron pocos para avanzar en los proyectos que se tenían pensados, el estado continúa aún en cifras rojas, esto en materia de pobreza, servicios públicos, inseguridad y demás; y es que aunque la inversión para avanzar en estas áreas fue importante, ante dicha realidad quedó muy rebasada.
José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval, informó este jueves que con base en los resultados de la “Medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020”, en 2018 había 51.9 millones de personas en situación de pobreza, mientras que, en 2020, año de la pandemia de COVID-19, dicha cifra incrementó a 55.7 millones.
En el informe dado a conocer en agosto de este año, el organismo detalla que, en el periodo referido, el porcentaje de personas pobres pasó de 23.6% a 22.5%. Esto significó una baja de 884 mil a 851 mil. Aunque disminuyó la cifra de ciudadanos en pobreza moderada, en donde sí se registra un alza, es en la cantidad de bajacalifornianos que viven en pobreza extrema, pues el número subió de 50 mil a 58 mil, de 2018 a 2020.
El Coneval muestra que un millón 299 mil personas en el estado viven con alguna carencia social, como el rezago educativo, falta de acceso a servicios de salud, seguridad social, alimentación, así como una vivienda digna. En 2018 el número de ciudadanos con este tipo de problemática era de un millón 270 mil.
Las cifras oficiales demuestran que hay mucho trabajo por hacer, BC no alcanza todavía el desarrollo que piden los bajacalifornianos, se avecina una nueva administración morenista, entre dimes y diretes ya empiezan también los posicionamientos y los ataques entre ellos, así lo dejó ver Bonilla en su transmisión en vivo, en donde cuestionó a la gobernadora electa, Marina del Pilar, y a quien pidió posicionamiento sobre temas que aún no está obligada a postular; como hace tiempo y como siempre, estamos viendo una guerra de pandillas del mismo origen, mismas que buscan llevar agua para su molino, utilizando al pueblo como cancha de juego y será él el que tenga todas las de perder.
Este 15 de septiembre vimos a través de su página oficial, a un Bonilla triste, desganado y solo, tal vez cansado, pero este gallo ya no canta como antes, así, en compañía solo de su mujer y de ningún funcionario, salió a dar el grito de independencia, así se despide del estado, con muchas deudas todavía y no me refiero a la deuda con el Ayuntamiento de Tijuana, sino con la población, pues la campaña de entrega de despensas despiadada, no mejorarán la calidad de vida de los bajacalifornianos de manera sustentable, solamente de manera pasajera.
Hoy nos toca a los a los antorchistas poner manos a la obra, revisar los pendientes y seguir luchando y trabajando como hasta ahora, para que ésos compromisos se cumplan, ya sea con este gobierno o con el que venga, que nadie se quede en casa en espera de un mundo mejor, pues éste mundo en el que hemos soñado, se construye con nuestras manos voz y corazones, así como hasta ahora adelante, ni un paso atrás.
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