Puebla, Puebla.- Enero, hasta ahora, ha sido el peor inicio de año del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, porque su gobierno enfrenta los peores conflictos sociales, de seguridad pública y educativos, al grado de que el caso de la UDLAP lo coloca como un político que se metió al conflicto cegado por el dinero que le prometieron.
Así lo afirmó Juan Manuel Celis Aguirre, líder del Movimiento Antorchista en Puebla, tras hacer una evaluación de los malos resultados de Barbosa como gobernador.
Expuso que uno de los casos por el cual el estado y el gobernador estuvieron bajo la lupa fue el del bebé Tadeo, cuyo cadáver fue exhumado y arrojado a los contenedores de basura del penal de San Miguel; sin embargo, como única solución, Barbosa ordenó el despido de varios funcionarios y del propio secretario de Seguridad Pública estatal para “limpiar” su imagen.
"Pero con eso demuestra que es incapaz de someter al crimen”, apuntó el antorchista, quien agregó que existen aún más problemas de inseguridad; por ejemplo, la falta de unos días de que se cumplan dos años del asesinato de tres estudiantes de medicina y un chofer de Úber, en Huejotzingo, crimen que desató la indignación estudiantil con marchas gigantes.
Remarcó que en enero, Puebla registró 86 denuncias por homicidio y 118 carpetas de investigación por desaparición de personas; no obstante, hasta el momento Barbosa ha tenido cuatro secretarios de Seguridad Pública, pero ninguno de ellos ha servido para hacer de Puebla un estado más seguro.
Asimismo, recordó que hace poco la revista Proceso publicó un reportaje titulado “Caso UDLAP. Al descubierto la trama de Barbosa por una herencia de 720 millones de dólares”, que evidencia la participación del gobernador y su estrategia, elaborada por la firma de abogados del panista Roberto Gil Zuarth, para obtener la fortuna de 720 millones de dólares de la Fundación Mary Street Jenkins, incluyendo la Universidad de las Américas.
“Aunque ahora lo niega, Miguel Barbosa Huerta se metió al conflicto cegado por el color del oro que le prometieron”, acotó.
“Desde la semana pasada, los jóvenes de la UDLAP protestan en las calles para exigir que el gobierno les devuelva la escuela y puedan tomar clases presenciales, además el conflicto se complicó aún más porque Barbosa, el panista Gil Zuart, el presidente de México, la UIF y Alejandro Gertz Manero le intentan meter mano a esa jugosa herencia, demostrando así a los políticos mexicanos cegados por don dinero, como dijo Cervantes, y lo que sufren las consecuencias son los jóvenes estudiantes”, finalizó Celis Aguirre.
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