Esta semana visité las zonas que hemos denominado las villitas, en la zona Este de Tijuana, lugares donde habitan familias de escasos recursos económicos y que se han acercado al Movimiento Antorchista para solicitar ser incluidos al programa de vivienda que hemos impulsado ante el gobierno del estado; aquí donde han pasado ya varios meses en casas construidas con material reciclado, viven estas familias que provienen de diferentes estados de la República del mismo estado, y que han buscado llegar hasta estas tierras para brindar un mejor futuro a sus hijos.
Las zonas de las villitas, son áreas comunes que las familias de buen corazón, han prestado de manera provisional para que las familias que no tienen dónde vivir, puedan resguárdesele, con el objetivo de que en lo inmediato el gobierno, cumpla con su palabra de dotar a más de 1 500 familias de lotes, compromiso que hizo el gobernador del estado en el 2020.
Aquí platiqué con las familias, sobre las inclemencias que han tenido que pasar en estas temporadas de lluvias, de cómo el agua se les mete por el techo o el frío se cuela entre las paredes de madera de sus endebles casas; también conversamos sobre el compromiso que está pendiente por parte del gobernador y de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenamiento Territorial (SIDURT), que encabeza la Arq. Karen Postlethwaite Montijo, a la cual está de más decir, hemos buscado, entregado documentación y con la que nos hemos reunido en reiteradas ocasiones, pero que hasta la fecha la respuesta ha sido la misma, compromisos que no se cumplen.
El seguimiento a la demanda ha ido hacia abajo, primero en el mes de noviembre, el gobernador ofreció 1 500 lotes, para el igual número de familias, después el 4 de diciembre la secretaria de la SIDURT, bajó el número a 400, se dijo que se tenía una propuesta de terrenos, a más de cuatro meses, esta propuesta ha sido una que ni ellos mismos aceptan; juego de compromisos que se ha visto en otras administraciones y que se utilizan para dar manejo a los solicitantes.
Veamos algunos datos, en esta entidad existen 80,000 trabajadores con intención de compra de vivienda, de los cuales más de 60% no encuentra la oferta adecuada a sus necesidades.
De 90 proyectos en proceso de construcción, solo dos se encuentran en el segmento social y ocho en el económico, mientras que 12 son de vivienda media, 42 residencial y 26 residencial plus, según estimaciones de la Asociación Mexicana de Promotores Inmobiliarios (AMPI). La base de la pirámide de la población (53,000 empleados), es decir, 70% de la clase trabajadora que gana menos de 7,000 pesos al mes, tiene muy poca oferta.
Es decir, aquellas personas que tienen un salario, "bueno", tampoco pueden adquirir un patrimonio para sus familias; cuando hablamos de las familias de las villitas, hablamos de familias que carecen de un salario fijo, son familias que laboran en lo que hemos catalogado, trabajo informal, en sobrerruedas, en oficios mal pagados, en aquellos que han aceptado para conseguir el sustento diario para sus familias, con ello, quedan imposibilitados de entrar en este rubro que, aunque con dinero, están imposibilitados de adquirir una vivienda.
A pesar de todo ello, hemos impulsado un programa de viviendas de interés social, donde se les brinde a las familias una oportunidad de adquirir una vivienda a bajo costo; el camino está dado, el gobernador ya se comprometió; la encargada de la SIDURT, dijo que tiene el tema en sus manos y lo resolverá; el compromiso está dado, pero todo compromiso se vence, ellos tienen la última palabra; por nuestra parte está la necesidad de luchar y trabajar para que esto se cumplan, el acuerdo ya está dado con los vecinos de las villitas, o cumplen o nos iremos a instalar de manera indefinida a las afueras del gobierno estatal, porque el pueblo tiene memoria y no olvida.
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