Después de votar en contra de la reforma eléctrica, los legisladores que integran la oposición y contrapesos de Morena y su bloque, enfrentan una persecución política y una campaña de odio al ser acusados de traición a la patria. Son víctimas de una campaña de desprestigio, de ataque, si se puede decir, por no haber votado a favor de la reforma eléctrica.
A nivel nacional, los morenistas expusieron sus nombres y partidos, pero esto parece que se salió de contexto porque es una situación de desprestigio hacia los legisladores del PAN, PRD, PRI y contra los de Movimiento Ciudadano (MC).
Morena y sus protagonistas son los responsables de ese “quemón” a los partidos políticos, y lo hacen con miras a las elecciones locales que están próximas y a la de 2024 cuando estará en juego otra vez la presidencia de México. El contexto político es óptimo para que Morena ataque a la oposición de manera más drástica con tintes políticos, y busca cualquier coyuntura para obtener beneficios políticos, pues en este 2022 se renuevan gubernaturas en varios estados de la república, y esta es una táctica de la autoridad federal para proyectar negativamente a los partidos políticos que no simpatizan con la ideología del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Ya hay algunas quejas de los diputados de los partidos antes mencionados que se dicen objeto de ataques y hasta de amenazas, porque se les cataloga como traidores a la patria, pero es necesario resaltar que los ataques o acciones en contra de los legisladores sí están algo fuera de contexto porque hay quien dice que surgen de la misma ciudadanía; la realidad es que provienen de los partidos políticos que comulgan con el Gobierno federal.
Sin duda, esto es una muestra que la situación en el país va cambiando, pues de ser la ciudadanía la exige que se mejoren las condiciones de vida para los mexicanos, es válido, pero que esta sea una demanda por parte de los partidos políticos, es de llamar la atención.
La autoridad federal debe poner atención en los problemas políticos y sociales que deben de evitarse, y si ya están, deben de resolverse, pues ahora los legisladores tendrían que apegarse a los caprichos de quien gobierna a nivel federal, por lo que es necesario voltear los reflectores a esta problemática.
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