MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Carta navideña a mis compañeros antorchistas

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A pocos días de adentrarnos de lleno en la época navideña, surge la duda de cómo haremos frente y se desarrollarán las tradicionales fiestas de cada año. Este tipo de acontecimientos, que sirven para unir a las familias, olvidarse del estresante día a día, aprovechar unas horas de mayor intimidad con las personas con las que compartes proyectos de vida y de trabajo y crear vínculos mayores que los que se establecen en esa rutina laboral. Esta Navidad de 2022 es la primera en la que podemos volver a sentir que, en cierto modo, todo ha vuelto un poco a la normalidad aún con la amenaza de la pandemia presente; el coronavirus sigue amenazando.

Aunque hayamos reducido las medidas de seguridad en todos los ámbitos, hay que seguir teniéndolo presente que la pandemia sigue activa, e ir con cautela, sobre todo de cara a las reuniones navideñas. Por ello, invito a todos mis compañeros a que no bajemos la guardia y estemos muy atentos en seguirnos cuidando.

En otras colaboraciones, hemos hablado de los diferentes problemas que aquejan a nuestras familias humildes, hoy no daré muchas cifras, aunque sí recordar que seguimos en la incertidumbre económica. La época de inflación que estamos atravesando a nivel mundial, empalmando la crisis de la postpandemia, con la crisis generada por el conflicto ruso-ucraniano está afectando de lleno a todos los ámbitos de la vida. Y claro, las nulas acciones de un gobierno federal que está más preocupado por perpetuarse en el poder, sin atender las causas de fondo de esta pobreza galopante en nuestro país.

Les quiero recordar compañeros, que  nuestra querida organización, el Movimiento Antorchista, nació hace más de 48 años, como consecuencia de la desigualdad que prevalece en nuestro país, de las injusticias que se cometen día a día contra los que menos tienen y ondeando el estandarte de la lucha constante contra la pobreza en México, que cada día toma cifras espeluznantes, donde muy pocos son muy ricos y derrochan sus riquezas en banalidades y muchos, la mayoría de los mexicanos ( más de 120 millones) padecen hambre, miseria y tristeza por su condición de marginados.

Como tarea fundamental la hemos tratado de cumplir con esmero y dedicación y, a lo largo de 48 años, para ser exactos, todos los que integramos esta organización, única, genuina y noble, a través de la lucha organizada hemos llevado además de mejoras en obras y servicios a comunidades muy marginadas del territorio nacional, sobre todo conciencia a esos pobres que habitan las colonias más pobres, los campos desolados de miseria, donde se padece hambre y frío, y muchos, muchos han sido los que han logrado ver la luz y entender la idea, la dulce idea como Don Quijote, El Ingenioso Hidalgo, tenía, esa idea que se ha sembrado en miles de corazones.

Por eso, al momento de escribir estas líneas, aprovecho para agradecer al dirigente municipale, Cristian Nicolás, y a todos los activistas de los equipos de La Paz y Los Cabos que sigan impulsando los eventos de fin de año, donde además de convivir con los plenistas y grupos, se reafirman nuestros ideales y compromisos con la lucha de los humildes antorchistas.

Compañeros antorchistas estos eventos de fin de año nos permiten hacer nuestra e impregnarnos de  la dulce idea de que perseguimos, contagiada por nuestro líder indiscutible, el Maestro Aquiles Córdova Morán, que consiste precisamente en lograr un mundo de luces solamente, donde el hombre trabaje y viva sin llorar, donde el alma se expanda y vibre tiernamente, como el ave que canta, como el agua y el mar, como rezan algunos de los versos de un hermoso poema titulado "Inquietud", de autor anónimo. 

Antorcha ha demostrado siempre que no es de papel y que sus bases están firmes, y sus pilares hechos de acero, que en vez de derrumbarse, como muchos otros, cada día crece más y se fortalece, y esa fuerza radica en su gente, la gente que es parte de este movimiento, esa gente que no es la más rica de este país, que no viste de gala, ni presume de millonario, no, la gente que es parte de nuestra organización es el pueblo pobre de México, el pueblo humilde que por décadas ha sido humillado y pisoteado por los más poderosos.

Compañeros, el Maestro Aquiles, fundador y guía de nuestra querida organización, que ha dedicado toda su vida a la causa de los más pobres, que ha llevado conocimiento y ha abierto los ojos de los más desprotegidos; el Ingeniero Aquiles, quien ha  explicado  que el quehacer inmediato para los antorchistas del país en esta época tan difícil  para los pobres de México, pero especialmente quienes estamos organizados buscando la solución de nuestras demandas para defendernos de la cada vez mayor pobreza que nos acosa, debemos sentir como una alta obligación el comprender y asimilar las grandes ideas y verdades que expresan los discursos pronunciados por el Maestro Aquiles en sus pronunciamientos quincenales, y artículos semanales; porque son el sustento, la base de la conclusión que nuestro líder y con él todos hemos sacado: Para sacar a México de la pobreza y por tanto de los graves problemas del presente que los destruyen como nación, la única salida es que los antorchistas crezcamos, nos multipliquemos en número para tomar por la vía electoral, el poder político en México, y así empezar a resolver sus enormes problemas.

La tarea que llevamos a cuestas es difícil, pero no imposible, sobre todo en estos tiempos las cosas brillan a nuestro favor, porque los más poderosos se descaran y enseñan los colmillos con ferocidad, por eso todos debemos permanecer unidos ante los embates y sobre todo firmes y valientes, que bien dicen que al final del túnel siempre encontraremos la luz, esa luz que es de Antorcha. Disfrutemos de estas “fiestas decembrinas” y dispongamos en luchar con mayor convicción para el año venidero, un abrazo fraterno a todos compañeros.

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