En la política la demagogia es una estrategia que se utiliza para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política.En México a lo largo de su historia "democrática" han ocurrido sucesos que han dejado huella y marcado el rumbo del país.Desde acciones trágicas e ignominiosas, hasta logros que se han considerado milagros, sin embargo, en la historia actual de nuestro país tras años de hartazgo social por la agobiante pobreza de las mayorías trabajadoras, las represiones, y los movimientos sociales, no cabe la clásica receta de someter a la fuerza a la población, a menos que sea como último recurso, para ello, en la política mexicana se han diseñado todo un sistema de medidas que fungen como distractor, justificador, y/o manipulación, conocidos coloquialmente como cajas chinas, dar gato por liebre, o dar atole con el dedo.Todas estas medidas tienen como fin, controlar y desviar la atención de la población para ocultar el pésimo resultado de las acciones o decisiones de una administración.Uno de los esquemas más conocidos y completamente estructurados son el coloquialmente conocido como circo, maroma y teatro, que significa; hacer hasta lo imposible con tal de obtener lo que se desea.Son varios los problemas que llevan al actual gobierno a tomar estas medidas, el ahogamiento de la economía, la disfuncionalidad de la separación de poderes, los problemas sistémicos y estructurales agravándose cada día, crean un entorno hostil, y adverso.
Esta medida demagógica consiste en tres aspectos y etapas;
El circo: un circo es un espectáculo artístico, normalmente itinerante, que puede incluir a acróbatas, contorsionistas, equilibristas, escapistas, magos, malabaristas, mimos, payasos, titiriteros, tragafuegos, trapecistas, ventrílocuos.Es presentado en el interior de una gran carpa que cuenta con pistas y galerías de asientos para el público, en el aspecto político no se difiere mucho de la definición de la palabra puesto que un circo político es un show o espectáculo mediático, que tiene como base el actuar de un político o partido en el poder de acuerdo a su estandarte de principio e ideales, a grandes rasgos es la aplicación de sus planes ideológicos a fin de obtener a toda costa el resultado que se ha planeado, diseñado y estructurado de manera itinerante que incluye todo tipo de partícipes como; funcionarios y figuras de distintos niveles, magos que aparecen y desaparecen evidencias, ventrílocuos que manipulan a terceros para no mancharse, payasos que dicen y declaran sandeces para olvidar hechos, trapecistas que brindan de bando y de partido durante al acto y no pueden faltar los presentadores, que son los medios de comunicación que lo presentan al público a convicción de sus intereses, Todo esto con un itinerario diseñado para que la población, siga al pie de la letra el acto con el fin de ver un desenlace.
La maroma: es una vuelta acrobática, que enrolla al cuerpo adelante o hacia atrás volviendo a su posición original.En la política la maroma es; Voltereta política, cambio oportunista de opinión o partido.Es decir, justificar una acción o decisión que va en contra de los ideales o propuestas de un partido o figura política, cuando el circo no está funcionando la maroma sirve como medio de justificación con el fin de mantener el itinerario.
El teatro: es la rama de las artes escénicas relacionada con la actuación.Representa historias actuadas frente a los espectadores o frente a una cámara usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido o espectáculo.En el ámbito político el teatro es un montaje completamente estructurado, que tiene como fin distraer y desviar la atención de la población sobre una situación que se está padeciendo a otra distinta que calme o apacigüe el descontento, es decir cuando el circo y la maroma resultan contraproducentes o con resultados nulos, se exige la necesidad de desviar la atención de la población a un tema que se le preste más interés y olvide el fracaso de los actos anteriores.
En la historia moderna de la política de México ha habido un sin fin de ejemplos demagógicos del circo, maroma y teatro.Tal es el caso de la famosa guerra contra el narcotráfico, cuando se realizó toda una campaña y propaganda política de combatir y erradicar el narcotráfico en México, a grandes rasgos todo un show mediático del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, que bien tenía todo un itinerario de actuar y trabajar en todos los niveles y sectores de la seguridad pública, con el fin de garantizar la seguridad y el bienestar de las familias mexicanas, nada más alejado de la realidad, puesto que Entre diciembre de 2006 y enero de 2012 se estima que murieron alrededor de 60,000 personas mediante ejecuciones, enfrentamientos entre bandas rivales y agresiones a la autoridad.Este número de víctimas englobó a narcotraficantes, efectivos de los cuerpos de seguridad y civiles.Entre los civiles se encontraban periodistas, defensores de los derechos humanos y personas sin identidad o no identificadas que fueron ejecutadas por los cárteles.según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.La maroma de todo este fracaso fue justificar los errores como daños colaterales y decir que, si se preferían esas matanzas o dejar de perseguir al Narco, otra de las justificaciones fue equiparar el número de víctimas con el número de detenidos de personas vinculada al crimen organizado.Dado que fue evidente el fracaso y las maromas no convencieron.Se montó todo un teatro de "CAPTURAS" a líderes de cárteles y organizaciones criminales como los Beltrán Leyva, Tony tormenta, la Barbi, entre otros capos importantes, así como la desmantelación de narcolaboratorios.Excusarse y eximirse de la vinculación de autoridades al crimen organizado.
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