Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Inegi, 19 de octubre 2021): el 92.5% de los ciudadanos de Ciudad Obregón sienten inseguridad por la ola de violencia. Quiénes serán los del 7.5% que sí se siente seguro en esta ciudad? Usted formule su respuesta. Sólo doy una pista, el 10% de los hogares más pobres en Sonora gana $12,100 al trimestre, mientras que el 10% más rico percibe $190,000 (ENIGH 2020).
Ciudad Obregón es la cabecera municipal de Cajeme, la segunda ciudad más grande en población de Sonora. El censo más reciente de Inegi (2020) dice que hay 436,484 habitantes, de los cuales, los rangos de edad que concentran más población son por orden de mayor a menor: 15-19, 20-24 y 10-14 años. Como se alcanza a percibir buena parte de la población en Cajeme es joven y por lo tanto propenso a los vicios de la vida. Un mercado cautivo del alcohol, drogas y fiestas desenfrenadas. Principales mercados dominados por la delincuencia organizada.
El pasado lunes 18 la Secretaría de Salud de Sonora decretó el cambio de semáforo epidemiológico para Sonora a color verde. En Obregón lo que no ha cambiado nada es la violencia diaria que se vive en la vía pública, en los negocios, en la vivienda, en el municipio entero. Ante los ojos de los locales y del mundo ¿qué representa la ciudad? Recuerde estos datos: según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C. (CCSPJP), Cajeme ocupa el lugar 8 de 10 dentro de las ciudades más violentas del mundo.
Para ilustrar un poco más el estado de violencia originada por peleas entre grupos de la delincuencia organizada, me permito hacerle la sugerencia de que ponga en el ordenador o teléfono celular la oración: Cartografía del Sonido de una bala y ubique usted en el mapa Obregón. Es de terror lo que pasa. Esta aplicación fue diseñada por el colectivo Independiente Punto Tres, una organización civil que busca concientizar acerca de la ola de violencia desbordad. El mapa permite visualizar el número de eventos con detonaciones de arma de fuego ligadas a actos de violencia.
Este tema nos afecta a todos por igual: ricos, pobres o clase media. Se ha instaurado una especie de nueva autoridad en la que el narco impone sus propias reglas, sus propias tarifas y su propia justicia. Ya no se respeta ni edad, condición social, ni inocencia, si te atraviesas fue tu culpa. El estado de derecho y protección hacia el ciudadano es más que letra muerta en los escritorios de los diferentes niveles de gobierno federal, estatal y municipal: simplemente el ciudadano de Obregón está solo y en desventaja. Nadie ve por él y su familia. En los hechos en Cajeme gobierna la violencia.
Para muestra algunos datos periodísticos recientes: 1) 13 de mayo del 2021, la nación se conmociona al darse a conocer el asesinato de Abel Murrieta candidato a la alcaldía, a plena luz del día mientras repartía propaganda en pleno centro de Obregón. 2) el 21 de septiembre 2021, ante el arranque de la Copa Mundial de beisbol sub-23, la Canaco Cajeme ruega al crimen organizado detengan las ejecuciones y enfrentamientos, que haya una tregua (nadie hizo caso al llamado, el mismo día hubo muertos. 3) Durante la tarde del 11 de octubre 2021, por fuera de un centro comercial es baleado un automóvil del año, quedan heridos una pareja de adultos y muere por impacto de bala un menor de apenas 3 años. 4) la mañana del 13 de octubre al interior de las oficinas de los Juzgados de lo Familiar perteneciente al Poder Judicial de Estado, un abogado que laboraba ahí asesina a tiros a un familiar y luego se quita la vida de un tiro a la cabeza.
Creo que es más que suficiente con estos datos para comprender a qué nivel de inseguridad se enfrentan casi medio millón habitantes en Cajeme. Huele a muerte y no tanto por los fallecimientos a causa de la covid-19, sino, más bien por los 225 homicidios dolosos que registra la ciudad en lo que va del 2021. El gobierno municipal, totalmente rebasado (la administración actual y la pasada son de Morena), la policía municipal infiltrada, mal equipada y con pésima capacitación.
En este contexto, el pasado 13 de octubre en Hermosillo, bajo la supervisión del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y la suma de los 72 presidentes municipales, la secretaria de Seguridad Estatal, María Dolores del Río, y Claudia Indira Contreras, fiscal general, se realizó la creación del Mando Único Coordinado. Bajo el supuesto objetivo de combatir la delincuencia en el estado de manera coordinada entre los diferentes niveles policiacos y judicial, se capacitará a policías municipales y estatales para el enfrentamiento en casos extraordinarios. ¿Servirá para algo? Al tiempo. De momento, contribuyo haciendo el llamado a la sociedad en general a que hagamos conciencia de lo crítico del caso en Cajeme y en consecuencia exijamos a quienes están al frente del gobierno resultados inmediatos. ¿O esperamos a escuchar las trompetas en los cielos?
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