Bajo su lema de “primero los pobres” el presidente de México y promotor de la llamada Cuarta Transformación Andrés Manuel López Obrador, oculta una verdad que lastima a la nación entera, las familias empobrecidas han crecido, la miseria extrema se ha acentuado en su administración que está a punto de concluir, mientras el colapso financiero en Estados y Municipios se hace presente, anunciando tiempos de hundimiento económico para el país.
Las promesas populistas de dicho mandatario mexicano han quedado en eso, la realidad del México es muy diferente a la que él promueve en sus discursos y acostumbradas “mañaneras”, después de haber implementado equivocadas políticas públicas que han remado en contra de millones de sus compatriotas, mientras él vive en un palacio, allá en los reductos de las barriadas, en diversos sectores como el campesino, hombres y mujeres, niñas y niños, siguen sin probar alimento alguno durante el día, llegando a conciliar el sueño con la panza vacía.
Esa es la verdadera dimensión que se oculta bajo su slogan publicitario de “primero los pobres”, el fracaso de la 4T encerrada en actos populares y mentiras, donde se reparte dinero a manos llenas que equivocadamente han dicho que es dinero de AMLO, pero que únicamente se hace llegar a ciertos sectores para reclutar votos que le permitan a López Obrador y su partido el Movimiento de Regeneración Nacional acrecentar su poderío político en las urnas.
No hay que negar que dicho Presidente es experto en el engaño, en el encantamiento de masas con la lengua, sabe pegarle al corazón del pueblo pero el problema es que lo hace a base de mentiras, donde basta poner como ejemplo la tragedia de los mineros en la Región Carbonífera de Coahuila, familias a las que prometió desenterrar a sus muertos, sin que a la fecha se haya logrado un solo rescate.
Lo mismo ha hecho con la eliminación de programas y fideicomisos que le permitían a miles y miles de mexicanos su subsistencia, a decir del Seguro Popular, para colocar en su lugar instituciones médicas sin pies ni cabeza, dejando a los mexicanos encerrados en el desamparo y el sufrimiento, sin medicamentos a su alcance, falleciendo, incluso por enfermedades curables.
El colapso financiero del país, proviene entonces de su mal gobierno, donde nadie es responsable más que él, ni la corrupción del pasado, únicamente él por haber extraviado el timón del barco que amenaza con irse a la deriva y hundirse.
Similar equivocación cometió con las universidades públicas, esquilmándoles recursos para su crecimiento y fortalecimiento, con tal de que sus instituciones educativas de lastimosa condición prevalecieran por encima de las ya existentes en el país.
El periodista Martín Morales, hace una radiografía precisa de esa situación, refiriéndose a la tragedia financiera en estados y municipios con la 4t, destacando que contrario a lo prometido, el gobierno de la 4T no ha hecho más que empeorar las condiciones de las mayorías al desviar los recursos de servicios públicos, hacia la entrega de dinero a través de sus “programas sociales”.
El gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T), que prometió poner a los pobres en el centro de su política, no ha hecho más que empeorar las condiciones materiales de las mayorías al reducir significativamente los recursos destinados a mejorar los servicios públicos, desviándolos hacia la entrega de dinero en efectivo a través de sus “programas sociales”; esta tendencia se ve agravada año tras año al profundizarse los recortes a salud, educación, obra pública, etc., en las partidas presupuestales de las entidades federativas y los municipios.
Desde finales de 2018 y a pesar de la supuesta ideología de “izquierda”, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha reducido recursos federales y recortado el gasto público de los gobiernos locales, cuyos ejecutivos enfrentan, desde entonces, severas crisis financieras, mientras la administración federal reparte dinero en efectivo mediante “tarjetas electorales del bienestar”.
Pero además de su manifiesta intención de comprar el voto de los pobres y de muchos clasemedieros, que no requieren este tipo de apoyos, los programas del “bienestar” de Morena tienen otros beneficiarios que tampoco son “izquierdistas”: bancos y grandes empresas industriales y comerciales tanto nacionales como internacionales, que manejan las tarjetas y se aprovechan de las necesidades de crédito emergente de los gobiernos locales.
Desde 2019 a la fecha, las asignaciones federales –cuyo monto global procede de los impuestos federales cobrados a todos los ciudadanos del país– han disminuido sensiblemente y ahora perjudican a los mexicanos de las 32 entidades y los dos mil 458 municipios de la República; debido a que más del 80 por ciento de estos gobiernos dependen de la redistribución de tales ingresos que, en la mayoría de los casos, se destinan a servicios básicos, entre ellos el de seguridad pública.
Especialistas en economía han alertado que, en el fondo federal para emergencias financieras, tampoco hay dinero suficiente al que puedan recurrir los estados y municipios para compensar la caída de sus ingresos. En contraparte cabe precisar que recientemente, legisladores mexicanos se encargaron de cuestionar con severidad el paquete económico 2024 presentado por el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, durante su comparecencia en el Congreso de la Unión, manifestándose en contra de la casi nula partida para infraestructura carretera y la asignación de recursos sólo para las tres obras faraónicas de López Obrador.
Cuestionaron también el techo de deuda solicitado por el Gobierno federal para el 2024, el cual asciende a 1.9 billones de pesos, aumento que podría utilizarse en otras áreas.
Baste decir que si el techo de deuda que se está pidiendo se invirtiera en salud, se podrían construir 746 hospitales de tercer nivel, si el techo de deuda que se está incrementando para nuestro País se dedicara para generar infraestructura, se podrían construir mil 232 autopistas de cuatro carriles de 100 kilómetros en todo el territorio nacional. Se tienen actualmente 25 estados sin presupuesto para carreteras, mientras que el campo agoniza y se siguen registrando fallecimientos por la falta de presupuesto para salud.
Vemos todos los días como la infraestructura nacional empieza a deteriorarse a raudales, porque no se aplica un presupuesto digno redistributivo que dignifique a las personas que fortalezca a las mujeres, que dignifique a las niñas y los niños y que garantice la
recuperación de la paz de nuestro país.
En su reportaje, Martín Morales también destaca que el 18 de mayo de 2023, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) reportó que el Fondo de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas (FEIEF) está en su nivel mínimo porque, desde 2019
y 2020, el Gobierno Federal ha extraído recursos sin recuperarlos integralmente.
En su reporte Los Fondos de Estabilización en México: FEIEF sin recursos para enfrentar nuevas crisis, el CIEP reveló que la mayor parte del dinero depositado se utilizó en el periodo 2019-2020 por el Gobierno Federal, que no lo ha restituido y, por tal motivo, “no existen recursos suficientes para hacer frente a una nueva crisis económica”.
De forma por demás ladina, López Obrador facilitó que su partido Morena asumiera los gobiernos locales en manos de la oposición, desde el inicio de su administración, los presionó en sus conferencias de prensa matutinas, donde les advirtió que si querían más dinero –obviamente, sin mencionar la necesaria modificación de la Ley de Coordinación Fiscal– debían cobrar más impuestos locales; ya que éstos se limitan al cobro del predial y el servicio de agua potable.
Además de un desequilibrio financiero, la suma de impuestos locales y federales provocaría el descontento ciudadano, especialmente en los estados y municipios donde la población mayoritaria es de bajos ingresos, donde los únicos beneficiarios político-electorales serían los candidatos de Morena.
La disminución de los presupuestos estatales no ha parado desde 2019; pero el recorte presupuestal más amplio en una década se efectuó en 2021, según una denuncia de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados. Es evidente que la política de cuarta transformación implementada por el mandatario mexicano ha fracasado, se ha hundido en mentiras y en el engaño a sus compatriotas, donde sencillamente se puede advertir que es falso que primero sean los pobres, a los que ha logrado incrementar durante su mandato empujándolos al abismo, mientras la crisis financiera del país está presente.
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