La colonia La Antorcha o Antorcha Campesina, está ubicada en el ejido Puerto Rico, de la península de Atasta, municipio de Carmen, Campeche, a unos 25 kilómetros de la cabecera municipal, Ciudad del Carmen, saliendo por el suroeste, a través del puente El Zacatal, llegando a Puerto Rico a 14 Km aproximadamente, y un kilómetro de terracería hacia el norte.
La colonia tiene 332 lotes y fue fundada hace más de 10 años por un grupo antorchista de solicitantes de terrenos para vivienda, encabezado, en ese entonces, por Luis Lajas Müller, en el municipio, y Gustavo Tinoco Sánchez a nivel estatal.
La dirigente estatal actual del Movimiento Antorchista en Campeche, Rocío Huerta Ibarra, comentó que esta colonia es parte de un proyecto nacional gracias al cual el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) ha formado decenas de colonias a lo largo y ancho del país, con el firme propósito de mejorar las condiciones de vida de las familias más humildes.
“Esto es fácil de entender si se piensa un poco en ello, pero los jefes de familia lo saben bien sin que se les explique, sea el padre, la madre o ambos (en no pocos casos hasta los hijos) quienes aportan recursos para la economía familiar, saben que dejar de pagar renta es un alivio extremo, que tener un terrenito propio y una casa es un giro radical en la vida de la familia trabajadora y es, para muchos, un sueño dorado que lamentablemente no alcanzan a realizar”, dijo.
A partir del momento en que tiene casa propia, explicó la lideresa, todo lo que le invierta la familia al hogar ya es para crear y consolidar su propio bien, y no para engordar el bolsillo del casateniente. Teniendo casa, al jefe de familia ya le va a alcanzar para comprar un poco más de frijol y tortilla, o para mandar al hijo a la escuela, y en general puede proponerse otras metas y aspirar a mejorar las condiciones de su familia, que es lo que más quiere en la vida. Es, pues, una aspiración legítima, moralmente justa y socialmente necesaria. Es, además, una de las garantías sociales establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en el artículo 4 dice que “toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Pero este deseo y este derecho, agregó Huerta Ibarra, son contrarios a los intereses de la sociedad capitalista regida por la propiedad privada y la explotación del trabajo ajeno, que establece que el gobierno no debe proporcionar nada a los ciudadanos sino dejar que el mercado se maneje por sus propias leyes y dejar que “la mano invisible”, por sí, arregle ese y otros asuntos. Pero el resultado de esto ya se conoce: el sistema es un excelente generador de riqueza, pero no la reparte, sino que la concentra en las manos de unos privilegiados, y hoy tenemos a millones de familias sin hogar digno ni propio, trabajando de sol a sol para engordar cada día más el bolsillo de esas clases privilegiadas.
En este marco de miseria extrema, desigualdad social, egoísmo dominante, abandono y traición de los principios sociales de nuestra carta magna, la labor del Movimiento Antorchista Nacional se ha convertido no solo en la esperanza de los más marginados para hacer realidad ese sueño, sino en una realidad sólida y tangible que ya ha ayudado a decenas de miles de familias a mejorar sus condiciones de vida y su economía familiar.
Las colonias antorchistas se fundan amparadas por las leyes
Más de uno acusa al MAN y a otras organizaciones de fundar estas colonias mediante invasiones y afectando a propietarios, “pero eso es falso”, aseguró Rocío Huerta Ibarra.
“Todas las colonias que hemos formado los antorchistas se han hecho respetando las leyes, comprando a los propietarios sus terrenos en breña, haciendo nosotros mismos y gestionando ante las instituciones el proyecto de desarrollo urbano, para que así, el costo del terreno esté al alcance de los solicitantes, quienes son, como requisito, gente de escasos recursos económicos”, puntualizó.
Puso el ejemplo de la colonia La Antorcha, de Carmen, en la que los solicitantes pagaron 20 mil pesos por su terreno de 10 por 20 metros, y los fueron abonando en pagos, según su posibilidad económica.
“De ese modo los terrenos están al alcance de las familias pobres. Con el esfuerzo colectivo se paga al vendedor y se realizan los trámites para la escrituración, primero a nombre de la organización, y luego se fracciona y se hacen los trámites para entregar a cada solicitante sus escrituras”, indicó Huerta Ibarra.
Añadió que en la colonia La Antorcha hay personas que no han terminado de pagar la totalidad de su terreno, y hay hasta quienes, equivocadamente, tienen la esperanza de no pagarlo; incluso hay quienes no necesitan vivienda, sino que quieren acaparar terrenos y hacer negocio, aprovechando que son baratos y con facilidades.
“Esas personas, que no han entendido el valor de este esfuerzo colectivo, son solamente unos cuantos, y tuvieron que fingir y engañar a los demás, esas personas no son antorchistas, pero los que si somos antorchistas no vamos a hacer pagar a justos por pecadores, los abusadores nunca van a faltar, y no van a impedir que sigamos adelante con nuestro propósito social de ayudar a los más pobres para que tengan su casa propia”.
Desarrollo de la colonia, fruto de la lucha organizada
Así como la compra del terreno, los trámites de fraccionamiento, escrituración y registro ante las instituciones municipales son un esfuerzo colectivo, lo es también todo el desarrollo urbano de la colonia.
“Los colonos nos juntamos y gestionamos ante las instituciones la introducción de servicios, el agua potable, la red de energía eléctrica, el drenaje, pavimentación, y todos los servicios”, comentó Himelda Jiménez Rodríguez, dirigente antorchista en el municipio, lo cual, señaló, “no es incorrecto ni es abuso, pues es el Ayuntamiento, por ejemplo, el que realiza las obras hidráulicas y las administra, por lo que no es ninguna ilegalidad o capricho solicitarle a la administración municipal que se introduzca el agua o el drenaje”, y así con todos los servicios.
Virginia Acosta Hernández, habitante y fundadora de la colonia, recuerda cómo se fue habitando la colonia y como se fue desarrollando.
“Esto era un pantano, las calles las trazamos nosotros, limpiamos a puro machete y rellenamos con mucho trabajo individual y colectivo, trajimos material de relleno, escombro y todo lo que pudimos para las calles y para nuestros lotes, y hoy sigue siendo así, pues las calles siguen siendo de tierra y escombro, las seguimos rellenando y el mantenimiento se los damos nosotros”.
En efecto, la reparación de calles, que cada temporada de lluvias se hace necesaria, no la realiza el Ayuntamiento, a pesar de ser su obligación, sino que la realizan los habitantes de la colonia mediante faenas dominicales, explicó. Y lo mismo sucede con la limpieza de calles y áreas verdes, “no hay nada de trabajo del Ayuntamiento, ni siquiera nos quieren apoyar con las brigadas de fumigación contra los mosquitos, todo es trabajo en faena y cooperación de los colonos antorchistas”, y se lamentó de que algunos de los vecinos “no cooperan ni participan, y son los que más se quejan”.
Red de agua potable, gracias a la lucha de los antorchistas
Existe ya una red parcial de agua potable, el tanque elevado y hasta el pozo y las instalaciones para la bomba, pero solo se pudo concluir la primera etapa debido a que las aguas del manto freático son muy saladas, por la cercanía del mar, era necesario incluir una planta desalinizadora de agua, y la falta de un terreno para su instalación, así como la entrada de la nueva administración federal que canceló el ramo 33, a través del cual se podía gestionar, conseguir y etiquetar recursos para las obras en las colonias marginadas como La Antorcha, fueron la causa de que esa obra se quedara inconclusa, expuso Nilo Reyes de la Cruz, también habitante fundador de la colonia, y actual vigilante del cárcamo del Comité del Agua Potable.
“Fueron primero 18 millones de pesos y después otros 10, pero ya no alcanzaban para la planta desalinizadora, por lo que tuvimos que esperar hasta el siguiente ejercicio; pero después entró la 4T de (el presidente Andrés Manuel) López Obrador (AMLO), y ya no hubo más recursos para las colonias y ahí quedó la obra inconclusa”.
Pero lo que se alcanzó a hacer de la red de agua potable fue gracias a las gestiones no solo de los antorchistas de la colonia La Antorcha, ni siquiera de los de Campeche, sino de las gestiones nacionales que realizó el MAN.
“Cada fin de año nos movilizamos decenas de miles de antorchistas de todo el país hacia el Congreso de la Unión, allá en la Ciudad de México, para solicitar a la Cámara de Diputados que se etiquetaran esos recursos. Gracias a esas movilizaciones, y a que la fuerza de Antorcha nos llevó a tener tres diputados federales, que ayudaron desde el interior de la cámara para que se aprobaran esas gestiones, se lograron muchas obras, entre ellas las de la colonia La Antorcha”, comentó Reyes.
Un tiempo, el Ayuntamiento de Carmen mandó agua en pipas para llenar el tanque elevado y surtir el agua, pero solo sucedió dos veces y dejó de hacerlo, ahora los vecinos deben comprar el agua a las pipas que les cobran hasta 700 pesos los nueve mil litros que alcanzan apenas para surtir a nueve familias.
Se pavimentó la Calle Aquiles Córdova Morán
La calle principal “Aquiles Córdova Morán”, es la única pavimentada, obra que se gestionó también en el sexenio anterior, a través del ramo 33, y que consiste en dos calles con asfalto y un camellón central con guarniciones de concreto.
“Fue en 2017, hubiésemos querido que fuera toda la colonia, pero no se pudo, y en los años posteriores menos, pues ya no hay manera de lograr que se destinen recursos federales para esas obras. El presidente Andrés Manuel López Obrador dice que desaparecer estos apoyos es la lucha contra la corrupción, pero el verdadero resultado es que se le niega al pueblo la solución a sus demandas de obras y servicios”, espetó Himelda Jiménez.
Confirmó que la colonia sigue “gestionando el material de relleno, y el arreglo de calles, pero no hay nada, solo promesas, el mismo Ayuntamiento de Carmen en vez de darnos, nos vende el material de relleno o escombro, y lo tenemos que extender los colonos con faenas comunitarias”.
Con la lucha del MAN se logró la electrificación
La última obra de servicios básicos que se logró fue la red de energía eléctrica, esta sí se completó para toda la colonia, con sus 332 lotes. La dirigente estatal, Rocío Huerta Ibarra detalló que la inversión fue de 9.7 millones de pesos.
“Se hizo en dos etapas, justo antes de que entrara Morena al frente de la federación; fueron los últimos recursos que pudimos arrancar al gobierno, y fueron cerca de 18 obras de electrificación en varios municipios de Campeche, entre ampliaciones de red u obras completas, como la de La Antorcha”.
Las dos etapas se pudieron completar, y es una obra especial, pues desde el proyecto original se propuso traer la corriente desde la misma Ciudad del Carmen, con un cable que atraviesa todo el puente “El Zacatal”, hasta llegar a la colonia y con esto todos los vecinos tienen luz, sean o no antorchistas.
Así son todas las obras de desarrollo que logra Antorcha, son fruto de la lucha de los antorchistas, pero son para todos, no solo para los antorchistas.
Escuelas de nueva creación funcionan gracias a los antorchistas
En la colonia funcionan actualmente el preescolar “Gabriela Mistral” y la primaria “José Martí”, que brindan educación a los niños de la colonia, dijo Yazmín Elizabeth Acosta Hernández, integrante de la mesa directiva de la sociedad de padres de familia.
Narró que las instalaciones las levantaron los padres de familia con faenas, que funcionan con muchas carencias, pues no tienen clave propia, sino que son extensión de otras escuelas, por lo que no hay subsidio, ni para los maestros, ni para las instalaciones, ni para material didáctico.
“Los padres de familia estuvimos cooperando para pagar a los maestros, pero ya no se podía cubrir ese salario, y ahora son los activistas de Antorcha los que imparten las clases de manera voluntaria; ahora es antorcha la que nos apoya con la atención de los niños, en tanto conseguimos la clave y el subsidio”.
Antorcha gestiona y logra programas de vivienda
Hay programas de vivienda municipales, estatales y federales, y tienen sus reglas de operación, de manera que cualquier mexicano los puede solicitar, pero es un hecho incontrovertible que el único modo de acceder a ellos es mediante la lucha organizada, tesonera y legal, aseguró Roció Huerta.
Es el caso de La Antorcha que fue beneficiada con estos programas, “fueron más de 110 familias que recibieron un apoyo de mejoramiento de vivienda, unos con pisos, o techos, o baños y otros con una recámara adicional”.
Estos programas, remarcó, los gestionan directamente en las dependencias estatales y federales, “cumplimos los requisitos y cada solicitante entrega su documentación, pero es solamente mediante la gestión colectiva, sea estatal o sea nacional, que se puede lograr que esas dependencias atiendan y solucionen”. Una vez autorizado, el personal de la dependencia realiza las supervisiones necesarias y entrega directamente los apoyos a los beneficiarios, “nada del recurso pasó nunca por las manos de los activistas ni de los líderes, como asegura falsamente el presidente AMLO, sino que el personal de las mismas dependencias lo manejaba, supervisaba y entregaba”.
Los antorchistas gestionan cada año los programas de vivienda y otros programas sociales, pues “la pobreza es real y se debe ayudar a quienes están en situación vulnerable, temporal o permanente”, explica Himelda Jiménez, recordando la situación que vivieron los colonos de La Antorcha durante la contingencia sanitaria causada por la covid-19, ya que la colonia quedó abandonada a su suerte, a pesar de que los dirigentes solicitaron el apoyo de las instituciones, no hubo apoyos de vivienda, solamente nos apoyaron una o dos veces con despensas y nada más.
“En medio de la crisis sanitaria, la tormenta tropical Cristóbal nos pasó literalmente por encima, en ese entonces hubo 135 viviendas afectadas y de esas 20 fueron pérdida total. Solicitamos apoyo a la administración priista de Óscar Rosas y no nos apoyaron ni siquiera con láminas para reconstruir las casitas”. Así que los apoyos que lograron en materia de vivienda, fueron gestiones del MAN ante la federación y cuando la Cámara de Diputados no era un tapete para que pasaran las iniciativas del presidente “sin que se les mueva una coma” como hoy aceptan sin rubor los diputados de la actual legislatura.
En la actual administración federal, las cosas han cambiado, pero para empeorar; según Huerta Ibarra, pues, “si antes teníamos que gestionar y luchar, hacer marchas y plantones, para lograr esos apoyos para las familias antorchistas, ahora ya ni con eso, ahora el presidente AMLO usa el pretexto de la lucha contra la corrupción y contra los intermediarios para negar el derecho de gestión, de petición y de organización, y le niega a los antorchistas esos programas”, y aunque se afirme que ahora los apoyos se entregan directamente, ella explica que eso es una mentira, “los programas de vivienda se redujeron, y los pocos que quedan se entregan de manera discrecional y clientelar a la gente que los líderes de Morena quieren”.
Morena cancela los derechos de los ciudadanos
Tal fenómeno se reproduce, guardando las debidas proporciones, a nivel municipal con el alcalde de Carmen Pablo Gutiérrez Lazarus (PGL), ex panista que llegó por segunda ocasión al Ayuntamiento, ahora con el partido Morena, señaló Himelda Jiménez.
“A pesar de que hemos cumplido con los requisitos de ley en nuestras solicitudes, de que nos ha recibido el secretario y algunos directores, pues el alcalde nunca los ha querido recibir en audiencia, y de que se han comprometido a que sí nos van a resolver, no ha habido ningún avance en las gestiones”, haciendo referencia a un pliego petitorio que entregaron desde que PGL entró al Ayuntamiento. Las solicitudes: obras de servicios básicos, mantenimiento de vialidades, programas sociales, apoyos a personas en calidad de vulnerables, regularización de colonias, entre ellas La Antorcha.
Así ha sido con los programas sociales que solicitaron, pero no se le ha prestado atención, asegura Jiménez Rodríguez, mientras el comité de gestión del partido Morena de la colonia tiene las puertas abiertas y sí se les atiende y da solución.
Es el marco de las gestiones para la regularización de la colonia La Antorcha, agregó Himelda Jiménez, se presentan nuevamente, las amenazas y las acciones violentas de parte de grupos de choque, liderados por la misma persona de siempre, de nombre Violeta Franco Santos, pero que en tiempos electorales recibe el impulso y apoyo de los grupos políticos, todo lo cual tiene como principal resultado, que se niega a los ciudadanos la solución de sus demandas, se reprime el activismo y la lucha social, además de que se atenta contra la seguridad y la vida de gente pacífica.
Al respecto, Jiménez Rodríguez arguyó que “seguimos trabajando y haciendo trámites con el Ayuntamiento, a pesar de que han intentado interponer ese problema como pretexto para detener el proceso. Pero nosotros queremos la regularización, a pesar de que, pareciera, que la gente de Violeta y el mismo ayuntamiento son los que no quieren que se regularice”.
Tanto colonos como líderes antorchistas coinciden en que, a pesar de las dificultades, van a seguir luchando por la regularización y por el progreso de su colonia, con la confianza de que, a pesar de todos los que les desean lo contrario y los que les ponen trabas en el camino, ellos sabrán sortearlas y saldrán adelante.
“Antorcha lleva ya casi cincuenta años luchando al lado de las familias más humildes y con la experiencia que nos da ese tiempo y esa lucha, sabemos que vamos a triunfar”, finalizó Rocío Huerta.
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