MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Condiciones educativas, insuficientes para el retorno a las aulas

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El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, declaró en varias ocasiones que el regreso a clases presenciales se dará inicio a partir del 30 de agosto, “sin que nada y nadie lo impida”, a pesar de la situación sanitaria a nivel nacional, que día a día cobra en grandes cifras, más vidas mexicanas.  

Según él, “aunque llueva, truene o relampaguee” (usando el término de referencia a una obligación frente a la Secretaría de Educación Pública y la población mexicana), se volverá a las clases presenciales, y sin importarle el alza de los casos de covid-19, “el acceso a las aulas nuevamente, debe de realizarse lo más pronto posible”, cosa que estamos de acuerdo todos los mexicanos y la población estudiantil, pero no a costa de la salud de los estudiantes.

Sin embargo, hay un despilfarro inútil en las declaraciones del Presidente y una irracionalidad, al tratar de convencer que es lo más correcto aun estando en pandemia y donde los datos señalan que en las últimas 24 horas, México suma 18 mil 911 casos y 657 muertes por covid-19. 

Si criticamos esta posición del mandatario es porque los estudiantes que vivimos la situación educativa más de cerca, creemos que se puede tomar mejores decisiones, tales son, en ejemplo, que la mejor forma de evitar contagios en la población estudiantil, es agilizando su vacunación, inmunizar al 70 por ciento de la población mexicana contra el patógeno para reducir la mortalidad en la población. 

Esto es un aspecto, pero no olvidemos y dejemos de lado, la cuestión de la infraestructura educativa, pues se debe de mantener en mejores condiciones. Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), nos da a conocer que 4 de cada 10 escuelas no cuentan con agua potable en sus instituciones; sólo 2 de cada 10 cuentan con instalaciones amplias, lo que no permite guardar la distancia entre los alumnos y 3 de cada 10 no tienen drenaje. 

Estos datos le han hecho eco los jóvenes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), en voz de su dirigente nacional, Isaías Chanona Hernández, que han pedido un regreso seguro a las aulas. 

Pero la realidad nacional es un simulacro práctico frente al retorno a las escuelas; como ejemplo está Campeche, que al decretar el regreso a las aulas, los contagios estuvieron a primera orden, mostrando las verdaderas consecuencias del retorno a clases presenciales, a pesar de que el magisterio se haya vacunado.

Ahora, vemos más preocupación a la situación de salud, pues el desarrollo del patógeno se ha mutado en nuevos tipos como Delta, que ataca más a los niños y jóvenes, según información reportada por especialistas. Por lo que, de regresar los estudiantes a las aulas educativas, tienen más peligro de entrar a las cifras de portadores, o en casos peores, en las de los decesos. 

En este panorama, es justa y necesaria la lucha que ha emprendido la FNERRR, de considerar que el regreso a las aulas sólo se dé cuando se vacune el 70% de la población estudiantil, mismos que denuncian la irracionalidad del presidente al decir que “no importa que la mayoría piense en no regresar, y que sostendrá que es indispensable” sin importar la pandemia. 

En este sentido, aplaudo las acciones de los jóvenes fenerianos, que en un acto de protesta y de decir no a las clases presenciales sin inmunizar a los estudiantes, han colgado en las escuelas mantas que decretan el cierre de las instituciones hasta un regreso seguro.

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