La semana pasada se realizó el Foro de Davos, en Suiza, organizado por el WEF (World Economic Forum), que volvió a reunirse de forma presencial, después de dos años marcados por la pandemia de covid-19. La cumbre de los más ricos del mundo llega en un momento crucial, visto desde el punto de vista geopolítico y económico, con retos urgentes en materia humanitaria, de energía, salud y seguridad, sin olvidar los desafíos a largo plazo sobre la transformación, la alimentación y descarbonización del planeta.
El profesor Klaus Schwab, organizador del evento, señaló en el discurso de clausura: “el mundo se encuentra en un punto de inflexión, el sistema de cooperación internacional enfrenta los mayores riesgos desde la Segunda Guerra Mundial”.
La globalización está en riesgo, suenan las alarmas. Varios de los participantes han constatado que la economía global se encuentra en un punto de inflexión que pinta un panorama negro. Así son los augurios de la economía global que ya venía bastante mal y a la cual las sanciones contra Rusia han resultado un grave mazazo sobre las economías. El analista internacional Cristian Taborda incide en las conclusiones que se han sacado en esta edición: “El pesimismo para la elite financiera y el optimismo para las distintas naciones, ya que cuando este grupo de multimillonarios es pesimista, es un motivo para tener en cuenta en las naciones donde solamente podrán prosperar”.
Los participantes del foro actúan y declaran como si esta actualidad no fuera un proceso de deterioro de los últimos años, sino como si hubiera surgido por generación espontánea, en el mejor de los casos. En el peor, por la pura culpa de Rusia y el conflicto en Ucrania. Por tanto, la agenda económica del Gran Reinicio y el programa político que de ella se desprende, que es la agenda 2030 queda en “stand-by”, en pausa dado los acontecimientos. Sin duda el aspecto a destacar es que de alguna manera llega a su fin la hegemonía estadounidense.
La IX Cumbre de las Américas, que se realizará del 6 al 10 de junio en Estados Unidos (EE. UU.), se dará un contexto que pretende ser un escaparate para el lucimiento del país anfitrión y su presidente Joe Biden, pero al igual que la inmensa mayoría de reuniones de este tipo que no han servido de mucho, lo mismo sucederá en su próxima edición. Es por ello, que más allá de las estridencias norteamericanas, es importante que varios países latinoamericanos digan que no asistirán a dicha reunión, sin duda será un problema para Estados Unidos ya que mostrará una vez más, la pérdida de su liderazgo, ahora en el continente.
Y también se debe tener en cuenta, la buena relación entre los gobiernos de Rusia y China y su visión de construir un nuevo orden mundial. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, señaló hace unas semanas con motivo de una reunión bilateral con su homólogo Wang Yi: “Estamos viviendo una etapa muy seria en la historia de las relaciones internacionales. Estoy convencido de que al final de esta etapa la situación internacional será mucho más clara y que nosotros, juntos con ustedes y con nuestros partidarios, avanzaremos hacia un orden mundial multipolar, justo y democrático”.
“La cooperación chino-rusa no tiene límites. Nuestra búsqueda de la paz es ilimitada, nuestra defensa de la seguridad es ilimitada, nuestra oposición a la hegemonía es ilimitada”, enumeró un portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin.
No hay duda, nuestra lucha y llamamiento a los mexicanos, desde hace 47 años, para que nos organicemos y demos la pelea por un modelo redistributivo de la riqueza social, es correcto y necesario hoy más que nunca.
Esto, porque el acelerado crecimiento de la pobreza y la desigualdad en el mundo se han convertido en un riesgo para la estabilidad social. Mientras las fortunas de unos cuantos crece aceleradamente, millones de personas en el mundo no tienen alimento, empleo, acceso a servicios de salud, seguridad social y un hogar digno donde vivir con sus familias, por ello es urgente la unidad de todas las fuerzas progresistas a nivel internacional para construir, entre todos, un mundo mejor para todos.
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