La inseguridad es una de las consecuencias de la desigualdad social que existe en el país, en donde un grupo minoritario concentra en sus manos mucho dinero y una gran masa de trabajadores deben vivir con lo indispensable para satisfacer las necesidades básicas. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la percepción de inseguridad que tienen los mexicanos es del 65.8 por ciento. Mientras que el 70.3 % de las mujeres respondió sentirse más insegura y 60.2 % de los hombres dijo que aumentó su percepción. Asimismo, la población mexicana afirmó sentirse insegura en los cajeros que se ubican en la vía pública, en el transporte público, en el banco y en las calles que cotidianamente transitan.
Este fenómeno también afecta a la entidad poblana, pues la inseguridad se encuentra fuera de control. Según lo datos de la ENSU, de septiembre a diciembre de 2021, pasó del 68.8% al 81.9% los índices de inseguridad. Solo 18% de poblanos se sienten seguros. También aumentó el número de personas mayores de 18 años experimentaron algún conflicto o enfrentamiento. La Fiscalía General de Justicia en Puebla ha dado a conocer que tan solo de octubre a diciembre de 2021 sucedieron mil 526 lesiones dolosas en promedio de 16.5 diarios, se reportaron ocho feminicidios, siete mil 491 robos y 208 homicidios dolosos.
El panorama local no pinta de color rosa, en Tepeyahualco el índice de inseguridad se ha incrementado los últimos meses. Veamos. A través de una nota de El Sol de Puebla, publicada el 18 de febrero de 2021, dio a conocer la quema de un vehículo en la comunidad de Jalapasco del municipio serrano. El martes 14 de septiembre del mismo año, el medio municipiospuebla.mx: A balazos fue asesinado este martes Luis Miguel Espinosa Sosa, hermano del alcalde de Tepeyahualco de Hidalgo, Eyerim Espinosa Sosa. Fue ejecutado mientras se encontraba laborando en la construcción del parque Fotovoltaico Itzoteno Pachamama II, ubicado dentro de la localidad de Itzoteno (sic). En noviembre del año pasado, en la comunidad de Tetipanapa, acribillaron a José Manuel Marciano Gónzalez, un joven oriundo de la localidad. Estos son los casos de inseguridad que más han sonado en Tepeyahualco. Sin embargo, han ocurrido asaltos, robos y algunos otros delitos que muchas veces, por miedo, la población no denuncia y cuando lo hacen quedan impunes. Ante esto, la ciudadanía tepeyahualquense se ha visto en la necesidad de organizar la policía comunitaria en algunas comunidades, entre ellas, El Fuerte de la Unión, que son personas que por las noches hacen guardia para salvaguardar la vida de sus familias.
¿Y la intervención de las autoridades gubernamentales dónde queda? Es nula. Desde el poder presidencial no ha visto que se implemente una política que garantice la seguridad del pueblo mexicano, que a diario padece la muerte de miles de individuos a causa de la inseguridad que prevalece en el país, a la “respuesta” que da la presidencia de la república se suma el mandatario estatal y el presidente municipal. Es decir, las autoridades en sus tres niveles de gobierno no velan porque sus gobernados se sientan seguros en los lugares que viven, sea en cualquier parte de México, Puebla o Tepeyahualco.
¿Qué nos espera con este tipo de gobernantes? Más violencia, inseguridad, pobreza, marginación, rezago social, entre otros males. Si con sus hechos los gobernantes ya han demostrado que no saben dirigir al municipio, al estado o al país, ha llegado la hora de que el pueblo pobre dé la batalla, es decir, que los más desprotegidos se organicen, se eduquen, luchen y tomen en sus manos las riendas del futuro de Tepeyahualco, de Puebla y de México con el fin de lograr una patria más justa, libre y soberana para todos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario