Eran las 10 de la mañana, el clima templado y con cielo nublado del miércoles 12 de enero. A pesar del fuerte viento y el frío que uno u otro pudo haber tenido, se sentía el calor de las personas que en mano portaban una bandera roja, misma que ondeaba por el viento que también movía las ramas de los árboles.

Así, uno a uno, persona tras persona, se aglutinó en la Plaza Grande de Mérida, para darle pie a lo que minutos más tarde se convertiría en un mitin pacífico para exigir al Gobierno de Mauricio Vila Dosal, atención a sus demandas.

Tres años de lucha, tres años de marginación, de olvido por parte del mandatario estatal al no darle solución a las demandas más elementales de los yucatecos de obras y servicios como luz eléctrica, agua potable, o en su caso, apoyo a la vivienda, donde aún familias del interior del Estado no cuentan con una de materiales firmes, la cual no se vuele al paso de tormentas.

Estas son sólo algunas de las demandas que aquel día nublado, le pidieron atención al Gobernador, reiterando, atrás años de Gobierno, su pliego petitorio. Sin embargo, sólo fueron recibidos por personal de la subsecretaría que se limitó a decir que en unos días se comunicaría con los "quejosos".

Mientras la Comisión representativa le informaba esto, a las afueras, uno a uno los antorchistas tomaban el micrófono y exponían sus necesidades, desmintiendo que las demandas son legítimas y necesarias.

Al respecto, con voz enérgica y estentórea, la dirigente del Movimiento Antorchista en Yucatán, Aleida Ramírez Huerta, mencionó que es urgente y necesario que el Gobernador dé pronta atención a la solicitud, porque “ya basta que un día sí y el otro también, a la gente más necesitada, se le diga que no hay solución, que no hay recursos que alcance para proveerlos de una vivienda, electrificación, pavimentación de calles, o de cualquier necesidad que tengan”.

Aseguró de manera decidida que la comisión fue recibida por integrantes de la subsecretaría de desarrollo político, quienes les dijeron que revisarán las peticiones y en unos días, los antorchistas tendrían una respuesta. “Se le plantearon las necesidades, en particular las de vivienda, que familias de Mérida se quedaron sin una a raíz de la pandemia, por lo que es urgente que se atienda a la brevedad”.

Asimismo, urgió a que el pueblo pobre se organice, que despierte de su marasmo y que se decida de una vez por todas a luchar y conquistar un mundo nuevo para sus hijos, para toda su familia, que ya basta que nos utilicen de escalera para llegar a un puesto público, el pueblo también sabe gobernar y tenemos que demostrarlo”, finalizó la líder social.

La lucha organizada siempre vencerá y saldremos avantes, por lo que esta seguirá.