Se dio una vez, el curioso caso de una pérfida dualidad entre un pejelagarto y un ganso. En este raro fenómeno no se sabía, si el Peje atacaba al Ganso, si éste desautorizaba al peje, si ninguno de los dos sabía lo que decía o si todo era una trama para engañar a incautos, sin preocuparse lo mínimo de lo que pensaran luego los engañados.
¡Ah!... Se me olvidaba decir que, en esta historia también interviene un personaje llamado "Solovino" por su propio jefe y chairo por todos los demás, el papel de este personaje es aplaudir y aprobar, sin saber por qué, lo que digan los dos personajes sujetos de su adoración. No sabía distinguir cuándo mentía uno u otro, pero eso no le importaba, él lo único que tenía claro era que su "pejeganso" tenía razón sin saber cómo o por qué.
No debemos dejar de lado a otro personaje llamado, Juan Pueblo, y de este hay que decir que era ignorado por el primero y atacado rabiosamente por el "Solovino"
La bipolaridad política de nuestro personaje se manifestaba en el hecho de que el peje decía una cosa y el ganso otra, eso no tiene nada de extraño, cuando se trata de dos entes distintos, pero debe recordarse y saberse que no son dos sino uno; no había pues dualidad sino unidad. Vea usted.
El Pejelagarto había afirmado categóricamente: "vamos a acabar con la violencia" y con los disturbios en la calle, pero, no lo vamos a hacer con más violencia, sino que vamos a usar la política de "abrazos no balazos"
Y cuando los disturbios violentos en las calles aumentaron y el número de muertos aumentó más que nunca, el ganso tuvo que decir: "todavía padecemos de inseguridad y de violencia" y, a esos que andan golpeando y matando policías, pintando paredes, causando destrozos en las calles, "los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos, los verían como malcriados que no deberían hacer eso, les darían hasta jalones de orejas y sus zapes, me dejo de llamar...como me llamo si no lo hago; me canso ganso".
Juan Pueblo decía, pero...¿qué barbaridades estoy escuchando? En ninguna parte del mundo, ningún gobernante serio ha planteado esos disparates, así no se combate a la delincuencia, eso lo único que provoca es risa.
El "Solovino" no sabía si lo que escuchaba decir a su "Pejeganso" tenía alguna racionalidad, él solo sabía que quien no coincidiera con éste, era un lacayo, fifí, conservador y así le gritaba a Juan Pueblo.
En otro momento, el Pejelagarto dijo: "reiteramos nuestro compromiso de bajar el precio de las gasolinas en Diésel, en gas y en energía eléctrica. ¡Claro, si yo gano!
Pero, el precio de los combustibles no bajó, al contrario, aumentó y lo mismo ocurrió con la energía eléctrica que también subió en 0.23 el kilowatt hora.
Entonces, el ganso salió a decir: vamos a cuidar que la gasolina no aumente de precio en términos reales, esto es, que se mantenga con los mismos precios, que nada más se descuente la inflación.
Juan Pueblo comentaba: pues, ya sea por inflación o por lo que sea, yo estoy pagando más dinero por cada litro de gasolina y eso en términos reales es dinero y lo mismo ocurre con mi recibo de luz.Página de internet del Movimiento Antorchista Nacional
0 Comentarios:
Dejar un Comentario