Por más de 48 años el Movimiento Antorchista Nacional ha estado en lucha constante en contra la desigualdad, luchando por obras de infraestructura, programas sociales y servicios básicos para la gente más desprotegida, para los pobres de nuestro país. Desde entonces el propósito de la organización ha sido lograr una distribución más justa y equitativa de la riqueza social, para ello, fue necesario organizar a los distintos sectores de la sociedad para que colectivamente, alcancemos un mejor nivel de vida a través de obras, servicios públicos y apoyos asistencialistas.
Pero la tarea no ha sido sencilla, desde el primer momento hemos enfrentado múltiples adversidades, si bien es cierto que los pronósticos no auguraban buenos resultados, nuestro experimento social iniciado no duraría más de un año y que ante las primeras dificultades íbamos a desaparecer; sin embargo, quienes concibieron esta idea se han equivocado.
Los resultados han sido favorables en la lucha concreta por la solución de las diversas demandas de los más pobres, mismos que se han acercado y han confiado en Antorcha, pero entendemos que la verdadera solución radica en el cambio de sistema para curar el mal de raíz.
Que lo anterior sirva de preámbulo para entender la represión y persecución de la que el Movimiento Antorchista y sus líderes han sido víctimas desde su surgimiento, es claro que al exigir obras y servicios se dañan intereses de los políticos que detentan el poder. Al organizar, unir y educar al pueblo se dañan intereses del sistema económico que ha tenido al pueblo sometido. Muchos líderes antorchistas han sido perseguidos, encarcelados y hasta asesinados, por el mero hecho de llevar la contraria a esta política que hoy domina. Los casos más recientes y preocupantes son los de los compañeros, Samuel Aguirre Ochoa y Dimas Romero González, dirigentes de los antorchistas en los estados de Veracruz y de Oaxaca respectivamente.
Con la entrada de Morena al poder, esta represión no sólo se ha mantenido, sino que ha ido en ascenso, al grado de que desde el mismo poder federal se estimula a los gobiernos a fabricar delitos para encarcelar a líderes de diferentes estados en donde la organización tiene presencia, y se ha llegado incluso a las amenazas de muerte.
Estos hechos los hemos denunciado a nivel nacional, pues se estan cometiendo injusticias en contra de quienes protestan, enarbolan y encabezan las demandas mas apremiantes del pueblo trabajador, tal como está sucediendo con nuestros compañeros dirigentes. Cabe aclarar por enésima ocasión que las amenazas son vanas, pues nada detendrá la lucha del pueblo organizado en Antorcha, ni siquiera las amenazas de muerte, porque como dice nuestra consigna “morir por Antorcha no es morir, es vivir”, pero no vamos a permitir que se cometan injusticias en contra de nuestros compañeros ni de cualquier mexicano, si permitimos que se les enlode y se les encarcele con delitos inventados, estamos abriendo la puerta para que, cualquier mexicano de la condición que sea, sufra estas injusticias en sus derechos y su dignidad.
Si permitimos que se vuelvan cotidianos el incumplimiento y las mentiras gubernamentales y aceptamos resignadamente que se persiga a quienes protestan, nos estamos condenando a sufrir atropellos por parte de las autoridades en turno.
Por eso, hago el llamado a mis compañeros antorchistas y a los mexicanos a no dejarse engañar por tales acusaciones, el trabajo de ambos compañeros y de los líderes reales de Antorcha, tienen fundamento a través de los años, de su constante actividad en favor de los más humildes. Exhorto a todos los antorchistas del país para acudir a cualquier llamado de nuestra organización, para defender nuestro legítimo derecho de organización y de libertad de los líderes antorchistas.
¡Atentos a defender nuestros derechos!
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