Recientemente, se celebró el Día Mundial del Agua, y aunque desde hace ya algunos años se ha señalado como se ha ido convirtiendo en un gran problema, que inclusive algunos dicen que podría ser motivo de una guerra mundial, pareciera que tomamos conciencia de que este líquido se nos está agotando, pero al paso de unos días volvemos al desperdicio como diciendo que se preocupen las generaciones futuras.
Y es que cada momento que pasa nos acerca al llamado día cero, que es donde tendremos una crisis severa de agua en la mayoría de los países, y es que todo parece encaminarse a ello porque en los primeros meses del año, las presas deberían tener un nivel superior a 70 por ciento para garantizar un abastecimiento seguro de agua en la época seca, que son los ocho meses sin temporada de lluvias.
En nuestro país ante los bajos niveles de las presas, aumenta la probabilidad de que este año se registre una sequía más grave que la del año pasado, que afectó profundamente a la ciudad de Monterrey. En 2021 se reportaron las mayores sequías de los últimos 40 años.
El problema crece por el aumento de las temperaturas. Se estima que 12 millones de personas carecen de acceso a agua potable, al mismo tiempo, y la sobreexplotación de los acuíferos se ha incrementado en 15 por ciento; son 102 de los 653 acuíferos se encuentran sobreexplotados y 46 por ciento del vital líquido se pierde por fugas en las redes de abastecimiento, además 80 por ciento de los cuerpos de agua del país presenta algún tipo de contaminación por descargas industriales.
Se calcula que sólo uno de cada 100 litros de agua que caen por concepto de lluvia es captado para su utilización en distintas actividades, la calidad del agua en la mayoría de las cuencas es pobre, somos el país número uno en consumo de agua embotellada del mundo.
Es importante concientizarnos sobre la crisis de agua y su saneamiento, sabemos que la Tierra está configurada por 98 por ciento de agua salada y únicamente el dos por ciento restante (40,000 km3) es de agua dulce. Y si vemos más profundamente 27,760 km3 (68.9 por ciento) está congelada en los polos en forma de glaciares y nieve; 12,112 km3 (30.8 por ciento) es agua subterránea y sólo 128 km3 (0.3 por ciento) es superficial y está localizada en lagos, lagunas, ríos y humedales. En resumen, el agua dulce total con la que contamos en el planeta es de sólo 0.6 por ciento. La disponibilidad futura del agua no podrá alcanzarse si mantenemos las formas irracionales de uso de los ecosistemas y el consumo desmedido de la misma.
En México, es muy importante renovar la legislación, ya que la falta de actualización provoca otorgar títulos de concesión sin un proceso transparente que permita cederla a un tercero en caso de que el usuario original ya no requiera utilizarla. Esto promueve malas prácticas entre los usuarios, como hacer uso de un volumen mayor al concesionado, traspasar el título a otros usuarios sin transparencia, o cambiar el uso sin la actualización de la concesión. existen casos que, al momento de obtener la concesión, le daban uso agrícola al agua, pero que hoy en día esa misma concesión se utiliza para alguna otra actividad industrial, comercial o de servicio Si buscamos, lo más relevante que han hecho las autoridades es que en febrero de 2012 se elevaron a rango constitucional los derechos humanos al acceso al agua y saneamiento en México mediante la reforma del párrafo sexto del artículo 4; sin embargo, después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, se concedió un plazo de 360 días para la expedición de una nueva Ley General de Aguas a implementar a partir de la reforma constitucional, reemplazando así la Ley de Aguas Nacionales de 1992. A la fecha, su aprobación aún está pendiente.
Por tanto, los ciudadanos, debemos hacer conciencia y evitar el desperdicio del agua, se acerca un periodo (semana santa) donde algunas personas tienen la mala costumbre de desperdiciarla; por parte de las autoridades, urge modernizar la red hidráulica, se requiere una gran inversión; mejorar el tratamiento de las aguas residuales y revisar la legislación sobre temas del agua, ya que sin una política efectiva, algunos seguirán desperdiciandola mientras otras desvelándose por almacenar la poca agua que recibe en su casa, incluso, ya que aún sin sequía, la disponibilidad de agua por habitante ha disminuido. Según el Imco, en 1960 era de 10,000 metros cúbicos, en promedio, por persona, y al día de hoy es de 3,200 metros cúbicos por persona en el mejor de los casos. De lo contrario la falta de agua derivará en conflictos internacionales.
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