Ante el aumento de la inflación a niveles no vistos en más de 20 años, que encarecen cada vez más los productos básicos e intervienen en el bajo crecimiento de la economía mexicana, el presidente Andrés Manuel López Obrador planteó, durante la “mañanera” del miércoles, la producción de autoconsumo como una solución. La medida forma parte de su plan antinflacionario, el cual presentará el próximo miércoles 4 de mayo.
Esta propuesta lejos de ser una solución verdadera a dicho problema, es una “tomada de pelo” para miles de campesinos que llevan meses denunciando que el campo está en crisis derivado del abandono presupuestal del Gobierno federal.
“El gobierno enfrenta con lentitud el problema que vive el campo y que afecta a todo el país”, demandó José Amadeo Hernández Barajas, coordinador nacional del Congreso Agrario Permanente (CAP). Además, exigió al ejecutivo liberar los recursos para atender las necesidades urgentes de la población rural, así como el reconocimiento de las organizaciones campesinas y dejar de denostar e inhibir la organización social.
La crisis del campo mexicano se ha agudizado en los últimos meses debido a la gran dependencia de fertilizantes importados, los cuales enfrentan la escases y carestía provocado por las sanciones impuestas a Rusia, tras su operación militar especial en Ucrania.
Situación que afecta aún más a los productores agrícolas, debido a que los precios de productos fitosanitarios se han disparado hasta en un 300%.
Distintas organizaciones campesinas indican que es una prioridad rescatar al campo del abandono en que se encuentra en lo que resta del sexenio de la 4T, apoyar la construcción y mantenimiento de la infraestructura productiva y comunitaria, y dotar de servicios básicos a las comunidades rurales y las colonias populares.
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