La pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 no es el único mal que está generando una situación extrema en el campo yucateco, el paso de las tormentas tropicales "Amanda" y "Cristóbal", los primeros días de junio hicieron lo propio; y es que según datos oficiales las pérdidas del total de cultivos en el estado fueron del 85 por ciento, las afectaciones en el sector agropecuario fueron valuadas en 2 mil 66 millones de pesos, situación que pone a las familias campesinas que dependen del sector primario en una situación catastrófica.
La gravedad existente en el campo pone en riesgo la autosuficiencia alimentaria y los miles de empleos que se generan en este sector, hecho que solamente se podrá corregir con una inyección importante de recursos económicos por parte de los gobiernos federal y estatal; sin embargo, el gobierno de Yucatán ha declarado que carece de recursos suficientes que permitan aliviar estos males, el gobierno federal por su parte, no contempla dentro del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), recursos para afrontar el desastre agrícola que hoy padece el estado.
La cancelación del seguro federal contra desastres de esta índole deja en la indefensión a miles de familias campesinas yucatecas cuyo sostén depende exclusivamente de la cosecha de maíz, frijol, calabaza y otros cultivos que siembran para autoconsumo.Recientemente, Jorge Díaz Loeza, secretario de Desarrollo Rural en el estado, declaró que la Federación le informó que el programa de atención a desastres naturales en el sector agropecuario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, cuyos fondos servían para paliar este tipo de contingencias, prácticamente "está en cero" lo que agrava la situación de los productores (Yucatán a la mano, 23 junio).
Otra vez, quienes tienen que sufrir las graves consecuencias de los males sociales y desastres naturales son los de siempre, los sectores más desprotegidos pero los que con su trabajo diario son los creadores de la riqueza que contradictoriamente abunda en nuestro país.Son los mismos a los que políticos del nivel que sean dirigen su discurso "compasivo" que ahí se queda, que no va más allá.Nadie menciona qué política, qué planes y programas a largo plazo se van a impulsar en el campo para sacar de la miseria, la improductividad y la marginación a quienes tienen como actividad la agricultura, la ganadería y la apicultura en la entidad.
Yucatán está en los primeros lugares en producción porcícola, avícola, apícola, chile habanero, cítricos, pepino, soya, papaya, berenjena, entre otros.El sector primario aporta el 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto del estado y las actividades se realizan en las zonas rurales por pequeños y medianos productores; además, el sector agropecuario emplea a 94,000 personas con un valor de producción de 21,727 millones de pesos (Diario de Yucatán, 16 mayo).¿Qué ocurrirá con los miles de yucatecos que dependen de las actividades agropecuarias? Seguramente su situación empeorará.
La Secretaría Técnica de Planeación y Evaluación (Seplan) del gobierno del Estado estima que antes de la crisis de covid-19 había 1 millón 021 mil yucatecos en pobreza y a esta cantidad se agregan los 163 mil que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, estima se sumarán a las filas de los pobres debido a la pandemia de covid-19 (2 de junio), resultará que más de la mitad de la población de Yucatán padecerá pobreza.
El panorama estatal es sumamente grave y en los municipios del interior del estado cuyos habitantes dependen de la actividad agropecuaria que fue devastada por los fenómenos naturales la situación se recrudece.Pero ¿Qué hace falta para remontar esta situación? Primero, que el gobierno federal realmente atienda la problemática que padecen los hombres del campo, que a los campesinos que producen para el autoconsumo se les provea de los elementos indispensables en cantidad suficiente para realizar su actividad productiva: semillas, fertilizante, herbicidas, herramientas, etc., en seguida, proporcionar crédito barato, crear infraestructura productiva, apoyo suficiente y amplio para adquirir y modernizar la maquinaria agrícola y los sistemas de riego sin faltar la capacitación técnica y desarrollar la investigación agropecuaria.
Por su parte, el gobierno del estado no puede conformarse con la negativa de los recursos económicos para poner de pie la economía, debe exigir a las instancias del gobierno federal se apoye en serio a los miles de yucatecos que sufrieron pérdidas por las tormentas tropicales, pero también para los sectores que han visto minada su economía con la pandemia sanitaria que aún continuamos padeciendo y que sufren hambre.El señor gobernador, no debiera dudar que de ocurrir esto, todos los yucatecos nos sumaremos con energía a su legítimo reclamo.
En la entidad como en todo el país, no falta tierra ni brazos para producir, lo que hace falta es un genuino interés de nuestros gobernantes para hacer nuestro campo altamente productivo, autosuficiente en alimentos, en producción de materias primas para la industria, un país de mayor igualdad social en la distribución de la riqueza nacional y esto solamente se logrará destinando recursos suficientes y tecnificando al campo.Mientras eso no ocurra, pueden decirse muchos discursos; el hambre y el abandono en que se tienen sumidos a los campesinos y a grandes sectores urbanos, desembocarán más temprano que tarde en un descontento social de impredecibles consecuencias, si no se atacan las causas, los brotes de inconformidad se producirán como hongos después de lluvia en todo el país.
Finalmente, debido a que cientos de campesinos afiliados al Movimiento Antorchista en el estado, también fueron afectados por las inundaciones ocurridas los primeros días de junio, solicitamos al Lic.Mauricio Vila Dosal, gobernador del estado, se les proporcione los insumos que necesitan para la siembra, la reparación de apiarios y mantenimiento de abejas, se les incluya en el programa de empleo temporal y se les dote de despensa a todas las familias de escasos recursos económicos que lo necesitan.El próximo martes 9 de julio a las 10 de la mañana, una comisión de antorchistas acudiremos a palacio de gobierno a reiterar nuestra petición; solicitamos la comisión sea atendida y sus demandas resueltas.
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