La pregunta que encabeza este texto de opinión fue la que hizo el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, hacia la gente, o por lo menos así quiso dar a entender, pues aunque haga el cuestionamiento; “la gente”, como él dijo, no se encontraba en el lugar, tiempo y momento indicado para responderle, ni si quiera en la posibilidad de refutar o aprobar dicha pregunta, pues como bien sabe el señor presidente, la tribuna de las conferencias mañaneras es del uso exclusivo de él y sus funcionarios del gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T).
La interrogante anterior con carácter de sentencia dictada, la ventiló el presidente en la “mañanera” de este viernes pasado, con el fin de respaldar la investigación (acusación) contra los 31 científicos, que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) está llevando a cabo con el argumento de haber hecho mal uso y abuso de los recursos aprobados en el anterior sexenio, 2002-2018, por un monto de 100 millones de pesos para proyectos de Ciencia y Tecnología, y 471 millones para gastos de operación, según el informe-acusación del Conacyt y su directora María Elena Álvarez-Buylla.
Según el presidente y su equipo de verdugos, a los que se suma el fiscal general Alejandro Gertz Manero, acusan al grupo de 31 científicos del mismo Conacyt, por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y peculado, dicha imputación que ya fue rechazada por un juez federal por segunda ocasión, ante la reiterada solicitud de la Fiscalía General, pues al parecer es una orden girada desde las más altas esferas, misma que no aceptará un no por respuesta, pues como ya se vio el viernes por la mañana, es del interés muy personal del presidente de la república.
Andrés Manuel, espetó desde la tribuna de la mañanera, que los 31 científicos no habían hecho otra cosa más que coloquios, congresos, viajes al extranjero, viáticos, y otros gastos “considerados”, ¿por quién?, como “lujos y extravagancias”, todo lo anterior dicho sin ninguna prueba ni fundamento serio, solamente respaldado por el “famoso informe”, mismo que ya fue rechazado dos veces, y la palabra axiomática del presidente como de costumbre.
Pero, ¿es verdad que el combate a la corrupción es parejo?, o mejor dicho aún, ¿es corrupción hacer uso de un presupuesto destinado para ciencia y tecnología, en buscar, investigar, dialogar, observar, viajar, comer, etc.?, ¿hasta qué punto es corrupción y hasta qué punto es hacer ciencia y tecnología?, ¿quién decide eso?, ¿cuánto tiempo es el suficiente para llegar a un resultado científico?, ¿lo sabe el presidente Andrés Manuel López Obrador?, ¿cuántos descubrimientos científicos o tecnológicos ha hecho y cuánto le costaron económicamente hablando?, ¿le dio resultados científicos “los detentes”, “los abrazos y no balazos”, “los fuchi guacalas”, o “los voy a acusar con sus mamacitas”?, ¿cuáles fueron los resultados de sus acciones? La realidad nos demuestra que todo lo que ha dicho el presidente hasta nuestros días, solamente han sido frases sin sentido, mentiras esbozadas en “buenos deseos”, etc.
Todo el país se enteró de la acción del presidente cuando dejó libre a Ovidio Guzmán, cuando defendió a su hermano Pío López Obrador, diciendo que el dinero que se le entregaba era de “aportaciones para la lucha”, etc., ¿acaso el presidente no nos ha demostrado que el combate a la corrupción no es parejo? Claro que sí, o cómo le llama el presidente a todo lo hecho hasta ahora por su gobierno, a las asignaciones directas de obras sin licitación, que han sido denunciadas por varios organismos de transparencia y medios de comunicación, etc., ejemplos hay muchos, y en tan solo tres años del gobierno que prometió combatir la corrupción, como principal bandera de lucha. “¿O vamos a excluir a grupos, élites, ya sea de la academia, la ciencia o la intelectualidad? Yo le pregunto a la gente: ¿el combate a la corrupción va a ser selectivo o va a ser parejo? hechos, no palabras señor presidente. No, no es parejo, y tampoco es justo, en este caso, como en todos los acontecidos durante el gobierno de AMLO, queda como anillo al dedo el dicho popular “que se haga la ley en los bueyes de mi compadre, pero en los míos no”.
Y en el caso de la acusación contra los 31 investigadores del Conacyt, a quienes el presidente acusa de no haber hecho nada, mas que gastarse los recursos del erario en lujos y extravagancias, como simposios, coloquios, viajes, etc., le aconsejo que lea un poco más sobre la historia del conocimiento científico, del cómo los investigadores han llegado a aportar a la humanidad grandes descubrimientos, y cómo a varios de ellos, si no es que a todos, les llevó la gran parte de su vida realizar dicha aportación a la humanidad, como por ejemplo, el gran genio de la humanidad que fue Carlos Marx y el gran descubrimiento que hizo en la rama de la economía y la sociedad, la plusvalía, que es el trabajo no pagado al obrero, con el cual se enriquecen día con día las altas esferas de la sociedad, y que hasta la fecha nadie ha podido refutar.
La actividad científica de Marx y muchos otros científicos del mundo, requirieron ingentes recursos económicos, viajes al extranjero para conocer las distintas propiedades de un objeto, o fenómeno, la cultura del lugar donde surgió, el lenguaje y/o lenguajes de la zona a investigar, la relación que establecen con otros objetos o fenómenos, la composición y sus vínculos internos y externos, la comprobación de sus conclusiones, la modificación de las mismas, y la aplicación a la realidad concreta, etc. En conclusión, como lo describe el investigador Eli de Gortari, el Conocimiento Científico es el resultado de una actividad humana de carácter social, que se realiza colectivamente y de cuyos resultados se desprenden muchas aplicaciones prácticas, las cuales contribuyen a la satisfacción de nuestras necesidades y al mejoramiento de las condiciones en que vivimos. En su actividad científica los investigadores ejecutan muchas operaciones manuales y mentales, mediante las cuales descubren la existencia de cosas nuevas.
Pero es más fácil decir tarugadas y acusar a diestra y siniestra sin ofrecer pruebas de lo dicho, ¿verdad señor presidente? No cabe que los mexicanos nos enfrentamos a un inquisidor trasnochado, peligroso, pues tiene los tres poderes de gobierno a su libre albedrio de justicia, y como dice el dicho conocido, “no administrará justicia quien por interés se envicia”, ¿cuál es el interés del presidente, o con ha qué intereses sirve el presidente? Está por verse. Mientras tanto, hace ya algún tiempo que el ingeniero Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista, hizo el llamado, a todos los intelectuales, investigadores, científicos, de este país, para que, entre todos, unidos al pueblo organizado, lucharan y se defendieran, porque tarde o temprano les llegaría a ellos la “justicia de la 4T”. La invitación sigue vigente.
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