El deporte era parte integral de la cultura griega, era practicado y disfrutado por la mayoría de los ciudadanos de Grecia. La historia del deporte se remonta a la antigua civilización griega cuando se crearon las olimpiadas que se realizaban cada cuatro años.
Los juegos olímpicos se celebraban en el estadio de Olimpia y los principales deportes que se jugaban eran el atletismo, lanzamiento de disco y jabalina, salto, carrera de caballos y de velocidad, y la lucha libre. De acuerdo con los registros, estos juegos comenzaron en el año 776 a.c., y una de las principales premisas de la filosofía del deporte era incentivar a los jóvenes a alejarse de la ociosidad y los vicios, que eran mal vistos en la sociedad.
Varios de los filósofos griegos no solamente se dedicaron a reflexionar sobre las problemáticas relacionadas a la política o a la moral, sino que también ahondaron en el significado del deporte para la sociedad. Plantón, por ejemplo, en su célebre Academia de Atenas inculcó a sus alumnos a formarse deportivamente. Para él, el cultivo del alma iba en paralelo al cultivo del cuerpo: “La educación es el arte de conducir al niño por los caminos de la razón. Su deber consiste en fortalecer el cuerpo tanto como sea posible y en elevar el alma a su más alto grado de perfeccionamiento”.
A Sócrates se le recuerda por relacionar la belleza del cuerpo con cierta potencialidad para el aprendizaje. Esculpir el cuerpo era el arte al que debía dedicarse todo ciudadano y, con ello, rescatar valores como la tenacidad, la perseverancia y la responsabilidad. El deporte siempre ha estado arraigado al desarrollo de las culturas, los registros históricos revelan que, en las diferentes épocas y sociedades, las personas idearon maneras de ejercitarse y competir en múltiples disciplinas, ya fuera en espacios cerrados o al aire libre.
En los países socialistas, el deporte está íntimamente relacionado con la salud de la población. Se busca que, en todos los niveles, proporcionar los medios técnicos y económicos para que el individuo desarrolle sus capacidades intelectuales y físicas, unidas al componente lúdico de la práctica. Pero además, se busca el estímulo de que cada uno de los participantes en un equipo, para que refuercen el trabajo en conjunto.
Así se desarrolla la cultura del deporte en las fábricas, en los centros industriales, en las aldeas y ciudades, en las escuelas y en todos los lugares de cada país.
Se crearon las Espartaqueadas, cuyo nombre procedía de Espartaco: el esclavo que organizó la rebelión que más hizo temblar al imperio Romano. Eran eventos deportivos dedicados a los trabajadores de todas las repúblicas de la URSSS, en ellas los participantes no competían por nacionalidad. La internacional y la bandera roja representaba a todos los atletas como muestra de la condición internacional de los trabajadores de todo el mundo. En ellas no se buscaba la exaltación del atleta, más bien eran una búsqueda de la superación y cooperación de los trabajadores, criticando el carácter burgués de las olimpiadas modernas. Su objetivo era encontrar la paz en el mundo a través del deporte.
¿Qué pasa con el deporte mexicano en este sexenio?
Prácticamente desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, una buena parte de los atletas de alto rendimiento se han quejado de la falta de apoyo por parte de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) que encabeza Ana Guevara, y de acuerdo con la opinión de varios de ellos, se puede considerar este periodo “como el peor de toda la historia”.
En medio de polémicas, como el retiro de becas, falta de apoyo para campamentos y competencias, varios deportistas han tenido que ir en busca de apoyo privado y han estado a punto de perder su participación en eventos internacionales, ante ello, y cansados de ser ignorados, algunos han optado por buscar apoyo y participar representando a otros países.
Tampoco debemos olvidar el fracaso de la selección mexicana de fútbol en la Copa del Mundo que se realizó hace unos meses en Qatar y la selección femenil no pudo lograr su boleto al mundial ni a los juegos olímpicos. Y no se trata de un maleficio o por culpa de un dios maldito que nos condena a sufrir. Las causas tienen que ver con el desprecio de nuestros gobernantes al deporte y a la corrupción que hay en la cúpula deportiva.
Bastaría ver el abandono en el que se encuentran las instalaciones deportivas en la mayoría de las comunidades y la falta de profesores deportivos capacitados que conduzcan a nuestra niñez y juventud en las diferentes disciplinas deportivas, en prácticamente todo el país.
Ante esta terrible situación del deporte nacional. Es alentador y esperanzador el trabajo deportivo que realiza el Movimiento Antorchista desde hace 49 años. El próximo sábado 6 de mayo se realizará la inauguración de la XXI Espartaqueada Nacional Deportiva que se llevará a cabo Tecomatlán, Puebla (La Atenas de la Mixteca), donde más de 10 deportistas de todas las edades y de todo el territorio nacional, competirán en un ambiente cordial y fraterno, retomando el espíritu de los griegos y de los soviéticos, en busca de la gloria deportiva.
No tengo duda de que, más pronto que tarde, este tesonero trabajo será la base de una sociedad más justa y más equitativa para todos los mexicanos.
“Nuestra revolución ha establecido el principio de que el deporte es un derecho del pueblo, a lo cual podríamos añadir que el deporte es también un deber del pueblo”.
Fidel Castro
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