El pasado miércoles, en la conferencia durante la presentación del Plan de Apoyo a Colima, el presidente Andrés Manuel López Obrador, urgió a Juan Antonio Ferrer, titular del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y a Jorge Alcocer, secretario de Salud (SSa), resolver el problema del abasto de medicamentos, pues dijo no quería volver a escuchar que hacen falta. “Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto de medicamentos, esto es para Juan Ferrer, esto es para el doctor Alcocer, yo no quiero escuchar que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo, no podemos dormir tranquilos si no hay medicamentos para atender a los enfermos”, advirtió.
El presidente aseguró que ya no debe existir problema en este rublo porque ya se termino el problema de la corrupción que imperó en administraciones pasadas. “Ya no hay excusas, además ya no se permite la corrupción que existía de que 10 distribuidoras acaparaban toda la compra de medicamentos que hacía el gobierno, ni siquiera laboratorios, sino empresas distribuidoras vinculadas a políticos corruptos”, expresó.
Sin embargo, hay que señalar que este problema no es reciente. Desde hace más de dos años familiares de niñas y niños con cáncer han venido protestando por la falta de medicamentos. “Esperamos que no sea circo”, así reaccionaron las ONG y grupos que apoyan a pacientes con cáncer, luego de que el presidente López Obrador les dijera a los funcionarios de su gabinete que ya no quiere excusas sobre el desabasto de medicamentos.
Con lo expresado por el presidente en Colima, tuvo que reconocer que sí hay desabasto de medicamentos, después de que innumerables veces dijo que no existía, acusando a quienes exigían de mentirosos, de golpistas y de exagerados. Hay que recordar la declaración de Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien acusó a las personas que se estaban manifestando contra el desabasto de medicamentos oncológicos de fabricar mentiras y sostener una agenda oculta para promover un golpe de Estado.
El pasado 25 de junio, el subsecretario, quien además era el vocero del presidente para la pandemia de Covid-19, asistió a Chamuco TV y en la entrevista, el subsecretario fue reiterativo en negar el desabasto de medicamentos oncológicos. “Esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos, cada vez lo vemos posicionado como parte de una campaña, más allá del país, de los grupos de derecha internacionales, que están buscando crear una ola de simpatía en la ciudadanía mexicana, ya con una visión casi golpista (….) Crearon esta formula de los niños con cáncer que no tienen medicamentos que es una mentira (….). Pero los medios de comunicación y las redes sociales han registrado miles de testimonios que, desde mediados de 2019, han ofrecido los familiares de los niños, sus médicos y organizaciones de la sociedad civil sobre el desabasto.
Contrario a las afirmaciones realizadas por López Gatell, hay evidencia de un mal manejo en las compras gubernamentales del sector salud. Y no se trata únicamente en la adquisición de sustancias utilizadas para el tratamiento oncológico de menores, sino un desabasto generalizado de claves farmacológicas. No es un mito ni es paranoia; no es un problema nuevo; el desabasto de medicamentos existe y se ha agudizado en los últimos años, afectando la vida de miles de personas. Tomando como ejemplo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se aprecia claramente el aumento de recetas no surtidas a partir de los últimos meses de 2019.
El hecho es que la situación es general en todas las instituciones de salud y en todos los estados de la república. El desabasto tiene su origen en que las autoridades subestimaron la complejidad de la cadena de acceso a los medicamentos y cambiaron los procesos de adquisición y distribución de manera atropellada y poco estructurada. El desabasto de medicamentos no es un problema localizado, sino que es sistemático y se ha intensificado por las condiciones sociales, económicas y políticas que enfrentamos en el país.
Y aunque el gobierno morenista ha culpado una y otra vez a los gobiernos pasados por el desabasto de medicamentos, argumentando corrupción y un modelo ineficiente de compra y distribución de medicamentos. Lo cierto es que, el gobierno de López Obrador, no ha logrado resolver el problema ni ha fincado responsabilidades; al contrario, la situación se ha agudizado por su insensibilidad y menosprecio a la vida de todos los mexicanos.
La falta de medicamentos es una prueba palpable del fracaso de este gobierno que en su supuesta lucha contra la corrupción esta afectando gravemente la salud y la vida de millones de mexicanos. Su “austeridad republicana” esta incrementando de manera escandalosa el desempleo y acrecentando el número de pobres en el país, mientras cada vez son más los casos de corrupción y derroche que se conocen de los gobiernos morenistas. No hay duda, salimos de Guatemala para entrar en guatepeor.
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