Desde que surgió la propiedad privada y la sociedad se dividió en dos grandes clases sociales; los que tienen y los que no tienen, poderosos y humildes, pobres y ricos, la diferencia se ha venido acentuando cada día más en todos los aspectos, uno de ellos relativo a la calidad de vida; eso quiere decir que en los asentamientos donde vive la clase trabajadora, sea en la ciudad o en el campo carece de los servicios básicos; agua potable, luz eléctrica, drenaje sanitario, entre otras necesidades. Eso sucede aquí y en China como dice el dicho popular, porque el problema no solo es en México sino en todo el mundo.
Para progresar e ir mejorando sus condiciones de vida los pueblos han tenido que organizase y luchar para arrancarle a los gobiernos recursos para que inviertan en la solución de las necesidades que padecen en sus colonias y comunidades.
Es así como en la colonia Humberto Gutiérrez, desde su fundación que data de hace 18 años, familias humildes de Guaymas que carecían de un lugar propio donde vivir, de un patrimonio familiar, se organizaron en el Movimiento Antorchista para resolver esta primerísima necesidad de vivienda, y se han mantenido organizados para dar la lucha para la introducción de los servicios. Solo así han venido logrando mejorar sus condiciones de vida; han arrancado a los gobiernos en turno sea municipal o estatal recursos para que inviertan en los servicios básicos; así, poco a poco, han ido transformando su calidad de vida con base en su organización y su lucha. Ello es muestra, pues, que si el pueblo no se decide a organizarse y a luchar su suerte no cambiara.
Pero el problema no se queda ahí, porque, aunque tenga una colonia bonita o pueblo hermoso, no es suficiente. Para que la clase trabajadora cambie realmente su situación se requiere hacer una verdadera revolución o una transformación social y los únicos que pueden hacerlo son los obreros de la ciudad y el campo, y eso puede ser posible si se dan cuenta que, así como han logrado resolver sus necesidades con organización y lucha, sumando a otras clases sociales, pueden lograr un cambio social. La misma historia ha demostrado que los cambios sociales los ha dado el pueblo organizado. Por eso obrero de la ciudad, del campo, ama de casa y todos los que sufren a consecuencia de una sociedad dividida entre ricos y pobres hay que aprender de estas luchas y a los de la colonia Humberto Gutiérrez los invito a que se mantengan unidos, que los avances que han tenido sean para fortalecer su unidad, su organización y su lucha. Sean ejemplo para que más gente se organice.
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