San Luis Potosí.- Y en la segunda entrega a cargo del Estado de México, sus actores sorprendieron con una historia en la que la confusión fue la protagonista, El juego de las pasiones de juguete del dramaturgo mexicano Hugo Hiriart. La última lectura la dieron las decenas de asistentes que conocieron este concepto teatral.
El director Alejandro Martínez, de 31 años, menciona que la obra es un tanto complicada. El montaje se desarrolla con la escenografía de un tablero de ajedrez, personajes que emergen como piezas de este juego, historias aparentemente absurdas entrecruzadas, relatos anacrónicos que se enlazan y personajes metamorfoseados.
¨Hay una filosofía del tercer impuesto, no sabes si es negro o rojo, pero puede ser amarillo, pareciera que es surreal pero es muy realista¨ dijo el director de la compañía originaria de Texcoco, Estado de México.
Interpretada por jóvenes y maestros de la Universidad Autónoma Chapingo, este juego de las pasiones de juguete llegó a SLP con una historia surrealista, en la que presentan al hombre vuelto objeto, víctima de la sociedad, una pieza más de este juego de la vida, un ser insignificante y deleznable. Esta es la lectura que da la compañía.
El montaje con más de 30 actores es un juego de ajedrez que, a través del movimiento de los personajes en el tablero, en un espacio y tiempo indeterminado, cuenta una historia de amor. La triste historia de Faustina, una pobre mujer que amó un muñeco, porque la enamorada era la hija del más grande juguetero que jamás hayan visto los tiempos: el gran juguetero Simón Acasto.
La trama aborda el primer muerto en la guerra de Troya, Protesílao, en la que se van desatando otras historias paralelas, no tienen un espacio determinado, pero hay personajes que están relacionados con el mismo suceso. El punto intermedio de cada escena es un personaje hermafrodita, Catarinela. Todos los personajes alusivos al juguete, cada uno con una historia sugerente para el auditorio.
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