El Día del Niño en México, celebrado en este último día de abril, se realiza con el fin de homenajear, obviamente, a los niños, y de promover sus derechos, así como impulsar las medidas para salvaguardar su integridad. ¿Pero, esto sucede? Desafortunadamente no, quizás un día sí, pero durante todos los días del año los niños viven una gran desigualdad.
Por ejemplo, los niños y adolescentes son víctimas de una crisis de desapariciones y de violaciones a sus derechos humanos; no hay acciones verdaderas para terminar con este tormento y para encontrar con vida a las víctimas.
México tiene el registró a partir del año 1964 de 82 mil 328 niñas, niños y adolescentes que han sido registrados como desaparecidos hasta el 25 de octubre de 2021; un total del 19.9 por ciento continúan desaparecidas a la fecha; 8 mil 518 son mujeres y 6 mil 952 hombres. Las mujeres representan 55.2 por ciento de los casos y las restantes 65 mil 950 personas de 0 a 17 años fueron localizadas, aunque 1 por ciento de estas desapariciones (710 casos) fueron halladas sin vida.
Chiapas, en 2020, registró una cifra récord en el reporte de desaparición de menores, con casi tres veces superior al número registrado en 2019; pasó de 183 en 2019, a 384 en 2020, y 625 en 2021 de los cuales casi 4 de cada 10 son indígenas y 30 por ciento de las personas entre 0 a 17 años de edad aún no ha sido encontradas; lo que significa, además, que cada 2 días desaparecieron al menos tres niños, niñas y adolescentes.
Partiendo de los datos oficiales, queda en evidencia que este gobierno, que promete ser el defensor de los intereses de los pobres, no ha hecho más que agravar la situación, pues solo en los años de su administración y de la aplicación errónea de su política, los datos se han elevado mucho más de 183 a 384 y 625, se han duplicado cada año.
Basta salir todos los días a trabajar para caer en cuenta que las calles están llenas de niños trabajando en la informalidad, y en casos peores, cayendo en la delincuencia; habrá quienes dirán que esa es responsabilidad de los padres, y sí, una parte le corresponde a ellos, pero la otra, que yo diría mucha, también le corresponde combatir a nuestros gobernantes, pues cuando los niños por derecho les corresponde recibir una educación gratuita, laica y obligatoria, las escuelas no cumplen ese papel. Tenemos escuelas abandonadas, aulas improvisadas, afectadas por fenómenos naturales y en zonas más alejadas, tenemos a dos o tres maestros por niveles educativos, atendiendo varias aulas, con un cupo de 40 estudiantes.
Por otro lado, la pandemia agravó más la condición, pues no se asistía todos los días a la escuela y se dejó a la suerte del chiapaneco o mexicano, buscar las condiciones para recibir las clases de manera virtual, acciones que trajo más problemas.
En el marco del Día del Niño, celebramos a los niños, y reconozco la buena voluntad de los ciudadanos por regalarle por lo menos un día de felicidad a los pequeños, pero los invito a que trabajemos juntos y luchemos para que nuestros niños no desaparezcan, no sufran abusos o violencia, porque reciban una educación digna, vistan, coman, y sonrían, todos los días por disfrutar cada segundo de su niñez y que cuando abrán los ojos, se encuentren en su hogar con sus padres.
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