En México, hay 55 millones 700 mil mexicanos en situación de pobreza, de acuerdo con datos del CONEVAL de 2020. Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente de México en 2018, casi cumple los 4 años al frente del Gobierno mexicano, y suponiendo sin conceder que la pobreza sea un mal de origen y culpa de la mafia del poder, como él tanto lo pregona; ¿En 3 años de gobierno no ha sacado de la pobreza a una sola persona?
Es razonable culpar a la pandemia mundial de algunas cifras, pero, la tendencia ya venia desde antes de este problema de salud pública que afectó al mundo. En todo caso, habría que responder la siguiente pregunta: En materia económica, ¿qué se hizo durante la pandemia para detener la escalada de pobreza nacional?, la respuesta es que nada; al contrario, se abandonó a su suerte a la micro, pequeña y mediana empresa al no concederles ningún tipo de apoyo crediticio o incentivo económico. De tal manera que 1 millón 10 mil 857 empresas quebraron (INEGI, 2020).
¿Es posible defender a los pobres sin combatir la pobreza?, por supuesto que no; el dicho siempre tiene que ir acompañado de la acción, porque, de otra manera, se incurre de manera premeditada en la demagogia que tanto daño le ha hecho al pobre y le sigue haciendo. La clase mexicana trabajadora es víctima por partida doble; por una parte, es víctima forzada de explotación laboral al sobrevivir con salarios de hambre, culpa del capitalismo voraz, que lo obliga a deshumanizarse en la fábrica y con jornadas de hasta 12 horas diarias. Por otro lado, la política pública que ha desarrollado el obradorismo ha arrojado denso humo a los ojos de los mexicanos pobres, haciéndoles creer que tienen la vida resuelta con las tarjetitas con dinero a condición de que no exijan nada más, volviéndose así víctimas políticas de su propio desconocimiento de la realidad socio-económica.
México se ha vuelto un referente mundial en el tema de la delincuencia organizada. Los altos índices de violencia provocados por las guerras intestinas de los carteles de la droga han orillado a que ocho de las diez ciudades más violentas del mundo sean mexicanas. Estas son: Zamora, Cd. Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada y Uruapan. En diciembre de 2021, el 65.8 por ciento de la población nacional consideraba que era inseguro vivir en su ciudad (INEGI-ENSU, enero 2022), es decir, más de la mitad de los mexicanos tienen miedo de salir a la calle, a su trabajo o a la tienda de la esquina por temor a ser asaltados o ser victimas colaterales de una balacera.
¿Se puede hablar de querer al pueblo cuando en los hechos se le deja a su suerte? No, esto es demagogia. Seguir culpando al PRIAN de las condiciones sociales y económicas en las que se encuentra actualmente México, es el equivalente a decir ‘no avanzaré hasta que se quite la piedra que estorba mi camino’, y la víctima directa de ese discurso, de nueva cuenta, es el pueblo pobre.
Si usted es de las personas que recurre con frecuencia a solicitar créditos bancarios por necesidad, le quiero informar que debe prestar atención a lo que ocurre por estos días en el Congreso de San Lázaro porque la Cámara de Diputados aprobó, en lo general, un paquete de reformas que permitirá y autorizará a las empresas, en común acuerdo con la institución que presta el crédito, para que el empleador del trabajador realice de manera directa un descuento a su nómina salarial para cubrir los intereses de dicho crédito solicitado por el trabajador. En otras palabras, ya no será necesario que te manden al abonero en moto, ahora, desde tu trabajo se te descontará el adeudo y hasta el 40 por ciento de tu salario podrá ser retenido.
Esa reforma recién aprobada es algo similar a lo que ocurrió en tiempos de Porfirio Díaz, con las tiendas de raya. ¿Quién aprobó en lo general dichas reformas? Morena. Queda en manos del obradorismo la suerte de los trabajadores.
Sería burdo pensar en que los mexicanos volverán a contentarse con el PRIAN y que pedirán a gritos desesperados que vuelvan a ser gobierno, ante los malos resultados de Morena. No, pero es hora también de que demos a conocer que desde hace 46 años una fuerza social ha venido creciendo de manera sostenida y cohesionada para levantar la voz y ponerse realmente del lado del pueblo pobre de México.
Esa fuerza es el Movimiento Antorchista, una organización política con presencia a nivel nacional, bien estructurada y fiel a sus principios políticos y filosóficos. Congruente en el decir y el hacer.
Es una fuerza política y social repudiada, tanto por el PRIAN como por Morena, simplemente por entorpecer sus propósitos demagógicos de seguir adormeciendo al pueblo.
En el Movimiento Antorchista hablamos siempre con la verdad y la verdad casi siempre incomoda a los poderosos, a quienes se sienten dueños de la verdad y que, como el Viejo Buitre que describió Ricardo Flores Magón, están siempre al acecho de quienes llaman al pueblo a la rebelión contra los intereses económicos de los ricos. A los mexicanos les invitamos a que conozcan y se sumen a Antorcha, la verdadera opción del pueblo pobre.
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