El remate del sexenio de Andrés Manuel López Obrador no podía en ningún modo acabar diferente a lo que fue en los primeros cinco años, sino, acaso, para empeorar. En efecto, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que propuso AMLO y aprobaron sin modificarle ni una coma sus cómplices interesados y corruptos, los diputados de Morena, PT y PVEM, repite los mismos errores e injusticias sociales que los de los cinco años anteriores, que ya hemos analizado en detalle en cada ocasión, pero que recordaremos para que no se diga que no se dijo. Cada PEF anual de AMLO tuvo las mismas características, por las que fueron PEORES a los de presidentes anteriores:
• Deja intacto el sistema neoliberal de distribución fundamental del ingreso en favor de las clases privilegiadas, que sigue siendo el más injusto del planeta entero.
• La redistribución de la Renta Nacional, es decir la parte que recibe el Gobierno en forma de impuestos, que podría ser un mecanismo para hacer justicia social, fue con AMLO cada vez más injusta, él decidió cobrar menos impuestos a los más ricos, y más a los más pobres, además de gastar el dinero del pueblo más en los ricos y menos en los pobres.
• El gasto, además, se ha concentrado en las obras emblemáticas de manera desproporcionada, y para ello ha tenido que recortar otros gastos y programas que ya favorecían a todos y sobre todo a los más pobres: salud, educación, apoyo al campo, deporte, cultura, obras públicas y servicios básicos; eliminó fideicomisos como el Fonden; se gastó las reservas de emergencia y ya no le alcanza para terminar esas obras que se convirtieron como ningunas otras antes en un Moloch que no tiene llenadera.
• Lo que sí se ha gastado en el ciudadano ha favorecido a los más ricos, pues la mayor parte (en 2024 será ¡el 40 % de TODO el gasto social!) se va en las Pensiones de Adultos Mayores; siendo que la mayoría de los adultos mayores que la cobran son de las personas de mayores ingresos.
• Recordemos que el “gasto social” incluye TODAS las obras y servicios para el pueblo (carreteras, mantenimiento de infraestructura como el Metro, escuelas, hospitales, aguas potables, luz eléctrica, vivienda popular, abasto familiar, programas para personas vulnerables, apoyo a la producción, etcétera), y esto se dejó de hacer para gastarlo en sus megaobras y en las entregas de dinero en efectivo que, ya vimos, favoreció a los más ricos. Como previno a tiempo el maestro Aquiles Córdova Morán, las propuestas de AMLO candidato, hoy acciones de AMLO presidente, consisten en jalar la cobija para un lado y descobijar el otro; el lado que descobijó es el de los más pobres.
• Estas omisiones en los gastos necesarios nos van a cobrar factura al deteriorarse la infraestructura que luego va a ser más costoso reparar (Metro, carreteras, escuelas y hospitales, etcétera), y lo peor está en la salud, ya que los gastos no hechos en vacunas, enseres, medicamentos, prevención, etcétera, tendrán como resultado a mediano y largo plazo más enfermos, reaparición de enfermedades ya controladas, nuevos contagios, nuevas cepas y más muertes. Así se explican las muertes de los niños con cáncer por falta de medicamentos; esos son muertos que no debieron ser, son culpa de AMLO y su PEF. Vean el caso del dengue que es sólo una muestra de lo que viene.
• Recordemos también que el programa de pensiones para adultos mayores estuvo lleno de corrupción, que solamente pueden ejercer los mismos funcionarios de Gobierno. Es decir, no resultaron sólo programas para comprar votos, sino una caja de ingresos para los funcionarios corruptos.
No olvidemos que el mecanismo para lograr todo esto se basó en estos cinco años en la sumisión ignominiosa e interesada del poder legislativo, la cual, a su vez, fue posible gracias a que el pueblo, emocionado e ilusionado, les dio mayoría en el congreso, votando por sus diputados (algunos de ellos unos verdaderos granujas que más merecen estar en la cárcel). El engaño resultó redondo, pues sí mintieron, sí robaron y sí traicionaron y se siguen llenando la boca de demagogia e hipocresía acerca de una “transformación” que resultó ser un salto para atrás.
Esto es resultado no de la perversidad del pueblo mexicano ni de la abdicación de la izquierda progresista, la cual NO está en Morena con AMLO. La poca “izquierda” que se le sumó siempre fue apóstata y oportunista, de manera que ahora está en su medio, pudriéndose y corrompiéndose aún más en su miasma.
AMLO es el corruptor mayor, el que reparte y permite: no sólo no merece dirigir al país sino que pasará a la historia como el peor político y el más oportunista de todos los tiempos.
Tal resultado es culpa de AMLO, que es el corruptor mayor, el que reparte y permite y el que ha demostrado así que no sólo no merece dirigir al país sino que pasará a la historia como el peor político y el más oportunista de todos los tiempos; el que más daño le hizo al país durante su mandato.
No olvidemos esta lección que ya se repitió, como no podía ser de otro modo (un árbol malo no puede dar frutos buenos), con el PEF 2024 de AMLO. Entendamos que la solución no está en seguir buscando al bueno, sino en que los más pobres y los más honestos y valientes mexicanos se organicen en su propio partido, pongan sus candidatos, los voten, los lleven al poder, los defiendan con uñas y dientes de ser necesario, los cuiden y vigilen; se aseguren no sólo de que los dejen gobernar sino de que no se corrompan y hacer desde el mismo poder de la nación un nuevo México más poderoso, progresista y justo, más igualitario y noble. Esto es lo que Antorcha Campesina les ha dicho a todos los mexicanos desde hace 50 años, y va siendo tiempo de que lo llevemos a la práctica, por el futuro de nuestros hijos.
En esta temporada de Navidad y fin de año se suele desear paz y felicidad. Los antorchistas trabajamos incansablemente para hacerla realidad en cada hogar mexicano y lo vamos a lograr si sumas tus buenos deseos y tus mejores acciones a las de todos los antorchistas. Ese es nuestro deseo en esta temporada, y para el 2024 y los que le siguen.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario