“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes se lo repitan en todo momento”
J. Goebbels, Ministro de Propaganda nazi de Hitler
La colonia La Antorcha de la junta municipal de Atasta, en el municipio de Carmen, realiza ante el Ayuntamiento los trámites para lograr la regularización de la misma y que cada familia tenga por fin los papeles que le den garantía de su patrimonio. Esa sería, si no la conclusión de la lucha por una vida más digna, si una etapa importante a la que queremos llegar los antorchistas y todas las familias honestas de la colonia. Pero, ¿acaso habrá alguien interesado en que esto no suceda?, ¿quién o quiénes se podrían beneficiar de que la colonia siga siendo irregular?
Esta pregunta surge de los acontecimientos que en estos días han destacado en los medios de comunicación del municipio carmelita, en torno a estas gestiones y a los acontecimientos de los días pasados, que han derivado en agresiones a personas pacíficas e inermes, ante la mirada atónita de los colonos, quienes sufren el acoso de gente violenta que amenaza con cometer más crímenes. Los medios, pues, reproducen las versiones de los diferentes actores en la que destacan posiciones de las víctimas de estas agresiones, de los supuestos autores de estas agresiones y de las autoridades del Ayuntamiento encabezado por Pablo Gutiérrez Lazarus, que pueden causar confusión entre la ciudadanía que los observa.
No hay otro camino para llegar a la verdad que saber los hechos, invito a todos mis amables lectores a conocer los hechos indubitables y, a partir de estos y con su propia interpretación, intentar llegar a la verdad de este conflicto que ya está generando víctimas de agresiones y que todavía puede provocar más daño, si las autoridades encargadas no toman medidas para castigar a los responsables conforme a la ley.
Desde hace casi doce años el Movimiento Antorchista de Campeche organizó a un grupo de colonos para mediante un esfuerzo colectivo y conforme a ley comprar un terreno para que se pudiera fundar la colonia. Después de mucho esfuerzo, se compró ese terreno, en beneficio de 332 familias, cada familia aportó o está aportando según sus posibilidades económicas y su voluntad, el costo que le toca por su lote, muchos ya lo pagaron y unos pocos casi no han pagado o de plano no han pagado, y todos tienen la posesión de su lote (los que no lo necesitaban no lo habitan, pero lo “poseen”), pero la propiedad la tiene la organización, mientras se realiza el trámite para entregar a cada titular su escritura.
Desde 2015, ya con las escrituras generales, se iniciaron trámites ante el Ayuntamiento, presidido entonces por el hoy también presidente Pablo Gutiérrez Lazarus (PGL), pero los trámites se prolongaron, de manera que él terminó su período sin llegar a regularizar la colonia. Con Óscar Rosas se avanzó hasta tener una propuesta de plan de desarrollo urbano, que se ha tenido que modificar debido a algunos errores en su elaboración.
Al entrar al poder nuevamente PGL, después de llegar a acuerdos para avanzar en el trámite, a pesar de algunas correcciones que aún se deben hacer, se aceptó que el plano quedará como el ayuntamiento elaboró y los encargados de los trámites estaban citados para el primer día de junio a hacer algunos papeles en Catastro, para que se pudiera entregar la propuesta ya oficial del plano.
Pero un día antes, el 30 de mayo, un grupo de personas, una minoría de los colonos de La Antorcha, liderados por Violeta Franco Santos (quien ya en ocasiones anteriores ha provocado acciones violentas y lesionados en la colonia), se presentó ante el ayuntamiento en una manifestación, no precedida de ninguna gestión anterior, a solicitar que los trámites los debería hacer el Ayuntamiento no con los representantes de los colonos, sino con los que Violeta les dijera.
Los colonos antorchistas decidieron también manifestarse al siguiente día en Ciudad del Carmen para exigir respeto a las gestiones, por lo que la gente de violeta se apostó a la entrada de la colonia, para, según dijeron, impedir a como diera lugar que la dirigente antorchista Himelda Jiménez Rodríguez entrara a la colonia. Esto, y el hecho no demostrado, pero que ellos presumen con seguridad, de contar con el apoyo y protección de elevados funcionarios del Ayuntamiento, del mismo PGL y de la regidora Francisca Zárate López, los envalentonó y, agitados por Violeta, la emprendieron a golpes en contra de una indefensa mujer, quien integrante del grupo antorchista y del comité directivo de la colonia, amenazándola de muerte y mandándola al hospital.
Durante los días posteriores siguen amenazando a la gente, acosando mediante redes sociales y llamadas telefónicas amenazadoras, y ya hasta se han atrevido a amenazar de muerte a menores de edad con matarlos, si siguen apoyando a Antorcha.
La respuesta del Ayuntamiento, que los colonos han solicitado a lo largo de sus ya casi dos años de gestión, vino a través del director de desarrollo urbano del Ayuntamiento de Carmen, Eli García Basto en declaraciones a los medios de comunicación: “si queremos continuar con ese tema (la regularización de la colonia La Antorcha) se tiene que cumplir con los requisitos de la lotificación y urbanización y avanzar en el tema de la regularización de ese predio; sin embargo, la serie de modificaciones ha impedido la regularización de la colonia”, además de que él mismo, en referencia a las quejas del grupo de Violeta, García Basto dijo que “ese conflicto interno ha hecho que estén parados los avances de la regularización. Es decir, es decir, los culpables de que los trámites se hayan detenido son el Ayuntamiento y la gente de Violeta, como si ellos coincidieran en no querer que se avance; son ellos los que están entorpeciendo los trámites, aunque no lo acepten.
Los antorchistas no estamos de acuerdo, la “queja” de unos cuantos, quienes por cierto NO tienen que ser antorchistas, si no quieren que los represente Antorcha, para nosotros mejor, pero tampoco nos pueden obligar a aceptarlos como nuestros líderes, no es, no puede ser razón para detener los trámites. El Ayuntamiento le tiene que hacer caso a los que sí queremos avanzar, además de que somos el 85 por ciento de los titulares de los lotes y, aunque no fuera así, el capricho de unos no debe ser pretexto para perjudicar a todos.
Esta es la verdad, en la cual se revela quiénes mienten y quiénes no. Si hay dos cosas principales que NO necesitamos y repudiamos los antorchistas, son el engaño y la violencia. Por el contrario, nuestras principales armas de defensa y de lucha, nuestros verdaderos galardones, son la verdad y la razón. Esto se muestra, como en este caso, en cada paso que damos en nuestra lucha cotidiana. Mientras que, en diametral oposición, quienes nos atacan, quienes se oponen al trabajo de organizar y educar al pueblo para que luche por su propio progreso, no tienen más remedio que hacer uso precisamente de la mentira y de la violencia, y estos han sido a lo largo de la historia, instrumentos de los criminales, de los perversos, de los retrógrados, quienes siempre terminan siendo víctimas de sus propias malas artes.
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