En nuestro país habitan, según datos oficiales, cerca de 130 millones de mexicanos, de los cuales el Inegi dice que la clase alta la conforman un millón 23 mil habitantes; la clase media son 47 millones 201 mil; y la clase baja, 78 millones 536 mil mexicanos.
Para saber a qué nivel pertenece cada persona se toma como referencia, principalmente, los ingresos que percibe cada persona, por ejemplo, la clase alta en promedio percibe un sueldo mensual de 78 mil, 2,600 pesos diarios, la clase media 23 mil pesos mensuales, 766 pesos diarios, mientras la clase baja 11 mil pesos, 366 pesos al día, demos por ciertos estos datos, porque como diría alguien la clase pobre tiene otros datos.
La realidad que vive cada familia no es nada diferente en comparación hasta antes de la llegada del Gobierno federal representado por Andrés Manuel López Obrador. Los problemas que afectan a los más pobres siguen estando presentes, y puedo decir que se han agudizado, es inaceptable que haya colonias y comunidades que sigan careciendo de agua potable, energía eléctrica, centros de salud con medicinas, caminos pavimentados, miles de familias que no tengan un pedacito de nuestra patria para construir una vivienda propia, y no hablemos de la inseguridad que sigue cobrando vidas.
No existe una verdadera coordinación entre los gobiernos municipales, estatales y el gobierno federal, para atender estos problemas de manera seria, no se mira por ningún lado esa misma idea de que todos los funcionarios, de cualquier partido político sigan sin descanso en busca de un país más justo para todos. Lo que apreciamos es una lucha de todos contra todos, grupos políticos que se han puesto diferentes playeras con el único propósito de aparecer en cada elección, lograr arrancarles el voto a las mayorías y simular gobernar en beneficio de todos.
El pueblo debe entender que no podemos permitir que esta película se siga repitiendo año tras año, debemos generar conciencia a la gente que se quiere resignar a vivir con estos problemas por el resto de su vida, esta tarea titánica sólo la podrán lograr hombres y mujeres valientes que eduquen y organicen a las mayorías para poner en marcha un proyecto que resuelva las peticiones más sentidas de nuestro pueblo, ese pueblo que sigue esperando una verdadera justicia social.
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