El sistema político mexicano tiene una gran deuda histórica con los pobres de este país. A pesar de que en la Constitución Política se elevaron derechos y logros sociales desde hace más de 100 años, en realidad lo ahí escrito deja mucho que desear, pues el panorama en el que vive el pueblo, es muy distinto. Bien, ya no hay pretextos para fallar por parte de la 4T, ya no podrán culpar a la oposición, ni mucho menos a los gobiernos del pasado, pues tienen todo el poder y apuesto que lo van a seguir haciendo, y no son suposiciones: Claudia Sheinbaum lo sacaba a cuento a cada momento en las recientes campañas.
Quizás en México se hicieron algunos esfuerzos por construir una democracia liberal, se vivió una especie de alternancia disfrazada pero lamentablemente no se ha resuelto la grave desigualdad y mucho menos la corrupción como tanto ha dicho el gobierno actual, que incluso se atrevió en voz del presidente, a afirmar que se había abolido por decreto el modelo neoliberal, pero no hace falta ser una gran analista económico para darnos cuenta que, contrario a lo dicho por López Obrador, ese modelo está más vigente que nunca antes.
En los próximos seis años estará en juego la existencia de órganos autónomos y del propio Poder Judicial, mismos que algo venían haciendo para regular, por medio de la aplicación de leyes y acciones, que el Estado no excediera sus funciones.
Hoy veo un México engañado, un país donde las personas están manipuladas a tal grado que ciertos sectores le agradecen al gobierno que les entreguen apoyos por medio de tarjetas con dinero, pero que en el fondo provienen de recursos públicos, frutos del impuesto que todos los mexicanos pagamos. De esta manera ha creado un voto prisionero para que la gente, por miedo a que le quiten estos programas, vota a favor del partido de Morena sin medir la concesión que se les brinda de controlar el Congreso de la Unión, poniendo en riesgo el equilibrio de poderes.
En los próximos seis años estará en juego la existencia de órganos autónomos y del propio Poder Judicial, mismos que algo venían haciendo para regular, por medio de la aplicación de leyes y acciones, que el Estado no excediera sus funciones. Se vislumbra un peligroso ejercicio del poder por parte del gobierno en turno. No se ve una propuesta clara de reforma fiscal progresiva que redistribuya la riqueza, pues en este sexenio se duplicó la fortuna de oligarcas como Carlos Slim y German Larrea.
El resultado de una jornada electoral no cambia los datos del desempeño de los gobiernos: para bien o para mal se quedan como los récords de cada periodo gubernamental. Ahora vamos a poder evaluar con mayor rigor los resultados del “Estado del bienestar a la mexicana” que López Obrador intenta establecer, que más allá de darle dinero a la gente e ilusionarla con que le subirán los salarios, se tendrá que observar si es cierto que los que están en el poder son de izquierda y defienden al pueblo del crecimiento depredador del crimen o, si, por el contrario, se vuelven siniestros y autoritarios.
En este sentido, el pueblo debe salir a defender los derechos alcanzados durante décadas enteras y exigir que se cumplan las promesas que hicieron los políticos para llegar al puesto que ostentarán, así como lo afirmó el secretario General del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, en días recientes. Antorcha representa una gran parte del pueblo mexicano, es la organización popular más grande de México y tiene claro que el pueblo está por abrir los ojos del sueño en el que está adormecido, necesita de la unidad popular y quien la encabece. El tiempo es sabio.
“Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades...”
? Miguel de Cervantes Saavedra, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha.
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