El 7 de octubre del año que apenas terminó, fue el último día en que cientos de familias vallenses organizadas en el Movimiento Antorchista sostuvieron un movimiento de lucha que abarco diferentes fases, iniciando con la primera que fue el plantón permanente frente a las oficinas de la presidencia municipal de Valle de Santiago, y que, debido a que el semáforo epidemiológico estaba, en el mes de agosto, cambiando de verde a naranja, y que el pueblo organizado en lucha, haciendo uso de su gran sentido de responsabilidad para con la sociedad vállense, decidió levantar su plantón permanente y utilizar la estrategia de estar frente a la ciudadanía a través de cadenas humanas, difusión de volantes, pintas, colecta pública así como acudir a los eventos políticos en los que debería estar presente el presidente Alejandro Alanís, para, en todas estas acciones diarias estar denunciando la gran insensibilidad que este gobernante tiene ante las carencias del pueblo al que dicen representar.
De paso diremos que si desde que planteamos al presidente municipal la gran necesidad de agua potable de los más de 2000 habitantes de la Col. Manuel Serrano Vallejo, este, el presidente, hubiera cumplido con los requisitos que le exigía Conagua como municipio, que eran relativamente sencillos, claro, cuando se tiene el verdadero propósito de resolver, y que eran y siguen siendo, uno, dar seguimiento al proceso de regularización de muestra colonia y manifestarlo así a Conagua a través de un escrito, dos, separar el proyecto de agua potable del de drenaje que SAPAM había realizado en un único proyecto y tres, estar dispuesto a aportar el porcentaje del 20% del costo total de la obra, si el municipio encabezado por Alejandro Alanís hubiese cumplido no hubiera sido necesario que los Antorchistas sostuvieran esta jornada de lucha que se prolongó por 70 días.
Al final de cuentas se obtuvo el “compromiso municipal” de que para este 2022 ellos harían todo lo conducente para que la obra de inicio en este año, así como la dotación de 15 pipas sin costo para el abastecimiento del líquido a las familias, dotación que de paso diremos es insuficiente sobre todo en la temporada alta de calor.
Pero de lo obtenido, lo que no tiene valor monetario, es el aprendizaje de quienes participaron en la lucha directamente así como de la ciudadanía vállense que mostro gran simpatía por nuestro movimiento y además nos brindó su apoyo económico cuando se le requirió en los boteos y difusiones que realizamos, así como aquellos que pasaban por nuestro plantón y dejaban su aportación económica para que continuáramos nuestra lucha, dicho aprendizaje fue que de parte de las autoridades hay una gran insensibilidad para atender las necesidades de la gente humilde no solo de agua potable y otros servicios, sino de vivienda, salud, educación, proyectos deportivos y culturales de empleo, etc., de tal manera que esta parte del pueblo, la que dio la batalla, se dio cuenta que nadie va a hacer por el pueblo lo que el pueblo no esté dispuesto a hacer por sí mismo y que ahora su tarea es trasmitir su experiencia a esa parte del pueblo que vive solo preocupado porque va a comer el día de mañana y que soslaya la lucha por la solución de muchos otros problemas que los aquejan a ellos pero, lo más sensible, aquejan a sus hijos.
El día 3 de febrero acudiremos en comisión a la presidencia municipal para ratificar los acuerdos tomados en el mes de octubre pasado de no ser así, una vez más tendremos que hacer uso de nuestros derechos constitucionales para lograr lo que además de ser un derecho es una gran necesidad. Que conste.
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