MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El renacer de un pueblo organizado

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En el marco del festejo de un aniversario más del renacimiento de la ciudad de Chetumal, Quintana Roo como consecuencia del trágico paso del huracán “Janet” en el año 1965, uno de los fenómenos hidrometeorológicos más grandes y poderosos de la historia caribeña, el cuál dejo como saldo una ciudad destruida con más de mil vidas humanas cobradas y cuantiosas pérdidas materiales, marcando así la memoria colectiva y la identidad de los chetumaleños, por tal motivo, ante tan relevante suceso, expondré algunas reflexiones.

La evidencia científica ha dejado asentado que los huracanes han sido una constante en la historia del territorio que ocupa Quintana Roo, toda vez que la formación de huracanes son una constante en el Océano Atlántico que cada año azotan la zona del Mar Caribe y el Golfo de México los cuales se desarrollan generalmente entre los meses de junio a noviembre, en algunas ocasiones arrasando con edificios y poblaciones enteras, según la intensidad y fuerza con que se presentan.

Al respecto, el 27 de septiembre de 1955, toco tierra el huracán “Janet”, lo que se convirtió en un suceso devastador y trágico el cual quedo marcado en la historia de Chetumal y en el imaginario colectivo de sus habitantes, esto ocurrió cuando por la noche se presentó violentamente, con ráfagas de aire intensas que fueron arreciando poco a poco, con una lluvia que se hizo vertical y rugiente, de esta manera, Janet avanzó incontenible, fortalecido, creciendo más y más, y para cuando se aproximó a Chetumal, era ya un fenómeno de categoría 5, con vientos sostenidos de 220 km/h y rachas de hasta 280 km/h, dejando a su paso cientos de muertos y arrasando prácticamente con todo lo que encontraban a su paso.

Cabe resaltar, que “Janet” se manifestó en un escenario marcado por la extenuación de la actividad forestal, precariedad de las infraestructuras, fragilidad del suministro de alimentos y una notable corrupción de las autoridades, de tal forma que se puede concluir que las características del contexto y el momento histórico en el cual se presentó el fenómeno natural influyeron sustancialmente en sus fatales consecuencias. Así, el desastre se cristalizó como un catalizador de las frustraciones y quejas de la población en torno a sus condiciones de vida y hacia la mala gestión del entonces gobernador Margarito Ramírez, convirtiéndose en un punto de inflexión, en una coyuntura crítica. Por otro lado, diferentes fuentes históricas, han documentado que la población chetumaleña también vivía en un escenario marcado por la desigualdad social con un gobierno radical e insensible ante las carencias de la población, así como un deficiente desarrollo económico.

Estas características sin duda agravaron la situación del contexto y el momento histórico que se vivía e influyeron trágicamente en las consecuencias que tuvo que enfrentar la población después de paso del fenómeno natural el cual se desarrolló en una discrepancia social muy marcada.

Derivado de lo anterior, considero significativo que esta tragedia que dejó incontables experiencias dolorosas, pero también aprendizajes importantes para el pueblo chetumaleño, no sea olvidada por la juventud actual, a quienes no debería pasar desapercibido, ya que en estos días en que conmemoramos 66 años del renacimiento de un pueblo que quedo en ruinas, de un pueblo que a pesar de los dolores sufridos se caracterizó por conformarse de hombres y mujeres valientes los cuales lograron enfrentar las adversidades que les aquejaban, de manera unida y organizada, consiguiendo ponerse de pie y reestablecer su ciudad, pese a las incongruencias, incapacidad y corrupción que imperaba en su gobierno en turno.

En nuestros días, Chetumal presenta situaciones con aspectos semejantes a lo que se vivía antes del acontecimiento del Janet, esto toda vez que, aunque hemos crecido en cuanto a infraestructura y algunas actividades de desarrollo económico incipientes, observamos que nuestra ciudad se encuentra rezagada económicamente, con un aumento considerable de la pobreza, pues según información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2010 el 42.9 por ciento de la población de Othón P. Blanco, que equivalen a más de 100 mil personas, viven en condiciones de pobreza, mientras que el 8.6 por ciento, que equivalen a más de 21 mil habitantes, viven en situación de pobreza extrema, situación que se ha agravado aún más por la contingencia sanitaria ocasionada por el SARS-COV-2 que ha provocado miles de fallecimientos.

Adicionalmente, en la ciudad capitalina son muy deficientes los servicios públicos: de recoja de basura, iluminación, caminos de acceso a colonias periurbanas, bacheo en las avenidas y calles concurridas, y una notable inseguridad pública, entre otros, lo anterior ya que el gobierno municipal morenista, encabezado por Othoniel Segovia, que actualmente finaliza su administración, ha demostrado su falta de disposición al diálogo, además de su incapacidad para resolver los problemas que aquejan a la ciudadanía, principalmente de la población más pobre, vulnerada y en condiciones de marginalidad, entre las que se encuentran las colonias antorchistas que se ubican a la periferia de la ciudad.

Ante estas situaciones, para nuestra preciada ciudad capital sumida en la pobreza a causa de su mal gobierno, y en memoria de los 66 años del paso del huracán “Janet” que representa para los chetumaleños un cúmulo de experiencias dolorosas que con base en la solidaridad del pueblo unido, con fraternidad y dispuesto a luchar para salir adelante, el cual superó su condición trágica más allá de las limitaciones y la incapacidad de su gobierno; el Movimiento Antorchista, de la mano de ciudadanos libres, organizados y conscientes, encabeza las gestiones ante las diferentes instancias de gobierno para exigir que no se deje al desamparo a las familias que han sufrido por las deficiencias de las autoridades que no han sabido gobernar.

Por tal motivo, los antorchistas llamamos al pueblo trabajador cansado de las falsas promesas de los políticos y del incumplimiento cuando estos son gobierno, para que se sumen a la lucha ciudadana que encabeza nuestra dirigencia, recordando que juntos como pueblo, sumando nuestros esfuerzos, pero bien organizados y educados, podemos hacer frente a la tragedia que la crisis económica, agravado por la pandemia y las malas decisiones del gobierno, están sufriendo nuestras familias; para que así, como lo hicieron en su momento los Chetumaleños de antaño ante la adversidad que trajo consigo el paso del Janet, nosotros también salgamos adelante.

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