La situación en nuestro país cada día se vuelve más complicada, a todos nos está afectando y las autoridades del gobierno federal no están haciendo nada para que las cosas no empeoren. Los hospitales y los insumos médicos en nuestro país son insuficientes y los recursos federales no se están invirtiendo para salvar vidas sino para cumplir los caprichos de construir las obras anunciadas con bombo y platillo por el presidente de la república, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía.
El Movimiento Antorchista durante 46 años ha luchado por mejores condiciones de vida para los que menos tienen y esta vez no será la excepción. Hoy más que nunca sabemos que todos aquellos mexicanos que están sufriendo los estragos no solamente de esta terrible enfermedad del covid-19, sino del mal que aqueja al país, el mal llamado pobreza, necesitan una mano amiga, una organización firme para exigir de manera enérgica al gobierno federal deje de hacer caravana con recursos ajenos y los implemente en lo verdaderamente urgente y necesario.
Según las últimas cifras publicadas en distintos diarios de circulación nacional, en nuestro país a la fecha han sido despedidos más de 350 mil mexicanos que si antes sufrían por un recibir un salario raquítico que no les alcanzaba para poder vivir de forma decorosa hoy se encuentran en la zozobra de saber cómo saldrán adelante si ya no cuentan ni siquiera con un empleo. Es por ello que urge que el gobierno federal implemente un programa eficaz de distribución de alimentos para todos aquellos que lo necesitan y que suman millones.
Las medidas con el decreto de la fase tres de la pandemia por la covid-19 se han agudizado y muchos, por ejemplo, los comerciantes de la vía pública tienen prohibido salir a vender sus productos, y ante esto ellos solo se preguntan ¿cómo voy a poder sobrevivir y cómo voy a llevar el sustento a mi familia? Esto es un grito desesperado que se refleja en cada una de las cartas y testimonios que nos han enviado a nuestros correos electrónicos y a través de nuestros compañeros activistas en las colonias, en donde madres y padres de familias angustiados nos plantean sus problemas y nos piden que intervengamos.
Tengan por seguro que el Movimiento no los dejará solos, y todos los miembros de esta orgullosa organización social estamos dispuestos a luchar para que en este país haya justicia social. Es por ello que nos unimos al grito desesperado de millones de familias y exigimos al presidente que cumpla con sus promesas de ayudar a los pobres y salve la vida de los mexicanos que están en riesgo.
Ojalá los oídos sordos del gobierno federal se destapen y no solo se dedique a atacar a quienes le exigen que haga un buen trabajo y que cumpla con su deber de ayudar a los que más lo necesitan, sino que ponga manos a la obra y cumpla con la promesa que juró cumplir al tomar el poder en sus manos: velar por el bienestar de todos los mexicanos sin excepción, esa es su obligación.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario