A nueve meses de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 y con un saldo de arriba de 116 mil fallecidos, con noticias dramáticas de doctores haciendo llamados a "¡Quédense en casa, estamos agotados!” como lo publicó milenio.com el pasado 17 de diciembre, dando muestra que el llamado que se hace, habla de que la endemia está fuera de control, en este mismo sentido, la Ciudad de México y el Estado de México volvieron a Semáforo Rojo y suspender las actividades no esenciales por tres semanas. A todo esto, la actual administración no responde algo concreto, lo único que dijo el presidente es "mantenerse en casa&rdquo, o sea que, cada quien se tiene que hacer responsable de cuidarse, viene el enclaustramiento, pero de apoyos en alimentos, el apoyo económico a las familias y a las microempresas no dice nada, el Gobierno ha tirado la toalla en su responsabilidad por cuidar la salud y empleo de los mexicanos.
En la economía, la educación y la seguridad de los mexicanos las cosas también están desatendidas, se piensa más en cómo ganar las futuras elecciones, que en resolver los problemas de la gente. En este contexto quiero expresar lo que me ha causado asistir la semana pasada a un evento de fin de curso de actividades artísticas y culturales, ahí 15 infantes tomaron talleres de dibujo, baile y declamación promovidos por nuestra organización; sin dejar de tomar las medidas sanitarias que el momento actual exige, la ceremonia se llevó a cabo en la comunidad de Pantano Grande, municipio de Santiago Ixcuintla, y donde se apreciaron los dibujos de los niños, los bailes, las canciones y la declamación de dos niñas, el entusiasmo fue mucho, como para olvidar por un pequeño instante la tragedia nacional en la que vivimos.
El olvido de tantos problemas es momentáneo, porque ante esta grave situación, ahora más que nunca, la tarea de fomentar el arte y la cultura entre los niños y jóvenes es sin duda una labor apremiante, ingente, necesaria para cambiar a nuestro país, llevando la cultura a las colonias y comunidades más alejadas, ahí donde las familias se sienten abandonadas, pero que si se les educa, no hay duda de que se estará sembrando la semilla a fin de tener hombres nuevos el día de mañana.
A la clausura de cursos asistió el señor Sergio Jiménez Chávez, presidente del comisariado ejidal de Pantano Grande y Cupertino Bañuelos Medina, juez auxiliar, un servidor y Neri Cándida Guevara Luna, dirigente antorchista en la zona norte de Nayarit. Para Antorcha, el trabajo cultural siempre ha sido un arma muy fundamental en la educación de la gente, hoy lo recuerdo aquí por algunos comentarios que hicieron los de la mesa del presídium.
El señor Cupertino dijo al contemplar a los niños participar, "puros artistas, quien dijera, el papá de esa niña ni bailar sabe y mire ella ya superó a su padre&rdquo, "esta niña que está declamando no tiene padre, me da tristeza, pero mire qué bien declama y baila” y al final cuando los 15 infantes presentaron sus dibujos mencionó, "los niños se están civilizando”. Los padres de familia estaban contentos al mirar a sus hijos cantar, declamar y dibujar.
De esto se desprende, que tiene razón el Movimiento Antorchista, cuando dice que la cultura es un arma poderosísima para crear una humanidad nueva, estamos ante grandes adversidades nacionales y por lo que se ve, la actual administración no está haciendo las cosas como se deberían de ejecutar, nadie debería de abstraerse de la problemática nacional, todos juntos, debemos de exigir que se atiendan las necesidades que laceran a nuestra gente, por eso la labor de llevar actividades culturales es correcta, se trata, al igual que don Cupertino Bañue de que los hijos superen a los padres, de que el pueblo tenga la oportunidad de educarse, de participar en lo que le gusta, en música, baile, dibujo, etcétera, y sobre todo, formar ciudadanos civilizados, entiendo en las palabras del campesino Juez Auxiliar, significa, que si un niño recibe clases de estas disciplinas, regresará a su casa con otra mentalidad, será un hombre más noble en el futuro, bueno, sensible y preocupado por ayudar a resolver los problemas sociales que nos aquejan a los mexicanos.
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