Emiliano Zapata, mejor conocido como “El Caudillo del Sur”, nació en Anenecuilco, en el estado de Morelos el 8 de agosto de 1879. Fue un revolucionario mexicano que en 1906 encabezó la rebelión contra los hacendados azucareros, y en 1909 organizó la Junta de Defensa para repartir la tierra entre los campesinos.
Miembro de una familia campesina, hijo de Gabriel Zapata y Cleofás Salazar, Emiliano Zapata Salazar quedó huérfano a los 13 años, a los 17 tuvo su primer altercado con las autoridades, lo que lo obligó a esconderse.
Una de las causas de la Revolución Mexicana fue la política de Porfirio Díaz cuya dictadura data (1876-1911), de 1910 año del estallido de la Revolución Mexicana, más del 90 por ciento de los campesinos carecían de tierras. Esta política condenaba a la miseria a la población rural. En septiembre de 1909, alrededor de 400 habitantes de la aldea de Anenecuilco, fueron convocados a una reunión clandestina para hacer frente al problema; se decidió renovar el consejo municipal, y se eligió presidente del nuevo consejo a Emiliano Zapata.
Tenía entonces 33 años como presidente del consejo cuando empezó a tratar con algunos letrados capitalinos para hacer valer los derechos de propiedad de sus paisanos, fue designado jefe de la Junta de Villa de Ayala localidad que era cabeza de distrito al que pertenecía Anenecuilco. En mayo de 1911, Porfirio Díaz, después de su derrota, partió al exilio después de traspasar el poder a Francisco León de la Barrera, quién asumió interinamente la presidencia de la república (mayo-noviembre 1911) hasta la celebración de nuevas elecciones.
Zapata creó comisiones agrarias, estableció la primera entidad de crédito agrario en México e intentó convertir a la industria del azúcar en Morelos en una cooperativa.
Tras las victorias de Zapata, en diciembre de 1917, Carranza ordenó a Pablo González una nueva ofensiva y ante la imposibilidad de acabar con el movimiento y la amenaza de Zapata, Carranza y Pablo González urdieron un plan para asesinar a Zapata. Haciéndole creer que iba a pasarse a su bando, el coronel Jesús Guajardo quién dirigía las operaciones en contra él, logró atraer a Zapata a un encuentro secreto en la hacienda de Chinameca, Morelos. Cuando Zapata acompañado de 10 hombres, entró a la hacienda, los soldados que fingían presentarles armas lo acribillaron a quemarropa.
Pablo González trasladó su cuerpo a Cuautla y ordenó fotografiar para evitar duda de su muerte. Los habitantes de Morelos, en primer lugar, y todos los mexicanos bien nacidos tenemos un gran ejemplo del General Emiliano Zapata Salazar “El Caudillo del Sur”, defensor de la justicia, la libertad y la igualdad social, con su lema “Tierra y Libertad” que con solo 400 campesinos del pueblo de Anenecuilco inició una gran batalla para que a todos los campesinos se les repartiera un pedazo de tierra para que la trabajaran.
El 10 de abril se conmemoró los 104 años del asesinato de Emiliano Zapata, jefe del Ejército Libertador del Sur. Luchó por la tierra y logró el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de indígenas y campesinos. Hasta hoy, Zapata vive, la lucha sigue.
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