Enclavadas en los límites de Chiapas, Tabasco y Campeche, decenas de familias de Catazajá viven desde hace 30 años sin energía eléctrica, sin escuelas y sin viviendas dignas, servicios e infraestructura necesarios ante el sufrimiento de la población.
Desde ahí, las familias de escasos recursos de las rancherías Santa Rita, Las Delicias, La Gloria y El Caoba se han organizado para recabar documentos que las dependencias estatales solicitan cada vez que acuden a pedir sean incorporados en programas que ayuden al desarrollo de los pueblos.
Cuentan los habitantes que a este lugar solo pueden entrar en lancha, ya que se encuentran al margen del Río Potrerillos, y el acceso por vía terrestre es a pie durante ocho kilómetros, pero atravesando terrenos de propiedades ajenas que en ocasiones deben pasar por los cercos de alambre de púas con temor a ser agredidos por los dueños.
Denuncian que en pleno siglo XXI, vivir en estas condiciones es difícil para ellos que no tienen otra alternativa, por eso decidieron organizarse y, de la mano de Antorcha Campesina, ayudar a resolver este problema.
"Esperemos que en poco tiempo la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tenga el proyecto que ayudará a mejorar su calidad de vida. La mayor ilusión de nosotros es ver alumbradas las casas y poder estar seguros con la familia", mencionó Miguel Alvaro Pérez, representante del grupo.
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