En las últimas dos semanas que pasaron, tuve la oportunidad de visitar algunas comunidades y colonias populares, donde pude entablar algunas palabras con vecinos y habitantes de la zona. El propósito de mi visita era para hablar con la gente referente a los problemas sociales que padecen en su lugar de residencia con el motivo de levantar la demanda de la población a través de este medio y poder dar una opinión en cuanto al problema de la falta de obra pública y sus consecuencias inmediatas.
Primeramente, quisiera empezar esta opinión diciendo que desde antes de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador al poder, la falta de obra pública ya era, de por sí, un problema social que año con año tiende a agravarse, esto es así, debido al incremento acelerado de la población, ya que esto representa que cada vez más gente requiere de más servicios y condiciones para sobrevivir y llevar una vida plena. Con la llegada del presidente esta situación de falta de obra pública aumentó considerablemente, veamos.
Desde que el presidente se encontraba todavía en campaña electoral, la idea de tener un gobierno “austero” y de aplicar todo tipo de recortes al presupuesto para la “estabilización económica” del país, se convirtió en un arma mortal que afectó sobre todo al pueblo pobre, ya que, la desaparición de diversos apoyos sociales como lo fueron en su momento, el apoyo a la vivienda, el empleo temporal, comedores comunitarios, el apoyo al campo, guarderías para mamás trabajadoras, entro otros muchos han afectado a millones de mexicanos, es un problema que hasta la fecha no se ha podido regular con la entrega de apoyos económicos por medio de tarjetas, como lo ha venido manejando el Gobierno federal, esto sin contar la desaparición del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), del cual se podían realizar miles de obras públicas para el progreso social de colonias y comunidades más necesitadas.
Sin embargo, hay obras que el presidente ha encabezado tan tenazmente a pesar de las críticas de muchos expertos que aseguran que no van a beneficiar en nada o casi nada a la población mexicana, como es el caso del aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, que sólo son gastos inútiles y que hasta la fecha no queda claro en que van a beneficiar a la población.
Yo creo firmemente que la solución a la desigualdad social que se vive en el país se puede solucionar si se invierte más recurso en obras que realmente beneficien a la población, obras en electricidad, alcantarillado, agua potable, vivienda, salud, educación, cultura, deporte, desarrollo agrícola, entre muchos otros. En Colima por ejemplo, en la comunidad de Chiapa en la capital del estado, los habitantes de dicha comunidad cuentan con el problema de la falta de agua potable, problema, muy añejo por cierto, que deja sin agua hasta cuatro días o más consecutivos a toda la comunidad. Hablando con los habitantes de la zona, me comentaban, que dicho problema se debe principalmente porque no cuentan con un pozo de agua que distribuya la cantidad suficiente del líquido vital a todos los pobladores, demanda por cierto muy solicitada, desde hace tiempo a los gobiernos sin tener una solución concreta ante tal problema.
Por otro lado también las colonias populares presentan este tipo de problemas como el caso de la colonia Jardines del Llano en el municipio de Coquimatlán, que presenta el mismo problema de la falta de agua, aquí, la colonia si cuenta con las instalaciones de un pozo de agua, mismo que el gobierno municipal construyó, pero que hasta el momento no funciona ya que le faltan muchos accesorios sin los cuales solamente es un “elefante blanco” como se dice, ya que no soluciona el problema de la falta de agua, eso sin contar que la colonia también requiere de mucha obra pública como el arreglo de calles y banquetas, entre otros.
Todos estos problemas y más, relacionados con los apoyos sociales y la asignación de recurso para hacer obra pública necesaria es lo que necesita la población colimense. Es por esto que ahora que nos encontramos en tiempos de campañas electorales y que los candidatos están visitando las colonias y comunidades se hace necesario y urgente que la gente obligue a los candidatos a hacer compromisos serios si es que realmente quieren ganar la simpatía y el voto de la gente. Nos encontramos en tiempos donde ya no podemos confiar en el discurso mareador de los partidos políticos que prometen un cambio, nos ocurrió con el actual gobierno federal y ya vemos las consecuencias de no votar inteligentemente. Veremos. (Sígueme a través de mi cuenta oficial de Twitter como @RamsesGalindo3 para más información, estoy a sus órdenes)
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